jueves, 11 de octubre de 2012

The Heart Never Lies Capítulo 60

Capítulo 60.- Cena romántica.

Lo contemplé con una sonrisa mientras bajaba las escaleras. Se había puesto un bonito traje negro, incluso llevaba corbata, y su habitual flequillo iba hacia atrás, aunque no había conseguido fijarlo del todo y caía hacia delante una parte.
-Siento llegar tan tarde- dijo echándose el pelo hacia atrás con un leve movimiento de mano, como echándole la culpa a ello.- Wow, estás….- empezó a decir caundo me vio, pero Danny no le dejó continuar.
-Os vais fuera y hacéis todo lo que queráis, pero aquí dentro nada- dijo dándome su mano como apoyo para levantarme, y en cuanto estuve de pie fui hasta Dougie, que me cogió de la mano, ya no era tan alto, ahora no era mucho más alto que yo.
-Cogió las llaves del coche y salimos a la calle, donde se encontraba su coche listo, aunque en cuanto cerró la puerta a nuestras espaldas nos paramos. Me hizo dar una vuelta para observarme mejor.
-Wow, estás increíble. Ahora sí podía decirlo- se acercó a mí y me dio un ligero beso.
-Tú también, nunca te había visto de traje, ¿para esto era para lo que necesitabas a Gio?- pregunté agarrando su corbata.
-Sí, de momento no sé hacer los nudos, siempre que los he necesitado ha venido Gio, además, tenía que estar elegante para ti.
-Sabes que no hace falta, además hay algo que falla.
-¿El qué?- preguntó preocupado.
-Esto- dije revolviéndole el flequillo y él me miró con una sonrisa-.Me gusta más así.
-Oh venga, me había costado una eternidad ponerlo así- dijo poniendo voz de chica.
-¿Dónde tienes pensado llevarme?- pregunté cogiendo su mano, entrelazándola con la mía.
-Es una sorpresa, pero vamos en mi coche, aunque tengo ganas de verte conducir, pero como he dicho, es una sorpresa.
-A lo mejor colaba y me lo decías, aunque con estar contigo me vale.
-Eso te ha quedado muy bonito- dijo abriéndome la puerta del coche.
-Porque es lo que pienso, me has dejado sola y mira lo que me han hecho.
-Dejarte preciosa- dijo arrancando el coche hacia el lugar misterioso. Siempre era un misterio con Dougie.
-Pues disfruta porque no durará mucho más.
Tras un rato en coche llegamos a un restaurante español, o eso parecía. Era un restaurante poco común por allí, pero Dougie me llevó porque sabía lo que me gustaba la comida española, o al menos ese parecía el motivo aparente.
-¿Un restaurante español?- pregunté cuando bajamos del coche.
-¿Cómo lo has sabido?
Yo simplemente señalé el letrero que colgaba en la entrada “El español. No era un título muy original, además, aquella Ñ delataba su procedencia, cualquiera lo habría sabido.
-Oh cierto, se me olvidaba que sabes español.
-¿Y cuál es el motivo de que me traigas aquí?
-Que no quiero que vuelvas a España.
-¿Y qué te hace pensar que lo voy a hacer?
Se reservó la respuesta para cuando estuvimos dentro y nos dieron nuestra mesa, mientras miraba la carta.
-Que te asustes por cualquier cosa y crees que lo mejor es huir.
-¿Crees que me asusté la última vez que fui a España?
-Creo que tenías miedo, y no quiero que la próxima vez que eso ocurra te vayas, porque yo estaré aquí- dijo cogiendo mi mano.
-No te preocupes, no me iré.
-Bueno, dejemos este tema, ¿qué crees que es lo mejor para comer aquí?
-Surtido de Ibéricos y tortilla de patatas, yo quiero eso.
Dougie llamó al camarero al que pidió lo que yo quería y escogió lo mismo para él. Una vez lo trajeron a la mesa empezamos a comer y al parecer, a Dougie le encantaba aquella comida, y para mí era la comida perfecta. No es que fuera un restaurante con mucha gente, pero la gente que solía visitarlo o bien iba muy arreglada porque les emocionaba probar cosas nuevas o bien eran españoles como yo que echaban de menos la comida de España, aunque dado mi vestuario parecía de los primeros, que abundaban el local. No sabía que había costado la comida típica de bar español, ya que, según Dougie, era otro de mis regalos de cumpleaños, pero era un buen sitio para comer.
Salimos del restaurante y volvimos hacia el coche, de camino a casa de Tom de nuevo, o eso suponía.
-Todavía tengo que darte un regalo- me anunció.
-Dougie, el coche ya es demasiado, no…
