martes, 21 de octubre de 2014

Not Alone Capítulo 15

Capítulo 15. - Just remember to smile and that’s a good enough start.

                Las semanas pasaban allí en Londres y yo a penas era consciente del tiempo. Tan solo sabía que algún día tendría que volver al instituto y me iba a costar, porque llevaba mucho retraso, así que un día decidí hablar con Danny sobre eso.
                —Hey, ¿qué tal enana? ¿Qué querías? — preguntó.
                Yo había entrado en su habitación, interrumpiendo una nueva composición. Normalmente me molestaba que me llamase enana, pero ya no. Me hacía sentir protegida, lo que era, su hermana pequeña y también me hacía sentir que no estaba sola, que le tenía a él.
                —Verás Danny, creo que como hermano mayor deberías ser tú quien dijera esto pero como sé que no lo dirás…
                —No me digas que me vas a dar una charla de sexo.
— ¡No seas idiota! El caso es que tengo que ir al instituto.
—Ah eso… ¿Para qué quieres ir? El enano ya no va.
—La diferencia entre Lee y yo es que él tiene trabajo y yo, si quiero tenerlo, debo estudiar. Además, debo ir.
—No, si al final vasa ser la responsable de la familia. ¿Por qué no te dedicas a la música?
—Porque yo no tengo miles de seguidoras que mojan las bragas por verme.
— ¿Tengo esa clase de fans?
—Tendrías que ver la clase de gente que hay. Bueno, el  caso, me tienes que llevar.
— ¿Cómo que te tengo que llevar? No puedo Nat, tengo…
—Daniel Alan David Jones, eres mi hermano y por ello mi tutor, así que tú me acompañas. Y tiene que ser hoy para empezar mañana. Llevo ya mucho retraso.
—Vale, vale…
Después de esperar un largo rato a que Danny se arreglara estuvimos buscando un instituto cercano, aunque su casa estaba un poco lejos de todos. Encontramos uno que tenía buena pinta y fuimos a hablar con la directora, la cual no puso muchas objeciones dado quién era mi hermano. Tras firmar papeles varios volvimos a casa. Yo empezaría al día siguiente.
Cuando llegamos a casa, Lee y Harry jugaban a la play mientras Tom hacía la comida, como siempre. Mi hermano decidió unirse a la panda de gandules mientras yo iba a ayudar a Tom.
—Hola Nat, ¿dónde habéis estado?
—He obligado a Danny a que me apunte al instituto. Me gustaría hacer algo con mi vida, ya sabes. Tener al menos el graduado escolar.
— ¿No querías dedicarte a la música?
—Me gusta, ya lo sabes, pero siempre es bueno tener algo de repuesto. No creo que pueda conseguir lo que vosotros habéis conseguido.
—Yo creo que eres muy capaz, pero me parece bien que tengas tan claras las cosas. Los otros tres creo que todavía no tienen claro que hacer con sus vidas.
—Sí que lo tienen, les encanta no hacer nada.
—Cierto. Pero desde que tú estás aquí empiezan a hacer más cosas. Los estás cambiando.
—Si a ir a la compra obligados lo llamas cambiarlos, creo que sí.
—Yo no lo consigo ni obligándolos, pero supongo que será que tú eres una chica y tienes más poder que yo.
— ¿Yo más poder? Eso es mentira.
—Danny es tu hermano mayor, eres su debilidad, y Doug y Harry te adoran. Estoy seguro que harían todo lo que tú les pidieses.
—Eso no es así, por lo general pasan bastante de lo que digo.
La verdad es que la parte en la que Harry me adoraba era complicada. Yo era su amiga, como de Lee, pero de amigos a sentir adoración… Tom se pasaba un poco.
Dejamos el tema y terminamos de preparar unos espaguetis que servimos enseguida  en la mesa. En cuanto la comida estuvo en la mesa el juego dejó de tener importancia y fueron corriendo a engullir la comida.
—Oye, digo yo que podíais esperar a que estemos todos— dije con indignación.
— ¿No sabes que hay que comer para crecer Natalie Kate? — me dijo Harry— Deberías probarlo.
—Estúpido— le respondí sacándole la lengua—. Yo necesitaré crecer pero tú ya estás crecidito de sobra.
—Pero necesito engordar para ponerme musculoso como los chicos de las revistas de adolescentes, así gustaré más a las fans y dejaré de ser el miembro insignificante de McFly.
—Sois músicos, no modelos Harry Mark— dije.
Mi cabeza pensó inconscientemente que él estaba bien así, aunque quizá fuesen solo cosas mías. Aún así, ¿en qué demonios estaba pensando?
—Pero los músicos guapos tienen más éxito, más publicidad y atraen más chicas— respondió. Me guiñó un ojo y yo puse los míos en blanco.
—En ese caso no bastará solo con comer, tendrás que apuntarte a un gimnasio si no quieres que te salga tripa y salgas en las revistas, pero de anuncio de “adelgaza en quince días”.
—Já, já, qué graciosa. Yo hago mucho deporte, la batería cansa mucho.
—Eso está por ver.
—Si quieres te enseño y lo compruebas.
La verdad es que yo sabía algo de batería, pero no me apetecía decirlo. La idea de que me enseñara y que viese que sabía era bastante tentadora, así que miré a Danny antes de que hablase para que guardara silencio. Estaba en su mundo, mirando con detenimiento un espagueti, como si la cura contra el cáncer estuviese ahí, así que pasó de mí.
—Vale. Cuando quieras.
—Eso suena a cita— dijo Lee levantando las cejas.
Sorprendentemente Harry y yo nos pusimos rojos como tomates. Lee lo notó.
— ¿Quién ha dicho cita? —preguntó mi hermano saliendo de su aturdimiento.
—Nada Dan, nada. Vuelve a la luna.
— ¿Por qué me tratáis como si fuera tonto? —preguntó
—Porque lo eres— contestó Harry.
— Hey, un respecto. Nat, diles algo.
— ¿De verdad quieres que tu hermana te defienda? Qué pena das.
—Hazz…— comenzó Tom.
—Claro que necesita que lo defiendan, aquí la única que lo llama tonto y con razón soy yo, porque aquí vosotros estáis igualados en tontería. Bueno Tom, tú te salvas.
— ¡Eh! Un respeto a los demás— exclamó Harry.
—Lleva razón, Harry. No tiene sentido contradecirla. Yo había llegado a pensar que era tonto hasta que conocí a Danny.
—Lee, deja a mi hermano que se lo toma muy a pecho.
—Mejor, mejor, que luego llora y escribe alguna canción decente.
—Eh, eso lo hace Tom.
—¿Qué pasa, que aquí soy el único sensible?
—Parece que sí Tom, pero creo que algunos deberían aprender de ti.
— ¿Insinúas que yo no puedo ser sensible? —preguntó Harry.
—La verdad es que no he podido descubrirlo.
Me pareció ver una expresión extraña en su cara, aunque no pude descifrar cuál.
—Eh, que yo soy muy sensible— dijo Lee, claramente indignado.
—Sí, sensible con tus lagartos, porque novia no tienes— respondió Harry.
—Eso es porque estoy casado con mis lagartos.
— ¿Veis? Eso sí que es amor incondicional— dije, y todos rieron.

La verdad es que todas aquellas tonterías eran las que nos hacían un poco más felices cada día. Y las agradecía más que a nada.

