martes, 26 de marzo de 2013

The Heart Never Lies Capítulo 68

Capítulo 68.- De vuelta a casa.

No había sido una buena idea pasar por el trabajo hoy. Eso me dije a mi misma frente a la máquina de cafés, tomándome el sexto del día. Estaba agotada,  no había dormido nada y encima, según la llamada que recibí de Tom, a Dougie le habían dado el alta y ya estaba en casa. Era una buena noticia, sin duda, pero quería estar desesperadamente con él. Miré el reloj resignada y volví a mi mesa de trabajo.
-¿Cuántos van?- me preguntó Miriam.
-Seis, ¿se nota demasiado que no puedo mantenerme en pie?-Mucho. Dime una cosa, ¿cuánto has dormido en total estos dos días?
-Cuatro horas en total a lo mejor.
-¿Cuánto te queda para terminar?
-Nada, estoy adelantando trabajo para mañana.
-Bien, pues vámonos. Vas a casa, descansas y mañana sigues.
Asentí y me levanté después de apagar el ordenador para ir detrás de Miriam. El café y la música a todo volumen del coche de Miriam ayudaron a que no me quedase dormida durante el trayecto a casa. Miriam decía que iría a casa a descansar, pero sabía perfectamente que no iba a tener mucho tiempo para descansar. Tras llegar a casa aparcó directamente para bajarse ella también del coche.
-¿Está Harry en casa?
-Sí, se ha quedado con Dougie hasta que llegases, me ha mandado antes un mensaje.
Entramos en casa en la que, a simple vista, no había nadie, así que fuimos arriba a ver si estaban allí, y así era. En nuestra habitación estaban Dougie y Harry jugando a las cartas, aunque no parecía un simple juego de cartas, porque la apuesta eran prendas de ropa y ambos estaban únicamente en bóxers.
-Menudo recibimiento…- dijo Miriam que, obviamente, estaba encantada, y como para no estarlo.
-Si queréis uniros podemos vestirnos y volver a empezar, aunque como sois unas gallinas…-dijo Harry cuando llegamos a su altura.
Me subí a la cama y me puse al lado de Dougie, que estaba tumbado. Sin la camiseta pude ver la venda en su abdomen sobre la herida, pero antes de sentirme culpable se acercó rápidamente a mis labios, con urgencia. Yo solo pude responderle con la misma intensidad, hasta que Harry carraspeó y yo me separé.
-Te he echado de menos- susurró, aunque todos lo escucharon.
-Te ha echado de menos porque lo que quería era que jugaras tú también y que perdieras para verte desnuda.
-Mentiroso. Ese eres tú, que andas muy necesitado.
-Ah, ¿sí?- preguntó Miriam-. Yo me apunto a jugar. ¿Qué dices tú Ash?
-Yo solo juego si juega Ash- dijo Dougie.
-Antes no decías eso.
-Porque has insistido mucho y porque eres un aburrido.
-Bueno chicos, si queréis que juguemos tendremos que poner las condiciones.
-Dime cariño, ¿cuáles son tus condiciones?
-Primero, ¿juegas Ash?
Todos esperaban que lo hiciera, y poco importaba mi cansancio entonces, así que asentí.
-Vale, si ganamos nosotras tendréis que hacernos el desayuno todas las mañanas.
-Dougie eso ya lo hace, y tiene que guardar reposo.
-Jo, entonces las apuestas no van a ser divertidas… Bueno vale, el que gane después decide que quiere que haga el resto.
-Me parece justo. Yo voy a vestirme- dijo Harry.
-¿Para qué? Puedes dar tu ropa igual.
-Para sorprender. Y tú, vístete también Dougie- dijo antes de entrar en el baño con su ropa.
Dougie bajó las piernas de la cama con dificultad y se agachó para recoger la ropa. Le dolía, y eso se veía.
-Doug, no hagas esfuerzos, yo te ayudo- dije haciendo que se pusiese recto.
-Puedo yo…
-No, no puedes, sé que te duele, así que ya que quieres jugar así me dejas ayudarte.
-Nunca pensé que me fueses a ayudar a vestirme- dijo mientras intentaba subir sus bermudas por sus piernas, una de ellas escayolada.
-Todo esto es mi culpa, es lo mínimo.
-Creo que no he escucahdo bien- dijo cuando el fin le subí los pantalones.
-Has escuchado bien. Es mi culpa y lo sabes.
-Pues no, no lo sé, porque es mentira. No es tu culpa.
-Chicos…- intentó interrumpirnos Miriam cuando Harry salió del baño.
-¡Sí lo es! Si me hubiese ido con Jerry no te hubiese pasado esto.
-No hubiese permitido que hicieses eso y lo sabes.