-El coche es un regalo de los demás, yo todavía no te he dado el mío.
-Te dije que no quería nada.
-Y yo que no te haría caso- dijo con una sonrisa antes de bajar del coche, aparcado exactamente en el mismo lugar en el que lo había cogido antes, pero cuando bajé me tapó los ojos con un pañuelo.
-¿Qué haces? ¿No vamos a casa de Tom?
-Te he dicho que queda un regalo, y no me apetece que lo veas antes de tiempo- dijo guiándome-. Además es un camino muy corto.
Y tan corto, en cinco minutos a lo mucho Dougie abrió una puerta y me quitó la venda.
Nos encontrábamos en una casa, concretamente en el salón, en el que había una enorme pancarta en la que ponía “Bienvenidos”. A parte de eso solo había un amplio sofá y una televisión en la estancia, que era muy parecida a la casa de Tom. No podía ser lo que estaba pensando, pero Dougie lo confirmó.
-Bienvenida a nuestra nueva casa- me susurró al oído-. ¿Quieres ver el resto?- me preguntó y yo solo pude asentir.
El cogió mi mano y me guió hasta las diferentes salas de la casa, que estaban sin muchos muebles, solo había una cama en cada habitación, que en total había tres, más una habitación que únicamente tenía un precioso piano. Tras verla entera, yo sin decir una palabra y él explicando para que sería cada habitación, volvimos a la primera sala, la de la pancarta, el salón.
-¿Te gusta? No tiene muchos muebles pero he pensado que podíamos comprarlos juntos y…
Le interrumpí con un beso apasionado, que él siguió encantado, como siempre hacía, seguía lo que yo empezaba pero nunca pretendía llegar más lejos. Yo tenía mis manos en su cuelo y él fue bajando sus manos hasta mi cintura, y así estuvimos durante un buen rato en el que decidí quitarle la ya tan innecesaria corbata, que cayó al suelo junto a la chaqueta que él mismo se había quitado. Intentaba mantener el poco autocontrol que le quedaba, pero enseguida lo perdió, en cuanto bajé la cremallera que había en el lateral de mi vestido, hecho que hizo que él bajara el vestido completamente con manos temblorosas, lo que provocó que me quedase únicamente con la parte inferior de mi ropa interior, ya que aquel vestido no admitía sujetador. Fui desabrochando los pequeños botones de su camisa blanca que cayó al suelo justo cuando me cogía a peso para llevarme al sofá, que era lo más cercano. Me quitó delicadamente los zapatos y las medias sin dejar de mirarme, como si en algún momento fuera a ponerme a llorar y me echase atrás, pero yo me centré en el consejo de Miriam, solo centrarme en Dougie, así que cuando acabó con mis piernas y volvió a besarme desabroché su cinturón para que sus pantalones cayeran al suelo. Ahora lo único que nos separaba era la ropa interior que nos quedaba.
Dougie acariciaba mis pechos, algo que siempre me había excitado y él lo sabía perfectamente, con esa intención lo hacía, con la de que me dejase llevar y no pensase en nada más, y lo estaba consiguiendo con sus caricias y besos por cada parte libre de mi cuerpo.
Ambos acabamos definitivamente sin ropa, completamente desnudos, pero antes de hacer nada, me miró, preguntando con aquella mirada lo que no quería formular en voz alta por miedo de que me echase atrás, y la pregunta era si estaba realmente preparada, a la que respondí besándolo. Él entrelazó su lengua con la mía y se colocó para entrar en mí.
Fue delicado, perfecto, y no recordé nada sobre las pesadillas en ese tiempo. Puede que ya lo hubiera superado o que Dougie me lo hiciese olvidar, pero estaba segura de que tenía que enterrar aquello, a Jerry y a todo lo que había pasado por su culpa para centrarme en mi presente, y ese era Dougie.
-No has recordado nada- dijo cuando acabamos.
Ambos estábamos en el sofá, yo tumbada encima de Dougie, que acariciaba mi pelo, pasatiempo que a él le encantaba y a mí me relajaba muchísimo.
-Porque sabía que tú no eras él, no me ibas a hacer daño.
-Claro que no, te quiero demasiado- dijo dándome un delicado beso que prolongó e intensificó-. ¿Quieres más?
-Cariño, estoy cansada…
-Entonces es mejor que descanses- dijo sin dejar de besarme-. Aunque… Estamos solos, no nos van a interrumpir.
-No estoy tan segura, Tom llamará.
-Pues que llame.
Y ahí comenzamos otra vez, a disfrutar de nuestra soledad.