¡Hola Galaxy Defenders! Sé que McFly ya prácticamente ha dejado de existir como tal y que es una mierda todo el rollo de McBusted pero... ¡este fic no ha muerto! Y además, no hay Busteds salvajes que aparezcan por ahí. Así que no os preocupéis, que hay fic para rato.
Como siempre, siento el retraso, pero he empezado la universidad y aunque llevo ya más de un mes, estoy intentando habituarme al horario de tarde y hacer algo por las mañanas a parte de lo poco que hago. Pero intentaré subir con más frecuencia.
Espero que el capítulo os guste aunque no pase gran cosa. Ya sabéis, relleno necesario, pero ya vendrán mejores y drama, que sé que os gusta el drama.
Y de nuevo como siempre, COMENTAD con vuestra opinión sobre el capítulo o lo que sea referente al fic, como queréis que continúe, lo que esperáis y tal. Es GRATIS y  NO HACE FALTA ESTAR REGISTRADO PARA COMENTAR. Para cualquier cosa, @DearWeirdMaria a vuestra disposición. Sed felices <3

jueves, 7 de agosto de 2014

Not Alone Capítulo 14

Capítulo 14.- If you deny me one of your kisses, don’t know what I’d do.

Me separé con brusquedad, antes de poder unir nuestros labios, cuando empecé a pensar con claridad. No, no estaba bien. Tampoco quería que pareciese un rechazo así que me escabullí debajo de su brazo y sonreí, quitando importancia al asunto. Al fin y al cabo, no había pasado nada, ¿no? Sabía que me engañaba a mí misma.
—Tenemos que ir a por comida. A no ser que quieras comerte los huevos con  bacon de la basura.
—Vale, captado— respondió él, también sonriendo.
Ambos bajamos las escaleras dispuestos a salir de casa cuando apareció Danny detrás de nosotros.
—Harry, ¿dónde te crees que vas con mi hermana?
Yo suspiré, no sabía que iba a ser tan protector.
—Mira Danny, no soy una cría, se cuidarme sola, igual que he hecho durante dos años y, para tu información, vamos al supermercado, a comprar algo de comida, que os hace falta- Si quieres puedes venir.
—No, gracias. No me emociona la idea. Esas cosas las hace Tom. Te estoy vigilando Harry.
— ¿Quieres parar? Joder Dan, eres pero que…— me callé, pero él completó lo que yo iba a decir.
— ¿Papá?
Yo asentí y me fui de casa cerrando con un portazo para evitar que las lágrimas salieran delante de ellos. Intentaba que no se notara que lo estaba pasando mal.
Me senté en las escaleras y Harry vino enseguida a sentarse a mi lado. Me abrazó. Pensé que no lo haría, no había todavía esa confianza entre nosotros, pero lo hizo. Quizá fuese más abierto con las personas que yo, lo que no era difícil.
—No llores Natalie Kate, Danny no piensa, lo sabes de sobra. Sé que las cosas no son fáciles pero ya no estás sola, nos tienes a nosotros— dijo mirándome a los ojos una vez deshizo el abrazo.
— ¿Quién te lo ha dicho? —le pregunté secándome alguna lágrima que había empezado a descender por mi cara.
—Dougie, sólo quería que no sacase el tema delante de vosotros, no le culpes.
—Hizo bien, era algo que debíais saber.
—Bueno, ¿vamos a comprar algo para comer?
—SI te digo la verdad, no tengo ganas, pero habrá que comer algo.
Harry se levantó y me tendió la mano. Yo se la cogí y nos fuimos de camino al supermercado. Cuando llegamos Harry cogió un carro.
—Señorita, su carroza ha llegado— dijo señalando el carro.
— ¿De verdad me tengo que subir ahí?
—Por supuesto.
Vio que no tenía intención de hacerlo, así que me cogió y me subió el mismo.
—Pesas mucho Natalie Kate.
— ¿Me estás llamando gorda Harry Mark? Aquí el delgado eres tú.
—Pero, ¿qué dices? Soy muy fuerte, tan fuerte que puedo llevar el carro contigo dentro.
—Me estás llamando gorda.
—Te estoy llamando pesada, todavía no sé si en ambos aspectos.
Acabé por sonreír.  Tras eso fuimos pasando de pasillo en pasillo con mil carcajadas, yo en el carro y Harry al mando. Harry solo quería echar basura al carro, por lo que supuse que no habrían estado comiendo otra cosa en todo este tiempo.
Cuando el carro se empezó a llenar me tuve que salir para poder meter más cosas. Las horas pasaban rápido y, sin darnos cuenta, a la hora de la comida teníamos el carro lleno.
Fuimos a la caja y, tras pasarlo todo, Harry pagó. Entre los dos llevamos las mil cosas que teníamos a casa. Llegamos cansados del peso así que lo soltamos nada más entrar en casa.
—Dougie, Danny, venid y meted toda la comida en la nevera. Ya— dijo Harry una vez hubo cerrado la puerta.
Mi hermano y mi amigo llegaron y miraron con cara rara la comida.
— ¿Por qué nosotros?
— ¿No te paree suficiente razón que hayáis estado durmiendo toda la mañana querido hermanito?
—Vale, vale. Captado. Vamos enano.
Mientras los dos recogían, Harry y yo nos sentamos en el sofá y nos pusimos a ver la tele.

{POV Tom}
Había hecho caso de los consejos de Natalie y había plasmado todos mis sentimientos hacia Giovanna en una canción. Probablemente no fuese muy buena, pero había puesto todo mi corazón en ella.
Ahora estaba en la puerta de su casa y el miedo me había asaltado. Tenía ganas de huir y no enfrentarme a aquello por miedo a un no por respuesta. “Vamos  Tom, tienes que hacerlo. Es ahora o nunca” me dije a mí mismo.
Llamé al timbre y esperé. Cuando me estaba arrepintiendo, Giovanna, la chica de mis sueños, la que inspiraba todas y cada una de mis canciones, apareció con una radiante sonrisa.
—Tom, ¿qué haces aquí? Pasa, hace mucho frío.
Pasé detrás de ella, que se sentó en el sofá. Yo llevaba la guitarra colgada a la espalda. Me senté a su lado y la saqué de la funda.
—Verás yo… Quería decirte algo pero… Bueno, ya sabes que se me da fatal así que… Voy a decírtelo cantando.

(Aquí quería poner una ventanita con un vídeo que no es la canción normal de All about you peeero blogger no me deja así que si pincháis AQUÍ podréis acceder. Sorry :S)

Terminé la canción en la que no había parado de mirarla, y desvié la mirada a las cuerdas de mi guitarra. Ya estaba hecho. El miedo había sustituido a la satisfacción de haberlo soltado todo.
—Es… preciosa. ¿La has escrito tú?
—Sí, quería decirte lo que siento y no sabía cómo— dije, atreviéndome a mirarla al fin—. Pe-pero no importa, no quiero que esto cambie nuestra relación.
— ¿Ni si quiera si ese cambio significa que sea tu novia?
— ¿T-tú de verdad querrías ser mi novia?
—Claro que sí Tom, yo… También te quiero— dijo.
Yo me sentí el hombre más feliz del mundo en aquel momento. Ambos sonreímos, nos fuimos acercando y nos besamos. Ella fue mi primer beso, mi primer amor.

