miércoles, 30 de julio de 2014

Not Alone Capítulo 13

Capítulo 13.- For so many nights now I find myself thinking about her now.

{POV Natalie}
                Un sonido atronador me despertó aquella mañana. Sonaba como a metal contra el suelo.  Abrí los ojos y ante mi vi que ya no estaba en Corringham y que todo lo que había tomado por un sueño era real. Me levanté y fui  andando por la casa que estaba en completo silencio. Parecía que todos seguían durmiendo.
                Bajé las escaleras y fui a la cocina. El día anterior no había cenado y la verdad es que me moría de hambre. Me quedé en la puerta al observar el desastre que tenía delante. Todas las cacerolas estaban tiradas por los suelos, menos en la que Harry intentaba hacer unos huevos con bacon. Estaba saliendo humo de ella mientras intentaba recoger las cacerolas del suelo. Yo me reí y fui a quitar la sartén del fuego antes de que hubiera una desgracia.
                —Buenos días, Harry— dije, ya que al parecer no se había dado cuenta de mi presencia.
                —Buenos días Natalie Kate, ¿te he despertado?
                —Mentiría si dijera que no. Eres un desastre como cocinero.  
                —Mierda, ¿se han quemado?
                —Se han quedado hechos carbón, ni el gato los quiere.
                —No digas gato que Tom quiere uno y ya bastante tenemos en la casa con los lagartos.
                —Pues a mí me gustan los gatos— dije mientras tiraba lo que estaba en la sartén y hacía unos nuevos huevos con bacon.
                — ¿Sabes cocinar? Porque Danny no nos dijo nada.
                —Bastante mejor que tú, aunque eso no es difícil.
                —Un poquito de respeto, me muero de hambre y Tom está encerrado en su cuarto como de costumbre.
                — ¿Qué le pasa?
                —Está deprimido por una chica. Yo creo que deberías hablar con él.
                — ¿Por qué yo?
                —Porque yo ya lo he intentado y créeme, mis consejos funcionan. Pero esta vez no y creo que necesita los consejos de una chica. Dado que eres la única de esta casa, te toca. A menos que quieras hacernos la comida eternamente.
                La idea de hacer la comida cada día para una tanda de vagos no me emocionaba así que sí, me tocaba hablar con Tom. No para que se encargase del trabajo sucio él solito, si no para no encargarme yo de él al completo.
                —Pero no estará despierto—le mencioné.
                —Está despierto desde las siete lamentándose con música triste, eso es lo que me ha despertado, si no seguiría durmiendo tranquilamente.
                —Vale, pues entonces desayunamos y luego voy.
                —Gracias Natalie Kate, si lo consigues tendremos comida en la nevera.
                —De eso nada, aunque lo consiga no creo que a Tom le apetezca ir a comprar comida a una panda de vagos como vosotros.
                — Sigues sin tener respeto— dijo negando con la cabeza—. Te olvidas de que he intentado hacer el desayuno.
                —Para ti y porque si no hubieses muerto de hambre. Además, si me descuido acabas con lo que queda en la nevera.
                —La verdad es que esos son los últimos huevos con bacon que quedan, habría comido galletitas.
                —Considérate afortunado— dije mientras llevaba los dos platos a la mesa, tras lo cual empezamos a comer.
                —Esto está riquísimo Natalie Kate, los mejores huevos con bacon que he probado nunca.
                —Normal, si todos son como los que he tenido que tirar…
                —No, normalmente los hace Tom, que también cocina de lujo, pero le salen mejor las tortitas. Cuando vayas a comprar y todo se solucione le diré que las haga para que las pruebes.
                — ¿Cómo que cuando vaya? ¿Te piensas que he venido a ser la chacha de un grupo de rock? De eso nada, tú vienes a comprar conmigo.
                —P-pero…— protestó.
                —De peros nada. Igual que puedo hacer que Tom sea el de antes puedo hacer que no vaya a la compra y créeme cuando te digo que sola no voy a ir. Si hace falta voy a un McDonald’s.
                —Vale, vale, entendido. Creo que vas a cambiarnos a todos nada más llegar.
                —Lo que voy a hacer va a ser cambiar lo vagos que sois.
                Terminamos de comer y mientras el vago de Harry veía la tele, fui a hablar con Tom, vamos, a hacer el trabajo sucio. Llamé a la puerta pero nadie me respondió, así que me limité a abrir. Tom estaba sentado en su cama mirando a una foto con la mirada más que perdida.
                —Hola Tom— le saludé, aún en la puerta. Él desvió la mirada de la foto para mirarme a mí.
                —Oh Natalie, ¿qué querías?
                —Harry me ha enviado a hablar contigo, dice que necesitas la ayuda de una chica— dije mientras me adentraba en la habitación antes de  sentarme a su lado en la cama.  La foto que sostenía era suya con una chica morena de pelo rizado.