Harry y Miriam en ese momento en el que no sabían que hacer se escondieron en el baño, aunque de eso no me enteré inmediatamente.
-Claro que lo sé, pero, ¿y si te hubiese dicho que no te quería?
-Ni aún así, porque sé que es mentira.
-¿Cómo lo sabes?
No respondió, en su lugar se levantó, incorporándose con las manos. Yo fui hacia él dispuesta a impedirlo.
-¿Qué haces? Tienes que reposar.
-Demostrarte que me quieres.
-Nunca dije que no lo hiciera- dije ya con lágrimas en los ojos.
-Ven aquí- dijo abriendo los brazos. Yo me refugié en ellos, abrazándole con fuerza, quizá demasiada, aunque a él no pareció importarle-. Escúchame, ¿vale? Lo haría mil veces más si fuese necesario. No pienses nunca que voy a quedarme de brazos cruzados mientras ese capullo te hace daño. No quiero volver a escucharte decir eso, nunca.
-Prométeme que tendrás cuidado y no te pasará nada. No podría vivir con eso.
-Te lo prometo, pero ahora relájate un poco, ¿vale?- dijo apartándome un poco. Cuando me iba a besar la puerta del baño se abrió.
-Bueno vale tortolitos, ¿queréis jugar o no?
-¿La verdad? No.
-Oh venga, solo un rato, luego duermes.
-¿Tienes sueño?- preguntó Dougie antes de darse cuenta-. Si lo sé no te dejo dormir en el hospital.
-¿Cómo me lo ibas a impedir? Me iba a quedar de todos modos.
-Bueno, ¿jugamos?
Asentí y empezaron a repartir las cartas para jugar al póker. Yo era malísima, así que era la que más ropa había perdido al cabo de un tiempo. Con unas cuantas partidas más, retrasando mucho el momento de quitarme prendas de ropa vitales, llegó el momento de elegir entre mi camiseta y mis pantalones. Me decidí por lo segundo, ya que con la camiseta básica que me quedaba me podía cubrir un poco.
-Te toca enseñarnos tus encantos Dougie- dijo Harry provocador cuando Dougie perdió una de las partidas. Se quedó con la camiseta, quitándose los pantalones como pudo porque, aunque le ofrecí ayuda, no la quiso.
Al final me tocó desprenderme de todo lo que me impedía estar en ropa interior para quedarme únicamente con aquel conjunto de rayas rojas y negras que tanto gustaba a Dougie.
-Creo que a alguien le quedan dos prendas para perder…- dijo Harry.
-No, ya he perdido, directamente. No voy a jugar más.
-Gallina…
-Harry, que más te da, has ganado. Déjala descansar- dijo Dougie defendiéndome.
-Podéis quedaros a dormir si queréis, hay varias habitaciones libres con camas de sobra. Si queréis os acompaño.
-Cariño, ellos pueden solos, tú quédate aquí conmigo.
-Sí, nosotros vamos a… seguir jugando- dijo Miriam cogiendo a Harry de la mano y saliendo de nuestra habitación antes de cerrar la puerta.
-Quizá debería dormir yo también en otra habitación.
-¿Qué tontería es esa?
-Porque ya sabes que yo me muevo mucho cuando duermo y puedo hacerte daño- dije antes de bostezar.
-Anda ven aquí- dijo después de quitarse la camiseta, abriendo sus brazos.
Yo, que aún estaba en ropa interior, y así iba a dormir, me acomodé en su brazos, intentando no hacerle daño.
-¿Te hago daño?- pregunté alzando la cabeza para mirarle.
-No tranquila, nunca he estado mejor.
Y antes de poder decir nada me besó, aunque no fue un beso cortito de buenas noches, se dejó llevar completamente y, cuando hacía eso, yo hacía lo mismo. Pasé mis manos por su pelo una y otra vez mientras él con su mano acariciaba mi abdomen. Siempre quería acabar igual, aunque quizá no se hubiese dado cuenta, pero me moría de sueño, así que, con todo mi control, me separé de él.
-Lo siento, tienes que descansar- dijo acariciando mi pelo-. Pero no vuelvas a dormir tan poco, luego no te sienta bien.
-Claro, eso es porque luego no puedo hacer lo que quieres hacer.
-En parte. También es porque me preocupo por ti.
-Si yo hiciera eso me iría a otra habitación y no te haría daño.
-No seas tonta, te preocupas por mí, si no, hubieras dormido algo.
-Bueno, creo que debo dormir.
-Te dejo dormir. Buenas noches.
-Buenas noches.
Y después de aquello, cerré los ojos y tardé un par de minutos en dormirme entre aquellos brazos que tanto me calmaban.