{POV Natalie}
Cuando los vagos de Danny y Doug recogieron la compra hice una ensalada para comer. Ellos detestaban la idea pero sabía que les iría bien. Además, no tenía ganas de hacer otra cosa.
Tom no había llegado a casa pero decidí guardarle un poco por si venía con hambre. Mientras preparábamos la mesa la puerta de casa se abrió y Tom se manifestó.
— ¡Natalie! ¡Gracias, gracias, gracias! — exclamó Tom mientras me venía a mí, y siguió diciendo gracias mientras me abrazaba con mucha fuerza.
— ¡Tom! No puedo… respirar.
—Lo siento, ha sido la emoción del momento.
—Veo que ha funcionado.
— ¡Sí! Y además, muy bien. Hemos empezado a salir— dijo con la sonrisa más amplia que le había visto desde que llegué a la casa.
—Me alegro mucho por ti Tom, en serio. Un día nos la tienes que presentar.
—Por supuesto. ¿Has hecho tú la comida, Natalie?
—Sí, ¿tienes hambre? —el asintió— Lo suponía.
Pusimos lo que quedaba en la mesa y nos dispusimos a comer todos juntos.
—Gracias por hacer volver a Tom, Natalie Kate— me dijo Harry con una sonrisa.
— ¿Hacerme volver?
—Claro Tom, llevamos comiendo pizza semanas porque tú no comes tampoco.
—Y mira que es raro. ¿Qué te tenía tan preocupado?—preguntó mi hermano.
—Pues Gio otra vez, que preguntas de verdad, Dan— intervino Lee.
— ¿Se  lo has dicho al fin? No me digas más, te quiere— dijo Harry y Tom  asintió.

Todos empezaron a cantar Love is in the air y yo no paraba de reírme mientras Tom se ponía rojo. Iban muy descoordinados para ser un grupo y Harry cantaba exagerando desafinaciones, pero llevaban razón, el amor estaba en el aire.

¡Hola Galaxy Defenders! Siento llegar tan tarde, tengo el capítulo copiado desde el martes, y pensaba subirlo porque todos sabemos que era el aniversario de McFly- aunque sabemos como acabo la cosa- pero al final no pude, y ayer blogger decidió odiar al mundo y no abrirse. Sufrí mucho. El caso, que al fin está aquí el capítulo.
No es muy largo, lo sé. No es muy interesante, también lo sé. Pero llegarán mejores y que os gusten más, supongo. Aún así espero que os guste y ya sabéis, dejad COMENTARIOS con lo que opináis, me hacen feliz, tanto si tenéis cuenta de google como si no. Y no os aburro más, @DearWeirdMaria se despide. Sed felices y, ¡hasta la próxima entrega!

miércoles, 30 de julio de 2014

Not Alone Capítulo 13

Capítulo 13.- For so many nights now I find myself thinking about her now.

{POV Natalie}
                Un sonido atronador me despertó aquella mañana. Sonaba como a metal contra el suelo.  Abrí los ojos y ante mi vi que ya no estaba en Corringham y que todo lo que había tomado por un sueño era real. Me levanté y fui  andando por la casa que estaba en completo silencio. Parecía que todos seguían durmiendo.
                Bajé las escaleras y fui a la cocina. El día anterior no había cenado y la verdad es que me moría de hambre. Me quedé en la puerta al observar el desastre que tenía delante. Todas las cacerolas estaban tiradas por los suelos, menos en la que Harry intentaba hacer unos huevos con bacon. Estaba saliendo humo de ella mientras intentaba recoger las cacerolas del suelo. Yo me reí y fui a quitar la sartén del fuego antes de que hubiera una desgracia.
                —Buenos días, Harry— dije, ya que al parecer no se había dado cuenta de mi presencia.
                —Buenos días Natalie Kate, ¿te he despertado?
                —Mentiría si dijera que no. Eres un desastre como cocinero.  
                —Mierda, ¿se han quemado?
                —Se han quedado hechos carbón, ni el gato los quiere.
                —No digas gato que Tom quiere uno y ya bastante tenemos en la casa con los lagartos.
                —Pues a mí me gustan los gatos— dije mientras tiraba lo que estaba en la sartén y hacía unos nuevos huevos con bacon.
                — ¿Sabes cocinar? Porque Danny no nos dijo nada.
                —Bastante mejor que tú, aunque eso no es difícil.
                —Un poquito de respeto, me muero de hambre y Tom está encerrado en su cuarto como de costumbre.
                — ¿Qué le pasa?
                —Está deprimido por una chica. Yo creo que deberías hablar con él.
                — ¿Por qué yo?
                —Porque yo ya lo he intentado y créeme, mis consejos funcionan. Pero esta vez no y creo que necesita los consejos de una chica. Dado que eres la única de esta casa, te toca. A menos que quieras hacernos la comida eternamente.
                La idea de hacer la comida cada día para una tanda de vagos no me emocionaba así que sí, me tocaba hablar con Tom. No para que se encargase del trabajo sucio él solito, si no para no encargarme yo de él al completo.
                —Pero no estará despierto—le mencioné.
                —Está despierto desde las siete lamentándose con música triste, eso es lo que me ha despertado, si no seguiría durmiendo tranquilamente.
                —Vale, pues entonces desayunamos y luego voy.
                —Gracias Natalie Kate, si lo consigues tendremos comida en la nevera.
                —De eso nada, aunque lo consiga no creo que a Tom le apetezca ir a comprar comida a una panda de vagos como vosotros.
                — Sigues sin tener respeto— dijo negando con la cabeza—. Te olvidas de que he intentado hacer el desayuno.
                —Para ti y porque si no hubieses muerto de hambre. Además, si me descuido acabas con lo que queda en la nevera.
                —La verdad es que esos son los últimos huevos con bacon que quedan, habría comido galletitas.
                —Considérate afortunado— dije mientras llevaba los dos platos a la mesa, tras lo cual empezamos a comer.
                —Esto está riquísimo Natalie Kate, los mejores huevos con bacon que he probado nunca.
                —Normal, si todos son como los que he tenido que tirar…
                —No, normalmente los hace Tom, que también cocina de lujo, pero le salen mejor las tortitas. Cuando vayas a comprar y todo se solucione le diré que las haga para que las pruebes.
                — ¿Cómo que cuando vaya? ¿Te piensas que he venido a ser la chacha de un grupo de rock? De eso nada, tú vienes a comprar conmigo.
                —P-pero…— protestó.
                —De peros nada. Igual que puedo hacer que Tom sea el de antes puedo hacer que no vaya a la compra y créeme cuando te digo que sola no voy a ir. Si hace falta voy a un McDonald’s.
                —Vale, vale, entendido. Creo que vas a cambiarnos a todos nada más llegar.
                —Lo que voy a hacer va a ser cambiar lo vagos que sois.
                Terminamos de comer y mientras el vago de Harry veía la tele, fui a hablar con Tom, vamos, a hacer el trabajo sucio. Llamé a la puerta pero nadie me respondió, así que me limité a abrir. Tom estaba sentado en su cama mirando a una foto con la mirada más que perdida.
                —Hola Tom— le saludé, aún en la puerta. Él desvió la mirada de la foto para mirarme a mí.
                —Oh Natalie, ¿qué querías?
                —Harry me ha enviado a hablar contigo, dice que necesitas la ayuda de una chica— dije mientras me adentraba en la habitación antes de  sentarme a su lado en la cama.  La foto que sostenía era suya con una chica morena de pelo rizado.
                — ¿Por qué sois tan complicadas?
                —No somos tan complicadas, el problema es que vosotros no nos entendéis. Te gusta, ¿no?
                —Es mi mejor amiga desde que vino nueva al colegio pero… He descubierto que la quiero y no precisamente como amiga.
— ¿Y por qué no se lo dices?
—Porque… Mírame Natalie, ella no está enamorada de alguien como yo. Además, me han dicho que tiene novio.
— ¿Quién te lo ha dicho?
—Danny.
—Maldito Danny… Pasa de lo que te diga, le encanta vacilar a la gente. Si eres su mejor amigo te hubiera dicho que estaba saliendo con otra persona, ¿no? Los amigos se cuentan esas cosas.
—Aunque eso sea mentira, yo no puedo gustarla de esa forma.
— ¿Por qué no? A veces el amor nos impide ver la realidad. Mira, puede que no la conozca, pero cuando una chica mira a un chico de la forma en la que ella te mira en esa foto es porque le quiere de verdad. Tienes que decírselo, el no ya lo tienes.
—Pero yo no sé decir esas cosas, no se me da bien.
—Se te da bien cantar y componer, ¿no?   —el asintió—. Hazle una canción con todo lo que sientes y díselo. Eso sí que puedes hacerlo. Lo que no debes hacer es seguir así, los chicos están desesperados.
—Porque no hay comida en la nevera, ¿no?
—En parte sí, pero eso lo tengo solucionado, voy a ir a comprar con Harry.
— ¿Se ha ofrecido voluntario?
—Le he obligado, así que haz que esto sea de provecho y dile todo lo que sientes a…
—Giovanna— completó él por mí.
—Es un nombre bonito. Ya verás como sale bien, Tom.
—Muchas gracias Natalie, en serio— dijo abrazándome. Yo le abracé también.
—Bueno, te dejo componer esa canción. Quiero verla terminada.
El asintió y yo salí de su habitación. Volví a la mía donde me puse unos vaqueros, una sudadera ancha y mis vans. Me arreglé un poco el pelo y bajé al salón, donde había dejado a Harry hacía un rato. Seguía en la misma posición en la que lo dejé.
— ¡Eh! Hay que hacer la compra.
Él se sobresaltó y al verme preparada, subió a vestirse corriendo.
— ¡Enseguida vuelvo! —gritó desde lo alto de las escaleras. 
Tampoco le iba a costar mucho cambiarse de ropa. Era invierno y mientras yo llevaba mil capas de ropa, él llevaba un fino pijama. Me senté y yo también me puse a ver la tele. Fútbol, no me gustaba nada. Cambié el canal a la MTV y los vi a ellos, su videoclip. Me había negado a verlos mucho tiempo, pero había aparecido ante mí finalmente. No era Five Colours in her Hair, era That Girl.
                No podía parar de reírme con él. Harry intentaba coger una chocolatina de la máquina expendedora cuando llegó una chica, hecho que hizo que mi hermano se cayera.
                — Eh, ya estoy Natalie Kate.
                —Espera, estoy viendo vuestro videoclip.
                —No, no lo hagas por favor.
                — ¿Por qué no? Si aquí el que intenta ligar con ella es mi hermano. Sois unos malotes, ¿eh?
                — Muchísimo. ¿Por qué no ves otra cosa?
                —Porque es lo que ha decidido la tele y yo me quedo a verlo.
                —Estupendo— dijo sentándose a mi lado a terminar de verlo.
                Yo me reía con cada una de sus tonterías y Harry lo hacía conmigo.
                —Y… collejón para Dougie— dijo Harry, poniendo punto final al videoclip.
                Tras esto apareció en pantalla el videoclip de unas chicas ligeritas de ropa. Harry parecía con intención de quedarse, así que le agarró del brazo con intención de levantarle, pero él no se movía.
                —Harry, muévete, vamos a comprar.
                —Pero esa canción me gusta.
                —Te gusta el videoclip, que no la canción— dije apagando la tele.
                —Las pagarás— me amenazó frunciendo el ceño. Sabía que iba a por mí, así que huí de allí subiendo las escaleras de dos en dos, pero él iba más deprisa que yo. Realmente subir las escaleras de dos en dos es mucho más lento para alguien con unas piernas tan cortas como las mías, pero da la sensación de que se avanza más deprisa al saltarse un escalón.
                Me escondí en mi habitación una vez llegué al piso superior, e intenté cerrar la puerta, pero su pie me lo impidió. Abrió la puerta y me acorraló en una pared, sujetando mis brazos en alto con sus manos.
                —No puedes escapar ahora.
                —No te temo Judd, sé que puedo contigo
                —No puedes, así que promete que no apagarás la tele cuando vea algo.
                —Jamás.
                Harry sonrió y nos miramos a los ojos, desafiantes, o esa era la intención. Su mirada oceánica me atrapó, dejándome indefensa, y fue entonces cuando sentí algo que no había sentido nunca, algo que no sabía descifrar si era bueno o malo, pero que solo me había ocurrido con él.
                Sus manos sujetaron con menos fuerza mis muñecas y nuestras respiraciones se aceleraron a causa de nuestra cercanía.