                — ¿Por qué sois tan complicadas?
                —No somos tan complicadas, el problema es que vosotros no nos entendéis. Te gusta, ¿no?
                —Es mi mejor amiga desde que vino nueva al colegio pero… He descubierto que la quiero y no precisamente como amiga.
— ¿Y por qué no se lo dices?
—Porque… Mírame Natalie, ella no está enamorada de alguien como yo. Además, me han dicho que tiene novio.
— ¿Quién te lo ha dicho?
—Danny.
—Maldito Danny… Pasa de lo que te diga, le encanta vacilar a la gente. Si eres su mejor amigo te hubiera dicho que estaba saliendo con otra persona, ¿no? Los amigos se cuentan esas cosas.
—Aunque eso sea mentira, yo no puedo gustarla de esa forma.
— ¿Por qué no? A veces el amor nos impide ver la realidad. Mira, puede que no la conozca, pero cuando una chica mira a un chico de la forma en la que ella te mira en esa foto es porque le quiere de verdad. Tienes que decírselo, el no ya lo tienes.
—Pero yo no sé decir esas cosas, no se me da bien.
—Se te da bien cantar y componer, ¿no?   —el asintió—. Hazle una canción con todo lo que sientes y díselo. Eso sí que puedes hacerlo. Lo que no debes hacer es seguir así, los chicos están desesperados.
—Porque no hay comida en la nevera, ¿no?
—En parte sí, pero eso lo tengo solucionado, voy a ir a comprar con Harry.
— ¿Se ha ofrecido voluntario?
—Le he obligado, así que haz que esto sea de provecho y dile todo lo que sientes a…
—Giovanna— completó él por mí.
—Es un nombre bonito. Ya verás como sale bien, Tom.
—Muchas gracias Natalie, en serio— dijo abrazándome. Yo le abracé también.
—Bueno, te dejo componer esa canción. Quiero verla terminada.
El asintió y yo salí de su habitación. Volví a la mía donde me puse unos vaqueros, una sudadera ancha y mis vans. Me arreglé un poco el pelo y bajé al salón, donde había dejado a Harry hacía un rato. Seguía en la misma posición en la que lo dejé.
— ¡Eh! Hay que hacer la compra.
Él se sobresaltó y al verme preparada, subió a vestirse corriendo.
— ¡Enseguida vuelvo! —gritó desde lo alto de las escaleras. 
Tampoco le iba a costar mucho cambiarse de ropa. Era invierno y mientras yo llevaba mil capas de ropa, él llevaba un fino pijama. Me senté y yo también me puse a ver la tele. Fútbol, no me gustaba nada. Cambié el canal a la MTV y los vi a ellos, su videoclip. Me había negado a verlos mucho tiempo, pero había aparecido ante mí finalmente. No era Five Colours in her Hair, era That Girl.
                No podía parar de reírme con él. Harry intentaba coger una chocolatina de la máquina expendedora cuando llegó una chica, hecho que hizo que mi hermano se cayera.
                — Eh, ya estoy Natalie Kate.
                —Espera, estoy viendo vuestro videoclip.
                —No, no lo hagas por favor.
                — ¿Por qué no? Si aquí el que intenta ligar con ella es mi hermano. Sois unos malotes, ¿eh?
                — Muchísimo. ¿Por qué no ves otra cosa?
                —Porque es lo que ha decidido la tele y yo me quedo a verlo.
                —Estupendo— dijo sentándose a mi lado a terminar de verlo.
                Yo me reía con cada una de sus tonterías y Harry lo hacía conmigo.
                —Y… collejón para Dougie— dijo Harry, poniendo punto final al videoclip.
                Tras esto apareció en pantalla el videoclip de unas chicas ligeritas de ropa. Harry parecía con intención de quedarse, así que le agarró del brazo con intención de levantarle, pero él no se movía.
                —Harry, muévete, vamos a comprar.
                —Pero esa canción me gusta.
                —Te gusta el videoclip, que no la canción— dije apagando la tele.
                —Las pagarás— me amenazó frunciendo el ceño. Sabía que iba a por mí, así que huí de allí subiendo las escaleras de dos en dos, pero él iba más deprisa que yo. Realmente subir las escaleras de dos en dos es mucho más lento para alguien con unas piernas tan cortas como las mías, pero da la sensación de que se avanza más deprisa al saltarse un escalón.
                Me escondí en mi habitación una vez llegué al piso superior, e intenté cerrar la puerta, pero su pie me lo impidió. Abrió la puerta y me acorraló en una pared, sujetando mis brazos en alto con sus manos.
                —No puedes escapar ahora.
                —No te temo Judd, sé que puedo contigo
                —No puedes, así que promete que no apagarás la tele cuando vea algo.
                —Jamás.
                Harry sonrió y nos miramos a los ojos, desafiantes, o esa era la intención. Su mirada oceánica me atrapó, dejándome indefensa, y fue entonces cuando sentí algo que no había sentido nunca, algo que no sabía descifrar si era bueno o malo, pero que solo me había ocurrido con él.
                Sus manos sujetaron con menos fuerza mis muñecas y nuestras respiraciones se aceleraron a causa de nuestra cercanía.