¡HOLA LAGARTOS! ¿Qué tal las vacaciones? Cortas, lo sé. Aquí estoy un día más con un  capítulo que tiene de interesante lo que los monólogos de filosofía de la Celestina, pero aún así, como es una chorrada enorme y no es triste, espero que os guste. El siguiente es un poquito mejor.
Como podéis comprobar para vuestra desgracia no, no hay secso (sé que esto a @CeliaGGH la va a decepcionar mucho).
CHANANANANANA Ya hemos entrado en la cuenta atrás de los últimos 10 capítulos, que tengo que decir, creo que pasa en estos 10 capítulos lo que no ha pasado en todo el fic (siempre me acelero) así que espero que os guste lo que queda por venir.
¡COMENTARIOS QUE SON GRATIS Y NO HACE FALTA ESTAR REGISTRADO! Igual que a vosotras os gustan mis caps a mi me gusta leer vuestros comentarios, me ayudan a saber que queréis y a mejorar para los próximos fics. 
Y no meto más rollo, @DearWeirdMaria se despide. Sed felices <3

domingo, 17 de marzo de 2013

The Heart Never Lies Capítulo 67

Capítulo 67.- Ánimos renovados.

Íbamos en el coche de Tom camino mi casa. Yo me miraba las manos con expresión distraída. Sabía que Dougie no estaba solo, pero aún así, necesitaba con todas mis fuerzas estar con él, mi ancla a la realidad. Pero él me conocía demasiado bien, con una sola de sus miradas había conseguido que me viniera a casa.
-Venga Ash, alégrate un poco. Solo es una ducha y volvemos, además, está bien acompañado.
-Lo sé Tom pero… Sigo pensando que es mi culpa y cada vez que le veo postrado en esa cama se me cae el alma a los pies.
-Ash, deja de torturarte, no-es-tú-culpa, díselo a Dougie y ya verás lo que te dice.
-Pero es que si Jerry no hubiese sabido quien era Dougie…
-Lo iba a saber tarde o temprano y lo sabes. Ni aunque te hubieses ido con Jerry esto hubiese cambiado. Dougie habría ido a por ti y serías dos los afectados.
Llegamos en cuestión de minutos y, cuando abrí la puerta de casa, la sentí vacía. Sabía que no podía estar allí yo sola sabiendo que Dougie estaba en el hospital. Tom se quedó abajo viendo la tele mientras yo subí a ducharme. Pasé antes por la que era nuestra habitación para buscar algo de ropa que ponerme. La casa estaba mucho más decorada que al comprarla, y eso se notaba en nuestra habitación. Contemplé aquel cuadro colgado de la pared con una foto de ambos en blanco y negro, sonrientes. Sonreí al verla y entré en la ducha con energías renovadas. Ver aquella foto me había hecho recordar todos los buenos momentos, recordar que lo importante era que él estaba vivo y que, aunque ahora necesitaría mucho reposo, siempre sería él, y estaría ahí, al igual que lo haría yo.
Todavía llevaba puesto el vestido de la boda, así que me sentí mucho mejor sin maquillaje, con unos vaqueros, mis converse negras y una camiseta ancha del mismo color. No tardé más de 15 minutos y, cuando estuve lista, Tom ya no estaba en el salón, así que miré en la cocina donde lo encontré preparando unos cuantos bocadillos.
-Como supongo que no querrás que tarde más tiempo en cocinar he preparado bocadillos para todos con lo poco que teníais.
-Supones bien, pero no tengo hambre.
-Tengo la obligación de darte de comer según Dougie. Toma, es de jamón- dijo tendiéndome uno de los bocatas.
-¿Había jamón en la nevera?
-Lo compré por encargo de Dougie, me dijo que te encantaba.
-Es tan atento…
-Claro que lo es así que, ya que ha hecho el esfuerzo, te lo comes.
-Vale… Me lo voy comiendo en el coche, ¿vamos?
Tom asintió y, dándome una bolsa con bocadillos para todos, fuimos camino al coche. Habíamos tardado media hora a lo mucho en la parada, y me había servido para encontrarme mejor y reponer fuerzas. Cuando llegamos al hospital Danny y Geo estaban en la máquina de cafés así que nos acercamos a ellos.
-Enana, veo que ya has hecho caso a Dougie y creo que te ha sentado bien.
-Sí, ¿tienes hambre pecoso?
-Bastante, no he comido nada.
-Toma- dije tendiéndole dos bocadillos- , uno para ti y otra para Geo- Danny cogió uno de los bocadillos y Geo el otro.
-Gracias enana, ¿los has hecho tú Tom?