                Parecía que ninguno quería parar ese momento, que ninguno quería dejar de acercarse más al otro. Nunca había estado tan cerca de un chico, no tanto para que ocurriese eso. La cuestión era, ¿ocurriría? No lo sabía.

¡Hola Galaxy Defenders! Bueno, aquí estoy una semana más con un capítulo, os he dejado con las ganas del siguiente, ¿no? Era la intención, si no lo  he conseguido me sentiré defraudada.
La intención era subir mañana pero bueno, como soy un poco inconstante y me voy, lo tenéis antes de tiempo, aunque no sé si os ha dado tiempo a leer el anterior a todos. El caso, espero que os guste.
No soy mucho más pesada, como siempre COMENTARIOS, son gratis y en otras entradas ya os he dicho las mil formas que tenéis para decirme que os parece así que no me repito. Hasta la próxima entrega, @DearWeirdMaria se despide. Sed felices <3

jueves, 24 de julio de 2014

Not Alone Capítulo 12

Capítulo 12.- The rules are all the same It’s just a different game

— ¿Vamos a poder solos con esto? —pregunté.
—Ya le he dicho a Tom y Dan que suban cuando terminen. De momento creo que podremos hacer algo.
—Yo os ayudo. Solos no vais a poder— dije mirando a Lee.
—No tienes remedio Kate, pero vale. Te enseño las habitaciones de los demás para que puedas dejar las cosas.
Salimos de la habitación que yo iba a ocupar y fuimos a la de enfrente. Tenía posters de The Beatles por todas partes y cosas relacionadas con el fútbol a parte de una preciosa batería en un rincón. No me hizo falta que dijera de quién era la habitación, lo sabía.
—Harry, ¿no?
— ¿Qué decís de mi? He oído mi nombre—preguntó mientras asomaba la cabeza por la puerta de enfrente.
—Que es tu habitación, mendrugo.
—Ah, vale—dijo antes de desaparecer de nuevo en el cubo de basura con proporciones de habitación.
—Pues sí, es la habitación de Harry, que está enfrente de la tuya. Y a tu lado…
Nada más verla lo supe. Era exactamente igual que la de Corringham pero con una diferencia: una enorme jaula para los lagartos.
—La tuya—completé.
—Efectivamente. Enfrente está la de Tom— dijo mientras abría la puerta a una habitación con mil cosas de Disney—. Y aquí al fondo, la de tu hermano, que ya conocerás de sobra.
Sonreí. Era igual que su habitación de Bolton. Algunas cosas nunca cambian.
—Bueno, pues esto es todo. Pregunta de quién es cada trasto y lo llevas a cada habitación, luego nos encargaremos nosotros.
                Fuimos a lo que iba a ser mi habitación y empezamos la limpieza. Lo primero que se piensa cuando entras en una habitación en ese estado es por dónde narices empiezas, pero en este caso era obvio. Había tanta basura y tantas cosas tiradas que a duras penas se podía pasar de la puerta, así que era fácil intuir por dónde deberíamos comenzar. No me explicaba cómo lograban pasar, deberían levitar o algo. Un superpoder que seguro adquirieron lamiendo un trozo de pizza mohoso del suelo. Poco a poco, con la ayuda de grandes bolsas de basura que bajábamos cada pocos minutos a la parte trasera de la casa ante la imposibilidad de tirarlas por la misma ventana, nos fuimos abriendo camino entre la porquería y los objetos. Ellos se limitaban a mirar los objetos y llevarlos directamente a la habitación correspondiente, mientras, yo me encargaba de las cosas que obviamente irían a parar a la basura para evitar preguntar lo menos posible. Una vez me encontré con una pelota gigante que parecía un saltador de niño pequeño deshinchada. Justo cuando iba a meterla en la bolsa de basura, un Harry salvaje apareció entre un montón de cajas de cartón gritando un “no” que pareció prolongarse hasta la eternidad. Y, como en una película, se tiró sobre todas las cajas intentando alcanzar la pelota, pero todavía le pillaba muy lejos.
— ¡NOOOOOOOO! ¡MI PELOTA NO! ¡NI SE TE OCURRA TIRAR A ESMERALDA A LA BASURA!
— ¿Esmeralda? ¿Acabas de llamar a esta cosa Esmeralda?
En realidad, comprendía el nombre, la pelota era de color verde esmeralda. Un punto para la imaginación de Harry. Lo que no comprendía era el apego a la pelota.
—Sí, ¿vale? Es Esmeralda y es mi pelota, así que si no te importa…— dijo alargando el brazo, pero desde su posición seguía sin llegar. Yo, por si acaso, alejé la pelota.
—Harry, no sé si tu amor por Esmeralda te ciega pero… Está pinchada.
—Me da igual, la arreglaré.
Sin verle venir, de un salto se puso de pie y me quitó a Esmeralda de las manos. Era mucho más alto que yo, y seguro que más fuerte, así que pudo arrebatármela sin problemas. Desde el incidente con Esmeralda, pregunté antes de tirar algo por si acaso mis compañeros con síndrome de Diógenes querían conservar algún tesoro más.
— ¿Qué hago con todas estas cajas? —pregunté en una ocasión. Parecían cajas de mudanza.
—A la basura directamente. ¿Qué ibas a hacer si no? —preguntó Harry.
—No sé, a lo mejor les tienes algún cariño especial. ¿Seguro que no tienen nombre?
—Ja  já, que graciosa Natalie Kate.
—Es gracioso, lo que pasa es que no lo pillas. Para tu información, o Natalie o Kate.
—De eso nada, Natalie Kate es tu nombre.
—Bien Harry Mark, yo acortaré el tuyo un poco, es demasiado largo para mí.
—No sabía que debajo de esa melena de colores hubiese una cabecita rubia.
—Ja já, ¿te crees gracioso Harry Mark?
—Lo soy y lo sabes. Mira, estás sonriendo. Mira Doug, la rubia está sonriendo.
— ¿Ahora es ella la rubia? Vaya Kate, me has quitado el mote. En el fondo te lo agradezco.
—¡Que no soy rubia!
—Ya, ya, eso habrá que demostrarlo. Mientras, serás la nueva rubia. Eres rubia dos Natalie Kate. Bienvenida a la McHouse.
Suspiré, pero no pude evitar una sonrisa. Eran demasiado tontos, pero me hacían sonreír, y eso me venía bien.