                Parecía que ninguno quería parar ese momento, que ninguno quería dejar de acercarse más al otro. Nunca había estado tan cerca de un chico, no tanto para que ocurriese eso. La cuestión era, ¿ocurriría? No lo sabía.

¡Hola Galaxy Defenders! Bueno, aquí estoy una semana más con un capítulo, os he dejado con las ganas del siguiente, ¿no? Era la intención, si no lo  he conseguido me sentiré defraudada.
La intención era subir mañana pero bueno, como soy un poco inconstante y me voy, lo tenéis antes de tiempo, aunque no sé si os ha dado tiempo a leer el anterior a todos. El caso, espero que os guste.
No soy mucho más pesada, como siempre COMENTARIOS, son gratis y en otras entradas ya os he dicho las mil formas que tenéis para decirme que os parece así que no me repito. Hasta la próxima entrega, @DearWeirdMaria se despide. Sed felices <3

jueves, 24 de julio de 2014

Not Alone Capítulo 12

Capítulo 12.- The rules are all the same It’s just a different game

— ¿Vamos a poder solos con esto? —pregunté.
—Ya le he dicho a Tom y Dan que suban cuando terminen. De momento creo que podremos hacer algo.
—Yo os ayudo. Solos no vais a poder— dije mirando a Lee.
—No tienes remedio Kate, pero vale. Te enseño las habitaciones de los demás para que puedas dejar las cosas.
Salimos de la habitación que yo iba a ocupar y fuimos a la de enfrente. Tenía posters de The Beatles por todas partes y cosas relacionadas con el fútbol a parte de una preciosa batería en un rincón. No me hizo falta que dijera de quién era la habitación, lo sabía.
—Harry, ¿no?
— ¿Qué decís de mi? He oído mi nombre—preguntó mientras asomaba la cabeza por la puerta de enfrente.
—Que es tu habitación, mendrugo.
—Ah, vale—dijo antes de desaparecer de nuevo en el cubo de basura con proporciones de habitación.
—Pues sí, es la habitación de Harry, que está enfrente de la tuya. Y a tu lado…
Nada más verla lo supe. Era exactamente igual que la de Corringham pero con una diferencia: una enorme jaula para los lagartos.
—La tuya—completé.
—Efectivamente. Enfrente está la de Tom— dijo mientras abría la puerta a una habitación con mil cosas de Disney—. Y aquí al fondo, la de tu hermano, que ya conocerás de sobra.
Sonreí. Era igual que su habitación de Bolton. Algunas cosas nunca cambian.
—Bueno, pues esto es todo. Pregunta de quién es cada trasto y lo llevas a cada habitación, luego nos encargaremos nosotros.
                Fuimos a lo que iba a ser mi habitación y empezamos la limpieza. Lo primero que se piensa cuando entras en una habitación en ese estado es por dónde narices empiezas, pero en este caso era obvio. Había tanta basura y tantas cosas tiradas que a duras penas se podía pasar de la puerta, así que era fácil intuir por dónde deberíamos comenzar. No me explicaba cómo lograban pasar, deberían levitar o algo. Un superpoder que seguro adquirieron lamiendo un trozo de pizza mohoso del suelo. Poco a poco, con la ayuda de grandes bolsas de basura que bajábamos cada pocos minutos a la parte