-Claro, mientras Ash se duchaba.
-El resto están en la habitación, corre enana, que estás deseando ir.
No hacía falta que dijese más. Fui a la habitación, donde estaban todos dispersados en el sofá cama. En cuando entré Dougie ya miraba hacia mi dirección. Le dediqué una diminuta sonrisa antes de ir hacia donde estaba el resto.
-¿Tenéis hambre?- pregunté y todos asintieron, así que los pasé la bolsa con los bocadillos-. Uno para cada uno-advertí mirando a Harry cuando Tom entró por la puerta.
-Gracias enferma- me dijo este, sonreí y fui a sentarme en el sillón que estaba al lado de la cama de Doug, cogiendo su mano. Sonrió cuando lo hice.
-Veo que has hecho lo que te pedí- asentí-.Si te pido que duermas en casa esta noche, ¿lo harías?
-No, por ahí no paso, esta noche me quedo aquí contigo.
-Te quedaste ayer, necesitas descansar, en una cama.
-Me da igual, puedo dormir aquí también. Me voy a quedar y no hay más que hablar.
-Eres una cabezota, pero me encantas.
-Y tú a mí tonto- dije acariciando su cara. Aunque en otras circunstancias quizá nos hubiéramos besado, este no era el momento, no cuando la habitación estaba llena de gente.
Dougie ante eso puso cara de desaprobación.
-¿Alguien más se va a quedar esta noche?- preguntó.
-Me quedo yo- dijo Jazzie-. Aunque me iré pronto, tengo que ir a trabajar.
-¿Tú no tienes que trabajar también?- me preguntó enarcando las cejas.
-Sí, pero si Miriam se lo dice a la jefa lo entenderá.
-Bueno, ya sabes que a cambio de la exclusiva- corrigió Miriam.
-Sí, lo sé, pero es mejor no dar muchos detalles.
-Ash, seguramente yo salga en tres días de aquí, y es preferible que vayas a trabajar y luego vengas, solo para no tener que explicar nada.
-Sí Ash, lleva razón, nosotros nos quedaremos con él, así que mañana vas a trabajar.
Asentí resignada, aunque no me gustaba nada la idea de estar alejada de Dougie sabía que era lo mejor para todos.
La tarde transcurrió lenta y yo no me separé en ningún momento de Dougie hasta que vino el médico a examinarle. Según él, iba todo muy bien. Si se encontraba mejor y prometíamos que guardaría reposo se podría ir mañana mismo a casa.
Llegó la noche y con ella la hora de que todos se fueran. La última en salir de allí fue Sam, que aprovechó para hablar un poco con su hijo.
-Veo que ya conoces a Ashley, aunque no era la manera de haberla conocido.
-Lo importante es que sé quién es. Y sé que te quiere, y mucho- dijo mirándome con una sonrisa.
-¿Le has dicho algo a mi madre que no sepa?
-¿No sabías lo mucho que te quiero?
-Quizá necesito que me lo vuelvas a decir.
-Bueno vale chicos, me voy, lo capto. Mañana vendré.
-Te acompaño- dijo Jazzie, y juntas salieron de la habitación, dejándonos solos por primera vez en todo el día.
-Creo que me debes algo- me dijo.
-¿Qué te debo si se puede saber?
-Ya sabes, te besaría ahora mismo pero dudo que me dejes incorporarme para hacerlo.
-¿Y si decido no besarte?
-Pues probablemente lo haré yo, y eso te enfadará. Me duele tenerte tan cerca y no poder besarte.
No dejé que dijese nada más porque me acerqué y le besé lentamente. Él me siguió, pero no aumentó la velocidad, ese beso era lo que ambos necesitábamos para saber que estábamos ahí, que él seguía vivo. Nuestras respiraciones se aceleraron y eso se notó en la máquina que le medía el pulso a Dougie. Me separé antes de que el sonido alarmase a alguien. Él, como siempre, puso cara de desaprobación.
-¿Quieres hacerlo en el hospital o qué? –le pregunté con una sonrisa.
-Sería… Interesante- dijo, claramente desafiándome.
-Pues puedes soñarlo, porque no pasará.
-Vaya, acabas de destruir una de mis fantasías sexuales. Bueno, todavía te puedes disfrazar de enfermera cuando lleguemos a casa.
-De eso nada- dije seria, pero ambos reímos.
-¿Me he perdido algo?- dijo Jazzie que llegaba en ese momento con la comida para todos.
-Nada hermanita, cosas de pareja.
-Cosas de pareja… Entiendo.
Ahora reímos todos en aquel triste lugar porque al fin y al cabo, las cosas habían salido bien.