¡Hola hola pequeñas cerezas! Aquí estoy yo subiendo un Juernes a petición de mi querida @McPiilar que mañana es su santo entonces subo hoy como regalo por su santo (porque mañana me es imposible subir).
Cosas a decir... Espero que os guste este cap, sé que a mi lagarta @CeliaGGH le va a gustar porque tiene serso, pero bueno, a mi la verdad es que no me convence últimamente nada de lo que escribo.
Espero que este cap os haga un poquito felices después de la IMPACTANTE noticia de hoy sobre nuestro pequeño pollito, la verdad es que hoy ha sido un día cargado de noticias y no puedo evitar comentarlo porque sigo impresionada.
Y por último, antes de despedirme... ¡COMENTARIOS! Que bajaron en el último cap y jo, estoy triste. ¡Que paséis un largo fin de semana! @DearWeirdMaria se despide. Bye lovers.


sábado, 6 de octubre de 2012

The Heart Never Lies Capítulo 59

Capítulo 59.- Tarde de compras.

-No te preocupes, tienen órdenes explícitas de traerte a tiempo para pasar el resto del día conmigo.
-Eso me gusta. Te voy a echar de menos- dije antes de darle un pequeño beso y salir hacia el coche, mi coche.
Me gustaba como sonaba aquello, últimamente no podía decir que tuviese muchas cosas propias, dependía de los demás. Lo único que podía considerar mío era a mi misma y al conjunto de pertenencias que había recuperado de mi antigua casa, que ya tampoco era mía. Y luego estaba Dougie, al que me gustaría poder considerarle mío, mi novio, que de hecho, lo era, y por esa razón yo también me consideraba suya, ya que mientras estuviera con él nadie más podría tenerme de ese modo, así que ni yo misma me pertenecía del todo.
Nos montamos todas en el coche, algo que hubiese dado casi por imposible, dadas las dimensiones del coche, pero fin y al cabo, nada es imposible, solo hay cosas más difíciles que otras.
-¿Dónde tenías pensado ir?- le pregunté a Miriam.
-Al centro comercial, tienes que comprarte un modelito para esta noche.
-¿Cómo que modelito?- pregunté arrancando el coche, poniendo rumbo hacia donde Miriam me había indicado, era fantástico volver a conducir.
-Oh venga, ¿de verdad pensabas que ibais a ver la tele todo lo que queda de día?
-Dougie es todo un romántico, recuérdalo- dijo Gio.
-Pero yo le dije que no quería nada de eso.
-Y Dougie no te hará caso, así que vamos a ponerte guapa.
Llegamos al centro comercial y las chicas me obligaron a pasar a miles de tiendas. Al final cada una cogió una cosa, aunque a mí no me dejaron pagarlo. Me obligaron a comprarme un vestido demasiado atrevido para mi gusto, era negro, con un cuello redondo por delante y  por detrás un gran escote que llegaba casi hasta el final de la espalda, todo ello cubierto con un transparente encaje. Además de ello, me tuve que comprar unos zapatos de tacón negro e ir a la peluquería en la que las chicas se empeñaron en que me hicieran una trenza lateral además de maquillarme y hacerme una perfecta manicura. Esto no era lo mío para nada, que era más de ponerme mis converses, mis sudaderas anchas y mis vaqueros, todo ello sin una gota de maquillaje, pero a ellas las hacía felices así que las seguí un poco la  corriente, al fin y al cabo, me lo pasaba bien. La diversión acabó para Miriam cuando Geo obligó a ella y a Gio a arreglarse también. Ella era modelo, así que no la suponía ningún problema. La diferencia entre Geo y yo era abismal, era bastante más alta y femenina que yo, que era más baja que Dougie, y ella con unos tacones ya superaba a Danny. Yo con estos que llevaba podría únicamente llegar a igualarlos y eran bastante altos.
Cuando todas pasamos por una intensiva sesión de belleza, poca diferencia aparte de la evidente altura, había entre Geo y nosotras, que podríamos dar el pego de modelos. No pusimos lo que nos habíamos comprado en uno de los baños. Mi vestido contaba con la necesidad de no llevar sujetador, cosa que no importaría mucho a Dougie la verdad. Salí del baño y ya todas esperaban fuera.