trasera de la casa ante la imposibilidad de tirarlas por la misma ventana, nos fuimos abriendo camino entre la porquería y los objetos. Ellos se limitaban a mirar los objetos y llevarlos directamente a la habitación correspondiente, mientras, yo me encargaba de las cosas que obviamente irían a parar a la basura para evitar preguntar lo menos posible. Una vez me encontré con una pelota gigante que parecía un saltador de niño pequeño deshinchada. Justo cuando iba a meterla en la bolsa de basura, un Harry salvaje apareció entre un montón de cajas de cartón gritando un “no” que pareció prolongarse hasta la eternidad. Y, como en una película, se tiró sobre todas las cajas intentando alcanzar la pelota, pero todavía le pillaba muy lejos.
— ¡NOOOOOOOO! ¡MI PELOTA NO! ¡NI SE TE OCURRA TIRAR A ESMERALDA A LA BASURA!
— ¿Esmeralda? ¿Acabas de llamar a esta cosa Esmeralda?
En realidad, comprendía el nombre, la pelota era de color verde esmeralda. Un punto para la imaginación de Harry. Lo que no comprendía era el apego a la pelota.
—Sí, ¿vale? Es Esmeralda y es mi pelota, así que si no te importa…— dijo alargando el brazo, pero desde su posición seguía sin llegar. Yo, por si acaso, alejé la pelota.
—Harry, no sé si tu amor por Esmeralda te ciega pero… Está pinchada.
—Me da igual, la arreglaré.
Sin verle venir, de un salto se puso de pie y me quitó a Esmeralda de las manos. Era mucho más alto que yo, y seguro que más fuerte, así que pudo arrebatármela sin problemas. Desde el incidente con Esmeralda, pregunté antes de tirar algo por si acaso mis compañeros con síndrome de Diógenes querían conservar algún tesoro más.
— ¿Qué hago con todas estas cajas? —pregunté en una ocasión. Parecían cajas de mudanza.
—A la basura directamente. ¿Qué ibas a hacer si no? —preguntó Harry.
—No sé, a lo mejor les tienes algún cariño especial. ¿Seguro que no tienen nombre?
—Ja  já, que graciosa Natalie Kate.
—Es gracioso, lo que pasa es que no lo pillas. Para tu información, o Natalie o Kate.
—De eso nada, Natalie Kate es tu nombre.
—Bien Harry Mark, yo acortaré el tuyo un poco, es demasiado largo para mí.
—No sabía que debajo de esa melena de colores hubiese una cabecita rubia.
—Ja já, ¿te crees gracioso Harry Mark?
—Lo soy y lo sabes. Mira, estás sonriendo. Mira Doug, la rubia está sonriendo.
— ¿Ahora es ella la rubia? Vaya Kate, me has quitado el mote. En el fondo te lo agradezco.
—¡Que no soy rubia!
—Ya, ya, eso habrá que demostrarlo. Mientras, serás la nueva rubia. Eres rubia dos Natalie Kate. Bienvenida a la McHouse.
Suspiré, pero no pude evitar una sonrisa. Eran demasiado tontos, pero me hacían sonreír, y eso me venía bien.
La tarea de limpiar el cubo de basura gigante era más difícil de lo que parecía. Nos llevó toda la tarde hasta entrada la noche. El resultado fue el que se esperaba después de tanto trabajo, el cubo de basura gigante al fin parecía lo que era: una habitación. No podía decir lo mismo de las habitaciones de los chicos. Toda la basura que habíamos quitado de mi habitación se encontraba repartida entre el jardín trasero y sus habitaciones. El basurero tendría un gran trabajo esa noche.