La tarea de limpiar el cubo de basura gigante era más difícil de lo que parecía. Nos llevó toda la tarde hasta entrada la noche. El resultado fue el que se esperaba después de tanto trabajo, el cubo de basura gigante al fin parecía lo que era: una habitación. No podía decir lo mismo de las habitaciones de los chicos. Toda la basura que habíamos quitado de mi habitación se encontraba repartida entre el jardín trasero y sus habitaciones. El basurero tendría un gran trabajo esa noche.
Una vez descubierta la habitación se podía ver que había una cama, un escritorio con una mini cadena y una tele. Aún así, la cama se reducía a un colchón sin almohada ni sábanas y el suelo daba asco.
Harry Mark, conocido por el resto de personas normales de esta casa como Harry (¿todavía quedaba alguien normal en esa casa?), fue a por unas fregonas, ambientador y ropa para la cama. Creo que esa fue la única vez que habían limpiado en esta habitación, pero al final, después de restregar el suelo a conciencia y esparcir por toda la estancia dos botes de ambientador, conseguimos que quedase decente. Limpiar en vez de tirar, contrarios muy distintos, que fácil era tirar las cosas, que difícil ordenarlas.
—Estoy reventado— dijo Harry Mark tumbándose en la cama en la que yo ya me había tumbado hacía un rato.
—Y yo— dijo Lee, que se tumbó también con nosotros—. Y también tengo hambre.
—Qué novedad lagarto, tú con hambre.
—Es tarde, creo que voy a por algo de cenar— comentó Harry antes de levantarse.
—Gracias cariño— dijo Lee, y Harry le guiñó un ojo, ante lo que yo me reí.
— ¿Eres gay o algo por el estilo, Lee?
—Me gustan las chicas, si es lo que te estás preguntando, pero no descarto que entre Harry y yo haya algo.
—No me puedes dejar con esa incertidumbre lagarto.
—Pues lo voy a hacer, ya lo descubrirás con el tiempo.
Se instaló el silencio por un momento en ese pequeño rincón de Londres. Ambos miramos al techo, sin saber muy bien qué decir después de tanto tiempo. Dougie pensaba en lo mismo.
— ¿Sabes? Ya no creía posible volver a verte cuando viniste.
—Yo tampoco, la verdad.
— ¿Qué te ha hecho venir? ¿Y tu padre?
—Eso precisamente.
Tensé la mandíbula e intenté contener las lágrimas, pero fue imposible, descendieron por mi cara sin que yo las diera permiso. Dougie lo vio y retiró las lágrimas con su mano. Vi comprensión en su cara, pero aún así se lo confirmé: había muerto.
Dougie vio que era lo que necesitaba en ese momento y me abrazó con fuerza. No pude más y lloré sobre su pecho hasta que no me quedaron más lágrimas pero sí dolor. Me quedé dormida como consecuencia de todo al instante.
{POV Harry}
En esta casa nadie hacía la compra si no era Tom, y Tom llevaba deprimido en su cuarto días por historias suyas, así que lo único que quedaba era pizza congelada. No hay nada mejor que la pizza congelada, bueno sí, la pizza de verdad. Metí las pizzas en el microondas unos minutos y cuando estuvieron listas subí arriba con ellas.
— ¡Chicos traigo comidaaaa!
—Shhh… Pedazo de estúpido, está durmiendo— dijo Dougie levantándose de la cama y viniendo a mi lado.
Miré a la cama y allí la vi a ella, durmiendo. Parecía frágil y pequeña, parecía que necesitaba protección. Era guapa, saltaba a la vista, ¿cómo la hermana de Danny podía ser así y Danny tan… Danny? Fácil: era una chica. Seguro que a las chicas Danny les parecía atractivo. ¿Lo era? ¡Dios Harry, ya estás delirando! Agité la cabeza de un lado a otro para aclararme.
— ¿Cómo que no? Vámonos antes de despertarla.
—Espera, sujeta esto.
Le hice sujetar las dos pizzas y fui a arropar a Natalie. Una manda no brinda protección, pero te salva de un catarro en invierno, lo decía mi abuela. Realmente no, pero eso daba igual. Salí de la habitación y cerré la puerta.
Doug y yo fuimos a mi habitación y sentados en la cama empezamos a engullir pizza. Mi habitación era la menos afectada tras la limpieza, tan solo había unos cuantos trastos apilados cuidadosamente en una esquina y Esmeralda, mi pelota, a los pies de mi cama.
— ¿Sabes por qué se ausentó Danny tantos días a parte de por ir a buscar a Natalie Kate?
Dougie asintió y, aunque no parecía dispuesto a hablar, decidió hacerlo.
—Si te lo digo es para que no les saques el tema, ni a ella ni a Danny. Su padre ha muerto—dijo estas últimas palabras después de la pausa dramática que hay que dar antes de anunciar una muerte, la pausa reglamentaria.
—Pero si Danny…
—Ya, Danny hizo como que no existía sólo porque le dejó tirado con su madre mientras se iba con Kate, pero sé que le importa de verdad. Por eso Kate está aquí, se ha quedado sola y su madre está en Bolton, eso está muy lejos.
— ¿Y tú de que la conoces? A parte de Corringham, sé que no la conoces de vista.
—Cuando ella llegó se perdió y acabó en la pista de skate. Yo estaba allí y caí encima de ella, que tenía un humor horrible, pero decidí ser amable con ella y al final se acabó convirtiendo en mi mejor amiga, bueno, la única que tenía. Ella me regaló a Zukie, el bajo y la oportunidad de estar aquí. La debo mucho.
— ¿Sabías que era la hermana de Danny?
— ¿Quién iba a imaginarlo? Hay mil Jones en este planeta y ella no se parece a Danny en nada. Creo que ella heredó la inteligencia.
—Eso no es difícil teniendo de hermano a Danny.
Los dos reímos y en ese momento, apareció el rey de Roma.
— ¿Y Nat? ¿Qué habéis hecho con ella? No me fio de vosotros.
—Durmiendo. La hemos dejado descansar y tú deberías hacer lo mismo— dijo Doug.
— ¿Ya habéis limpiado el cuarto?
—Sí, sin tu ayuda por cierto. La pregunta a responder aquí es, ¿dónde tenías pensado que durmiera si no limpiábamos? ¿En el sofá? —Dougie otra vez, yo asistía como espectador y asentía de vez en cuando.
—En mi cuarto, al sofá habría ido yo.
—Eres un puto vago Jones, pero no te preocupes, ya hemos hecho el trabajo sucio y tu hermana está descansando. Para que luego digas que no te fías de nosotros.
—Es que sois unos salidos— dijo antes de irse.