-¿Voy bien?- pregunte dando una vuelta con cuidado de no caerme.
-Vas perfecta- dijo Gio-. Dudo que Dougie pueda apartar la vista de ti.
-Esta noche va a hacer lio, ya verás- dijo esta vez Miriam.
Yo perdí la sonrisa, porque sabía que Dougie quería, pero nunca decía nada, se limitaba a aguantar el impulso para que no me sintiera incómoda. Todas se dieron cuenta, todas sabían en que pensaba.
-Me temo que sigue sin pasar nada- dijo Gio.
-No puedo, siempre lo acabo recordando y sé que Dougie quiere.
-Claro que quiere, es un tío, pero si piensas en eso es porque haces por recordarlo, Dougie no te hará daño y lo sabes.
-Claro que lo sé pero…
-Venga, no tiene que ser lo mismo Ashley, no sé cómo será Dougie en la cama pero…
-¿Podemos dejar este tema?- dije ya roja.
-Lo que quería decir, Dougie te tratará bien, no como lo hizo Jerry, concéntrate solo en él e intenta no pensar en lo que pasó, Dougie no te forzará a nada, y ya has tenido pruebas suficientes.
Asentí y dejaron el tema. Salimos del baño y nos fuimos del centro comercial ya que era hora de cenar. Según Miriam no la tenía que dejar en casa de Harry ya que estarían todos en casa de Tom, así que fuimos todas a su casa. Nada más llegar y dejar el coche aparcado todas pasaron y yo fui la última en entrar.
-Vaya Ashley, estás increíble- dijo Tom cuando entré, a Gio ya se lo había dicho antes.
-Dougie está arreglándose, enseguida baja, mientras creo que puedes sentarte, va para rato- me informó Danny.
-Ven aquí enferma- me dijo Harry y yo le hice caso-. Creo que a Dougie le va a dar algo cuando te vea.
-Eso es porque no suelo llevar estas cosas.
-Que solo te pones por él.
-Y porque tu novia me ha obligado a ponérmelo y a comprarlo.
-Ya decía yo que te veía más alta, mira que zapatos, son como los que se pone Geo para que me sienta pequeño, pero tú no lo conseguirás enana- dijo Danny levantando mi pierna y quitándome el zapato.
-Póntelos- dije dándole el otro- y baila con Geo, ya verás que cómodo es llevarlos.
-Seguro que no es para tanto- dijo quitándose sus zapatos para ponerse los míos que le estaban pequeños.
Danny se levantó y Geo le cogió de la mano y empezó a darle vueltas, a lo que Danny se cayó a la primera al suelo, ante lo que todos reímos excesivamente, incluso el propio Danny, que tiró al suelo a Geo con él por haberle tirado a él con las vueltas.
Mientras todos estábamos en pleno momento de risas, Dougie llamó a Gio desde arriba y esta, que ya sabía perfectamente que quería, al contrario que yo, subió las escaleras en su ayuda.
-Toma, te los devuelvo que el enano va a bajar enseguida, no sé cómo puedes andar con ellos.
-Pero sí “no es para tanto”.
-Tengo que admitir que tiene mérito llevarlos.
-¿No puedes reconocer que te has equivocado?
-Danny Jones nunca se equivoca.
Yo puse los ojos en blanco ante tal estupidez, pero bueno, al fin y al cabo era Danny, no podía cambiar, él era así. Me puse los tacones, que no tardaría en volver a quitarme, y Gio bajó, así que no dudé en preguntar.
-¿Qué quería?
-Es una sorpresa, ahora lo verás, ya baja.
Lo que tardó en decir eso, bajó Dougie.

¡Hola hola lagartos! Sé que ha pasado mucho tiempo (más de una semana) peeero, estoy de vuelta con un capítulo soso, aburrido y poco interesante, pero ya vendrán mejores, es un capítulo de estos de transación entre caps.
Siento no poder subir más seguido pero ahora solo podré subir un día a la semana y con suerte dos, porque claro, tengo las clases y encima ahora he empezado la EOI así que me quita más tiempo por lo que subir va a ser MUY difícil pero lo intentaré todo lo posible.
Como siempre, COMENTARIOS, soy feliz leyéndolos y no vienen mal en estas épocas, en cuanto vea 3 o 4 yo subo, ya sabéis (y cuando el tiempo me lo permita). Sed felices lovers. Bye <3