¡Hola lectores! Bueno, tengo que decir para los que leáis esto, que he tenido que volver a reescribir esta parte porque blogger me odia y ayer, editando la entrada desde el móvil (he aprendido que no tengo que volver a hacerlo jamás de los jamases) se me quitó casi medio capítulo y hoy lo he tenido que volver a poner.
Bueno, como dije en lo que puse ayer, que aunque este cap es sosillo y más corto de lo normal, ya vendrán mejores y que esta historia está en sus últimas porque tiene 78 capítulos, así que pronto llegarán los 10 últimos, pero que no es preocupéis (aunque no espero que lo hagáis) porque estoy preparando otro fic que empezaré a subir en verano seguramente ya que la gente tiene más tiempo y demás.
Espero subir estas vacaciones porque tendré más tiempo, aunque ya que está en su recta final no creo que sea entrada por día.
¡COMENTARIOS! Son gratis, me hacen feliz y ya sabéis, no hace falta estar registrado para comentar (bueno, eso en teoría, luego mi blog me vacila, como siempre) @DearWeirdMaria se despide. Sed felices, Dougie os cuida. XOXOXOX GOSSIP GIRL.

domingo, 10 de marzo de 2013

The Heart Never Lies Capítulo 66

Capítulo 66.- Despertar.

-¡N-no le toques! ¡Dougie no! ¡Quédate conmigo!