La verdad es que en el fondo tenía razones para preocuparse.

¡Hola Galaxy Defenders! Bueno, como por twitter ya me estaban presionando porque yo presiono y no subo, pues subo después de una semana, como en las series- Izzy siéntete aludida-.
Espero que os guste el capítulo, he añadido bastantes cosas para que no quedase tan corto y tan soso, era un capítulo aburrido de verdad. Si leyérais lo que había escrito dejaríais de leer. El caso, está cambiado y espero que el cambio os guste-bendita inspiración-.
Como siempre, los comentarios me hacen feliz y, LOS COMENTARIOS SON GRATIS, creo que todavía no lo sabéis pero si, son gratis. Gran revelación, ¿verdad? A ver si sirve para algo. Además de ser gratis, hago otra revelación: me hacen feliz, y las críticas desde el respeto me ayudan a mejorar- esos comentarios de pUuEeSh bAallAh mIiErDaAh, no ayudan ni hacen nada positivio para la humanidad. Bueno, no os doy más la murga, el tema comentarios da para una entrada entera. Si no queréis hacerlos o no tenéis cuenta de google o de las opciones que habilitan para comentar, se puede comentar como anónimo, y si no, podéis dejarme vuestra opinión en twitter (@DearWeirdMaria) o cualquier otro medio. Ya os dejo, i promise. Sed felices y, ¡hasta la próxima! <3 

miércoles, 16 de julio de 2014

Not Alone Capítulo 11

Capítulo 11.- Leave behind all the things I miss next stop isn’t where you think it is.