-¡Ashley! Despierta, es solo un sueño.
Al parecer no había dicho esas palabras solo en mi mente. Me desperté sobresaltada, estaba arropada por una manta y Sam, la madre de Dougie, estaba a mi lado, mirándome preocupada.
-¿Cuánto he dormido? Lo siento, no tendría que haberlo hecho.
-Solo un par de horas. No te preocupes, debes de estar agotada.
-Solo un poco, pero puedo aguantar.
-Te he traído un café, creo que te vendrá bien.
-Gracias- dije cogiendo el vaso caliente con ambas manos.
-No tienes por qué darlas.
Después de eso se instauró un silencio un poco incómodo que ella decidió romper.
-Así que tú eres la chica que tiene enamorado a Dougie, su novia- asentí-. Me habla mucho de ti, te quiere muchísimo y por lo que veo, tú también a él.
-Como para no hacerlo. Su hijo es… Perfecto. Es cariñoso, amable, comprensivo…
-Es guapo, ¿no? Ya sabes, una madre siempre ve guapo a su hijo.
-Sí, lo es, mucho. Es todo lo contrario a mi antiguo novio- dije mirando al suelo.
-Háblame de tú por favor, todavía no soy tan vieja como para que me trates de usted- yo asentí y sonreí-. ¿Qué pasa, tu anterior novio no era guapo?
Me reí un poco ante su ocurrencia, de todo lo que le había dicho se quedó con que era guapo.
-A su manera, pero no es por eso por lo que es lo contrario a Dougie, es… Por su carácter.
-¿Fue él quien le hizo esto a Dougie?
Asentí y volvía a llorar, iba a decir algo pero la corté.
-Si me hubiera ido con él… Dougie estaría bien, aunque a mi probablemente me hubiera vuelto a violar p-pero hubiese preferido que Dougie estuviera bien.
Sam me abrazó al ver lo desconsolada que estaba, ahora más que nunca. No solo era recordar lo ocurrido, era contrastarlo con la realidad.
-Tranquila, Dougie está bien y tú estás con él.
-P-pero no está tan bien como debería.
Te he escuchado antes, y no tienes la culpa de esto, deja de torturarte.
-No puedo.
-Inténtalo- dijo apartándome un poco de ella para que la mirara a los ojos. Asentí y me limpié las lágrimas con el dorso de la mano.
-¿Sabes? Creo que esta no tenía que haber sido la forma de conocernos. Seguro que Dougie tenía pensado algo, él quería que te conociera. Yo le decía que seguro que no te iba a gustar, pero él me respondía que no era a ti a quien tenía que gustar, si no a él, y que ya le gustaba.
-No tenías que preocuparte por ello, creo que Dougie no podría tener una mejor novia que ti, ha escogido bien, mejor que la última vez.
-Es un consuelo, creo que es la segunda buena noticia del día.
-¿Cuál es la primera?
-La boda de Tom, aunque no ha salido muy bien que digamos.
-Tom siempre ha sido como un hermano mayor para Dougie, sé que querría saber esto.
-Lo sé- dije contemplando a Dougie respirar tranquilamente.
La noche fue pasando y, a pesar del café, me quedaba dormida a ratos. Sam también se quedó dormida gran parte de la noche, y no la culpaba, los hospitales daban mucho sueño. Cuando amaneció, para ser más específicos, a una hora decente para despertarse, Sam se despertó de uno de sus sueños cortos. Yo estaba despierta desde hacía un rato, técnicamente había dormido unas tres o cuatro horas entre cabezadas.
-Voy a por algo de desayunar, ¿quieres algo?
-No gracias, he comido hace un rato.
-Está bien, enseguida vuelvo.
En realidad no había comido nada, pero tampoco tenía fuerza para comer, ni quería hacerlo. Sabía que si decía que no tenía hambre al final me acabaría obligando a comer algo. Llegó con un sándwich de máquina y se lo fue comiendo en silencio.
Los demás llegaron a la hora de comer, y con ellos llegaban Tom y Gio, que debían de haber aplazado su luna de miel por Dougie. Tom, después de comprobar el estado de Doug, vino hacia mí y me cogió las manos, agachándose a mi altura.
-¿Qué tal estás?
-He estado mejor otras veces. No tenías que haberte enterado de esto.
-Imagino, lo estás pasando mal. Chorradas, tenía que saberlo y lo sabes.
-Claro que lo sé, pero es que… Cada vez soy culpable de más cosas.
-Hey, no digas eso, sabes que no es verdad. Nada de esto es culpa tuya.
Me callé en cuanto dijo eso, no valían los ánimos, seguiría sintiéndome culpable y a cada momento que pasara aún más. No quería discutir con Tom lo muy culpable que me sentía, no, no quería hacerlo después de haber sido la causa del desastre de su boda. No quería dejar a Dougie y si despertaba no estar con él, pero necesitaba salir de allí.
Me levanté del sofá y, echándole una mirada a Dougie antes, me marché de la habitación hacia la máquina de cafés. Apreté con dedos temblorosos el botón del chocolate y me puse a llorar todo lo disimuladamente que pude, secándome las lágrimas acumuladas con el dorso de la mano. No me gustaba llorar tanto, pero últimamente es lo que hacía. Cuando las cosas se ponían difíciles, llorar y el silencio eran mi escudo.