—Natalie, ¿nos vamos?
Danny se apoyó en el marco de la puerta, expectante. Yo ya tenía todo recogido en dos pequeñas bolsas, todas mis pertenencias. Mi habitación estaba completamente vacía y en mis manos tenía una foto con Joanna y Dougie que rápidamente guardé en mi mochila.
El funeral de mi padre había sido hacía dos días. Tan solo habíamos ido Danny, Joanna, que fue para hacernos compañía, y yo. Fue un funeral pequeño, pero era lo que nos hacía falta, decirle adiós definitivamente y pasar página. Aún así, seguía doliendo.
Habíamos llamado a mi madre después del funeral para darla la noticia y había insistido en que volviese a Bolton con ella. Pero Danny tenía otros planes y pensaba llevarme a vivir con él y con su banda a Londres. Mi madre, tras muchas pegas y una hora y media de conversación con Danny de la que yo apenas fui consciente, accedió.
Y ahí me encontraba yo en ese momento, con todo recogido para dejar una vida atrás y volver a otra. Mi vida últimamente se basaba en despedidas, algunas temporales y otras permanentes. No podía dejar que esto último me hundiera.
Tomé aire y miré por última vez el cuarto que había sido mío durante dos años antes de responder.
—Nos vamos—dije finalmente.
Danny cogió mis bolsas y nos montamos en un taxi que nos esperaba fuera y que nos llevó hasta el aeropuerto, donde rápidamente cogimos un vuelo rumbo a Londres. Mi hermano al parecer tenía prisa por volver y ya había oído como hablaba con sus compañeros, que debían necesitarle para algo.
Yo le había dicho mil veces a Danny que iba a ser una molestia, pero él lo negaba, aunque eso no me hacía sentir mejor.
—Los chicos están desenado conocerte. Creo que les he hablado mucho de ti.
— ¿Eso es malo?
—No es por ti, es por ellos. Son unos pervertidos de mierda y encima sin novia. Temo lo que puedan hacer contigo.
—Se cuidarme sola, Danny. Además, creo que deberías meterte en ese saco de pervertidos.
—Pero yo soy tu hermano, es distinto. No voy a intentar nada contigo.
— ¿Eso quiere decir que si no lo fueras lo intentarías?
—Que va, no eres para nada mi tipo-
—Idiota- dije acompañando el insulto de un codazo.
El viaje a Londres fue muy corto y pronto estuvimos en un taxi camino a la casa que mi hermano compartía con su grupo. La verdad es que me daba un poco de miedo ver con quien iba a convivir durante vete tú a saber cuánto tiempo.
El taxi paró enfrente de una casa enorme y Danny salió del coche, por lo que yo salí detrás de él. Después de coger las maletas, el taxi se fue y yo me quedé mirando boquiabierta la casa.
— ¿Esta es tu casa?
—Bueno, ahora es tu casa también.
—No me habías dicho que eras rico, hermanito.
—Y no lo soy, pero hay otros tres que me ayudan a pagarla. ¿Pasamos?
Sonreí y asentí. La verdad es que hacía mucho frío. Normal, ya faltaba poco para invierno. Danny abrió la puerta y pasamos. Nada más entrar había unas escaleras, así que dejó mis pocas pertenencias al lado antes de conducirme a otra sala, justo a la derecha de las escaleras.
—Bueno Nat, este es el salón de tu…
Se calló en cuanto vio lo que había frente a nosotros. Un chico rubio corría a la velocidad de la luz perseguido por otro moreno que a su vez era perseguido por otro rubio. Lo gracioso de esto es que corrían en círculos alrededor del sofá.
— ¡Ven aquí, cariño!
— ¡Niños! ¡Dejad de hacer el mongolo que Danny está a punto de llegar!
— ¡Dile que me deje Tom!
Esa voz… La conocía demasiado bien, pero no, no podía ser él, ¿o sí? Lo iba a comprobar enseguida.
— ¡Hey! ¡Hay visita gandules!
El primer rubio paró en seco al oír a mi hermano y con ello, los otros dos se chocaron contra él y cayeron al suelo los tres juntos.
— ¡Me estáis aplastando!
— ¡Es que Tom no se quita de encima de mí!
—Ya voy, ya voy.
Todos se pusieron de pie y se peinaron su pelo, el cual llevaban igual que mi hermano: lacio y pegado a la cara.
Fui observándolos uno a uno, o esa era la intención, porque solo vi al primero de ellos. Él también me vio a mí.
— ¿Kate? —preguntó confuso mirándome a mí y a mi hermano alternativamente.
— ¡Lee! — exclamé antes de salir corriendo y abrazarle con todas mis fuerzas ante la atenta mirada del resto.
—Kate, ¿qué haces aquí? Te he echado de menos— dijo después de un rato abrazándonos. Me separé de él.
—Esa pregunta debería hacerla yo lagarto, ¿seguro que esta es tu casa Danny?
—Seguro. Pero esto… ¿os conocéis? Porque creo que os estáis equivocando de persona. Él no se llama Lee, es…
—Dougie Lee Poynter, lo sé Danny.
—Y ella Natalie Kate Jones, también lo sé— dijo Lee.
— ¿De qué narices conoces a mi hermana, rubio?
—Pues…— comenzó a decir Lee, sin saber cómo explicarse. Decidí salvarlo.
—Dougie vivía en Corringham antes de entrar en tu banda Dan. Yo fui la que le convenció para entrar en la banda así que si hoy le tenéis de bajista es gracias a mí.
—Así que al final era tu hermano— dijo Lee— Pero, ¿qué haces aquí?
—Es… Difícil de explicar— dije cambiando la cara. Mi hermano se dio cuenta así que cambió de tema.
—Bueno Nat, ya que conoces al enano, te presento. Natalie, este es…
Enfrente de mi tenía a un chico moreno con las puntas rubias y unos ojos azules preciosos, incluso más que los de Dougie. Nos miramos las camisetas. Ambos llevábamos una camiseta de The Beatles así que nos señalamos y nos miramos a los ojos.
— ¿Canción favorita? — preguntamos los dos a la vez.
—Hey Jude— respondimos los dos, otra vez al unísono. Sonreímos.
—Soy Natalie Kate Jones, pero me puedes llamar Nat.
—O Kate— soltó el lagarto de fondo.
—Yo soy Harry Mark Christopher Judd, pero me puedes llamar Hazz. Encantado.
—Igualmente— dije, y nos dimos dos besos.
—Y bueno, por último, el hombre que hizo posible que hoy seamos una banda.
—Soy Thomas Michael Fletcher, pero me puedes llamar Tom, todos lo hacen.
—Encantada— dije dándole dos besos también a él.
—No sé para qué me esfuerzo en presentaros si ya lo hacéis vosotros solitos…
Todos se rieron, incluida yo. Creía que eso no podía ser posible, pero sentí que con ellos mi vida podría ser un poquito más feliz.
—Danny, tenemos que arreglar una cosa de la nueva canción. Hemos intentado que Harry cante pero no salió muy bien.
— ¿Ahora? Quería enseñarle a Nat su cuarto.
—No te preocupes Dan, ya voy yo. Te necesitan a ti.
—Vale enano. Pero como vea que intentas algo con mi hermana te corto los…
—Entendido. Ven Kate, te enseño tu cuarto.
Yo le hice caso y le seguí. Fui a coger mis bolsas de la escalera pero él se me adelantó.
—Hey, yo puedo sola. Que Danny no me haya dejado, vale, ¿pero tú?
—Soy un caballero, querida tomate, y tú eres una invitada.
—Eres un lagarto, no un caballero, y yo ya no soy un tomate.
—Es verdad, te has puesto los cinco colores, como nuestra canción.
—Exactamente, aunque al principio no sabía que era tuya.
—Técnicamente no es mía, es del grupo.
Yo sonreí ante aquello. Lee, tras terminar de subir las escaleras, se paró en una habitación llena de trastos. No sabía ni como eso podía ser una habitación.
—Emm… Esta es tu habitación, pero todavía tenemos que recoger y esas cosas.
— ¿Esto es una habitación o vuestro cubo de basura particular?
—Cuando llegamos era la mejor habitación de la casa. Como todos nos peleábamos por ella, papi Tom decidió dejarla para uso común y así ha quedado.
—Pero, ¿aquí hay cama?
— ¿Ves todas esas cajas y mantas? Ahí debajo está.
—Creo que podría dormir en el sofá hoy.
—De eso nada. Voy a pedir ayuda, espera un momento.
Salió y me dejó sola entre aquella montaña de basura. Dejé mis maletas en el pasillo ante la imposibilidad de dejarlas en mi habitación. Al cabo de un rato Dougie subió con Harry, los refuerzos.
—Bueno, vamos a hacer que esto parezca una habitación.


¡Hola Galaxy Defenders! Aquí tenéis otro capítulo más de este fic, que espero que os guste. Como veis ya están todos juntitos y en compañía así que empieza la parte guay de este fic. Sí, después de 10 capítulos porque me lo estoy tomando con calma, mucha calma. 
Si os gusta, que espero de corazón que así sea, no dudéis en dejar COMENTARIOS, que son  gratis y me hacen feliz. Si queréis hacer sugerencias o comentarios, sin faltar al respeto, acerca del fic, también sois bienvenidos como siempre, desde aquí o en mi twitter @DearWeirdMaria.
Y no os aburro más por hoy. Sed felices :D

jueves, 26 de junio de 2014

Not Alone Capítulo 10

Capítulo 10.- Some people live, some people die.

Lee se había marchado con su grupo hacía ya un año, así que ya había asimilado su ausencia. Aún así, seguía sin saber a qué grupo pertenecía ya que él no me lo decía en su llamada mensual y yo no lo averiguaba. Sin embargo, había reconocido la voz de mi hermano en el grupo McFly y la verdad, eran buenos. Eso era lo único que sabía sobre su grupo y ya era más de lo que sabía sobre el de Lee.
Mientras tanto en el instituto Joanna y yo éramos igual de invisibles que siempre, aunque al parecer muchas de las chicas de mi instituto escuchaban al grupo de mi hermano porque, según ellas, “todos están muy buenos”. A raíz de esos comentarios decidí juzgarlos por su música y no por ninguna foto suya, aunque ya sabía cómo era mi hermano y me costaba verle como un sex-symbol.
— ¿Has visto las nuevas fotos de Danny? Está para comérselo— escuché un día por el pasillo. Joanna iba a mi lado y comenzó a reírse.
—Me repuja que hablen así de mi hermano cuando son tan z…
—Eh, los zorros no merecen tal insulto.
—Es verdad, debería de decir putas baratas. Diría que mi hermano no saldría jamás con ellas pero le pierden las chicas.
—Piensa en la parte positiva del asunto: hay tantos Jones en este país que ni siquiera te relacionarán  con él. Eso es un consuelo.
— ¿Por qué?
—Porque te convertirías en su juguete. Te pedirían autógrafos, fotos, conocerlo, que le pidieses matrimonio de su parte. Mil cosas. Nunca se sabe con qué puede salir una fan.
—Entonces mantengamos en secreto que es mi hermano.
—Hecho— dijo uniendo su meñique con el mío.
En ese momento recibí un mensaje, así que lo abrí. Era mi padre. Tan solo ponía dos palabras, aquellas que llevaba esperando tanto tiempo pero que en aquel momento no supe interpretar: “lo siento”.
—Hey Kate, ¿te pasa algo?
—Creo que algo no va bien.
— ¿Por qué?
—Mira— dije enseñándola el mensaje—. No sé lo que quiere decir.
— ¿No es lo que llevabas esperando todo este tiempo? ¿Una disculpa? Aquí la tienes.
—No Joanna, aquí algo no va bien.
—Venga Kate, seguro que no es nada. Cuando llegues a casa todo se solucionará.
Sabía que lo que decía era simplemente por consolarme, pero lo agradecía. Mi padre llevaba mucho tiempo sin atreverse a pedirme disculpas y cuando lo hacía era por sms. ¿Por qué en ese momento? ¿Por qué no cuando llegase a casa? Sabía que algo había pasado.
Después del instituto llegué a casa pero mi padre, que a esas horas solía estar por casa, no estaba. Preferí no sacar conclusiones precipitadas y relajarme. Estaba leyendo Harry Potter cuando llamaron a casa.
— ¿Diga?
— ¿Natalie Kate Jones?
—Sí, soy yo. ¿Con quién hablo?
—Le llamo desde el hospital. Su padre ha sufrido un accidente y está muy grave.
— En seguida voy para allá— dije antes de colgar.
Todos mis presentimientos se habían hecho realidad y mi mundo comenzaba a desmoronarse, otra vez. Tan solo cogí el móvil, las llevas y un poco de dinero para el transporte. No pensaba, tan solo me movía para llegar lo antes posible. Una vez estuve sentada en el tren camino al hospital no pude evitar soltar todas las lágrimas que tenía. Necesitaba desahogarme pero no podía perder tiempo: la vida de mi padre se iba a cada segundo. Cuando estuve un poco más calmada, llamé a Danny. Lo tenía que saber, también era su padre.
— ¿Natalie?
—Danny, verás, tengo que contarte algo urgente.
— ¿Qué pasa Nat?
—Papá ha tenido un accidente y está en el hospital muy grave. Creo que deberías venir.
— ¿Ahora?
—Sí, ahora. Es tu padre Danny, me da igual como te caiga, pero ven. Yo voy de camino al hospital.
—Está bien. Tardaré unas horas.
—El menor tiempo posible Danny, se muere.
Nadie me había dicho que se moría, pero conocía el significado de las palabras “muy grave”. Tras colgar con Danny me bajé del tren para ir al hospital. Nunca había estado allí así que me perdí un poco, pero finalmente me dijeron la habitación. Sin perder tiempo, entré. Mi padre estaba despierto en una cama, respirando forzosamente con una máquina. Me senté en una silla que había a su lado y le agarré la mano.
— Hola papá.
Él me hizo gestos para que viese el mensaje.
—Lo he leído antes. Te perdono, pero no te mueras, ¿vale? Tienes que aguantar. Danny está de camino. ¿Sabes? Ahora tiene una banda, lo ha conseguido.
Yo no paraba de decirle todo aquello que me había guardado durante aquellos años, lo que fuera para mantenerle despierto. Sabía que estaba mal, y no podía evitar llorar cada vez que hablaba.
Pasado un rato de estar con él, una enfermera vino a confirmar mis sospechas: no iba a sobrevivir, le quedaban horas de vida. El accidente había causado daños irreparables y eso era lo que me dejaba a mí, un par de horas.
Me arrepentía de no haber pasado más tiempo con él, de haber derrochado tanto tiempo. Había sido una estúpida, siempre lo había sido y no creía que las cosas fueran a cambiar. Al fin y al cabo, todo lo que tocaba se hacía añicos.
Mientras mi padre permanecía estable fui a la máquina de café. No quería quedarme dormida cuando no sabía cuánto tiempo le quedaba, así que, aunque no me gustaba el café, me tomé uno.
—Natalie— escuché a una voz masculina decir. Me di la vuelta inmediatamente y allí le vi, con cara de preocupación. Me lancé a sus brazos y empecé a llorar.
—Danny…
—Nat… Te he echado de menos.
—Y yo a ti. Demasiado.
—Hey, ¿y esos colores bicho raro? — preguntó apartándome para mirarme mejor.
—Me cansé del rojo. Además, creo que pega con tu canción— dije con una diminuta sonrisa. Él era de esas personas que lograba que sonriera en los peores momentos.
—Con que has adivinado cuál es mi grupo…
—McFly, ¿eh? ¿Cómo Marty McFly?
—Exactamente. Bueno, ya tendremos tiempo para hablar del grupo. ¿Vamos a ver a papá?
Yo asentí y fui caminando hacia la habitación.
—Te aviso que está muy mal. No le queda mucho tiempo de vida.
Danny asintió y yo abrí la puerta. Danny se quedó helado al verle en la camilla en ese estado.
—Mira quién ha venido papá. Es Danny— dije mientras nos sentábamos cada uno a un lado de nuestro padre.
—Hola papá, hacía mucho que no te veía.
Mi padre levantó el brazo y se quitó la mascarilla de oxígeno que tenía en la boca a pesar de que yo intenté impedírselo.
—Estamos todos juntos… Como en los viejos tiempos— dijo tomando respiros en cada palabra, le costaba hablar. Él sabía que le quedaba poco, nosotros también.
—Falta mamá— dije yo con tristeza.
—No he querido llamarla, es un viaje demasiado largo.
—Chicos yo… Lo siento— cada vez tenía menos fuerza, hablaba entre susurros—. Solo quiero… vuestro perdón.
—Ya sabes que te perdono papá, pero no te vayas.
—Yo también te perdono, quédate— dijo Danny.
—G-gracias, ya puedo…
— ¡NO! — grité yo llorando—. No te vas a morir, ¿vale?
Pero ya todo daba igual, sus ojos miraban al vacío y la máquina que indicaba su pulso nos hizo saber que se había ido.
— ¡Papá! — gritaba y lloraba al cadáver de mi padre porque ni siquiera sabía que otra cosa hacer para que volviera a la vida. Bueno, sí que lo sabía: ni yo ni nadie podía hacer nada ya.
Danny, en medio de mi desconsuelo, me separó de la camilla justo cuando vinieron las enfermeras a comprobar lo que nosotros ya sabíamos, que había muerto.
Me sacó de la habitación y me abrazó con fuerza. Ambos temblábamos a causa de nuestros sollozos. Era todo lo que necesitábamos ahora, desahogarnos y estar juntos.
—Se ha ido, se ha ido. Ahora estoy sola— susurraba.
—Hey, no digas eso. Yo estoy aquí y no voy a permitir que estés sola, ¿vale?
Yo asentí, pero no sabía por qué. No le creía, no estaba en condiciones de creer nada. Ya me había sentido sola teniendo a mi padre, ahora sin él, me sentía más sola todavía. Tenía a mi hermano, sí, pero él tenía su grupo, una vida, y yo tan solo era un estorbo que destrozaba todo aquello que tenía. Mi mundo se desmoronaba y yo no podía hacer nada.

 ¡Hola Galaxy Defenders! Bueno, ya me han dado las notas de selectividad y es oficial, ¡soy libre todo el verano! Así que a partir de ahora me tendréis por aquí, espero, con frecuencia. Este capítulo quería subirlo el mismo martes pero fui a celebrar las notas así que no fue posible.
Espero que os guste este capítulo, como veis, ya hay drama, quizá no tanto como esperabais (?) y creo que podéis haceros una idea de qué va a pasar a continuación. A pesar del drama y la tristeza, vendrán cosas mejores.
Hoy no me extiendo más, como siempre, COMENTAD, me hace muy feliz ver vuestra opinión al respecto, las suposiciones que tenéis y demás. Si no es por aquí podéis comentarme por twitter igual (recuerdo, @DearWeirdMaria). Esto es todo por hoy, ¡feliz verano a todos! Sed felices :D