-¿Ash? ¿Estás bien?- era la voz de Miriam, pero no podía verla, me había puesto de espaldas a la puerta por lo mismo, para no ver a nadie y que nadie me viera. Pero supongo que una chica con un vestido de fiesta es demasiado llamativa.
-Sí, no te preocupes, vuelve con los demás- respondí intentando recomponerme.
-De eso nada, sé que no estás bien- dijo acercándose hasta poder ver mi cara bañada por las lágrimas-. Ashley… Se va a poner bien, de un momento a otro despertará.
-Es que no es ese el problema.
-¿Cuál es entonces?
-Pues todo, se me cae todo encima y no puedo más. Ni si quiera puedo mirar a Tom a la cara, y no estoy segura de que cuando Dougie despierte pueda hacerlo.
-No seas tonta. Primero, no tienes la culpa de nada de lo que ha pasado, deja de torturarte, aunque sé que por mucho que te lo digamos nosotros no te va a servir para nada, porque solo cuando Dougie te lo diga vas a empezar a creértelo. Y segundo, claro que vas a poder mirar a Dougie, si despierta vas a ser lo primero que va a querer ver. Así que, tómate el chocolate antes de que se enfríe, te relajas un poco y pasas a la habitación.
Asentí y me senté a tomarme el chocolate, cosa que me tranquilizó bastante. Mientras lo hacía le pedí que me contará cualquier idiotez sin importancia para distraerme un poco, y la verdad es que funcionó bastante bien. Ya casi había terminado cuando Gio salió corriendo por el pasillo hacia nosotras. En seguida, sin necesidad de una palabra suya, fui a la habitación, tirando lo que quedaba de chocolate a la basura, intentando serenarme mientras Gio buscaba un médico.
En cuanto entré vi que todos estaban a su lado en la cama, formando un corro a su alrededor, pero Harry me dejó un hueco al lado de una de sus manos. Me acerqué cautelosa. Cuando estuve más cerca vi como tenía los ojos abiertos, aunque un poco entrecerrados, y miraba a cada una de las personas de allí, buscando a alguien. Supe que era a mí cuando se paró en el lugar en el que yo me encontraba y en su cara se notó el alivio de encontrarme a su lado. Mis ojos se llenaron de lágrimas y agarré su mano con fuerza. En ese momento llegó el médico y nos dispersó a todos mientras le hacía la revisión a Dougie. Nos dejó permanecer en la habitación porque fuera pasaba mucha gente que podía conocernos y la habitación era bastante grande.
-¿Qué tal está?- preguntó Sam.
-Parece que bien. Intente respirar con normalidad- le pidió a Dougie mientras le quitaba el tubo de respirar. Tosió un poco y empezó a respirar dificultosamente, pero con el tiempo se fue estabilizando-. ¿Bien?
Dougie asintió. El médico le hizo alguna pregunta más sobre cómo se encontraba y, tras informarnos de que estaba bien, salió de la habitación. En cuanto lo hizo fui hacia él y volví a agarrar su mano con una mano mientras que con la otra acariciaba su cara.
-Estás bien, estás bien- no paraba de repetir.
-He estado mejor otras veces- dijo con voz ronca.
El resto se fue acercando por donde podían, porque yo no tenía intención de soltar la mano de Dougie, era como mi ancla a la realidad. Con el tiempo Dougie empezó a contestar a las preguntas que le hacían con una voz más normal.
-¿Por qué no os fuisteis de luna de miel?- preguntó a Tom.
-¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Crees que me hubiese quedado a gusto estando tú aquí?
-Ya sé que no, pero cuando salga de aquí quiero que os vayáis, no lo aplacéis más.
-Está bien, pero creo que vamos a tener que aplazar la gira porque…
-Chorradas, puedo ir perfectamente.
-Dougie… Tienes que descansar- le dije yo.
-Ash, estaré bien, dentro de unos días estoy como nuevo. ¿Podrías hacerme un favor?- yo asentí-. Ve a casa, dúchate, cámbiate y come algo.
-Pero…
-Me has dicho que lo harías- dijo mirándome con sus profundos ojos azules.
-Pero no quiero separarme de ti ahora.
-Seguiré aquí cuando vuelvas, no me voy a mover. Por favor, hazlo por mí.
-No juegas limpio.
-Lo sé, pero sé que es la única manera de que me hagas caso.
Suspiré resignada.
-Yo te acompaño- se ofreció Tom.


¡Hola hola lectores! Hoy seré breve, no tengo tiempo. Cap después de 445496454654 años, pero es que bachillerato me come la vida lentamente y no tengo tiempo para subir, pero ya he acabado los exámenes así que aquí tenéis el esperado cap. 
Este cap se lo quiero dedicar a @BrittanyHolden6 porque hoy es su cumpleaños, así que medio chocolate, aquí tienes mi regalo. Y también quiero dedicárselo a mi lagarta @CeliaGGH porque aunque mi intención era subir otro cap por tu cumple no pude.
Espero que os guste, y ¡COMENTARIOS QUE ME HACEN FELIZ Y SON GRATIS :D! 
@DearWeirdMaria se despide. Besos lagartos míos.