Una vez descubierta la habitación se podía ver que había una cama, un escritorio con una mini cadena y una tele. Aún así, la cama se reducía a un colchón sin almohada ni sábanas y el suelo daba asco.
Harry Mark, conocido por el resto de personas normales de esta casa como Harry (¿todavía quedaba alguien normal en esa casa?), fue a por unas fregonas, ambientador y ropa para la cama. Creo que esa fue la única vez que habían limpiado en esta habitación, pero al final, después de restregar el suelo a conciencia y esparcir por toda la estancia dos botes de ambientador, conseguimos que quedase decente. Limpiar en vez de tirar, contrarios muy distintos, que fácil era tirar las cosas, que difícil ordenarlas.
—Estoy reventado— dijo Harry Mark tumbándose en la cama en la que yo ya me había tumbado hacía un rato.
—Y yo— dijo Lee, que se tumbó también con nosotros—. Y también tengo hambre.
—Qué novedad lagarto, tú con hambre.
—Es tarde, creo que voy a por algo de cenar— comentó Harry antes de levantarse.
—Gracias cariño— dijo Lee, y Harry le guiñó un ojo, ante lo que yo me reí.
— ¿Eres gay o algo por el estilo, Lee?
—Me gustan las chicas, si es lo que te estás preguntando, pero no descarto que entre Harry y yo haya algo.
—No me puedes dejar con esa incertidumbre lagarto.
—Pues lo voy a hacer, ya lo descubrirás con el tiempo.
Se instaló el silencio por un momento en ese pequeño rincón de Londres. Ambos miramos al techo, sin saber muy bien qué decir después de tanto tiempo. Dougie pensaba en lo mismo.
— ¿Sabes? Ya no creía posible volver a verte cuando viniste.
—Yo tampoco, la verdad.
— ¿Qué te ha hecho venir? ¿Y tu padre?
—Eso precisamente.
Tensé la mandíbula e intenté contener las lágrimas, pero fue imposible, descendieron por mi cara sin que yo las diera permiso. Dougie lo vio y retiró las lágrimas con su mano. Vi comprensión en su cara, pero aún así se lo confirmé: había muerto.
Dougie vio que era lo que necesitaba en ese momento y me abrazó con fuerza. No pude más y lloré sobre su pecho hasta que no me quedaron más lágrimas pero sí dolor. Me quedé dormida como consecuencia de todo al instante.
{POV Harry}
En esta casa nadie hacía la compra si no era Tom, y Tom llevaba deprimido en su cuarto días por historias suyas, así que lo único que quedaba era pizza congelada. No hay nada mejor que la pizza congelada, bueno sí, la pizza de verdad. Metí las pizzas en el microondas unos minutos y cuando estuvieron listas subí arriba con ellas.
— ¡Chicos traigo comidaaaa!
—Shhh… Pedazo de estúpido, está durmiendo— dijo Dougie levantándose de la cama y viniendo a mi lado.
Miré a la cama y allí la vi a ella, durmiendo. Parecía frágil y pequeña, parecía que necesitaba protección. Era guapa, saltaba a la vista, ¿cómo la hermana de Danny podía ser así y Danny tan… Danny? Fácil: era una chica. Seguro que a las chicas Danny les parecía atractivo. ¿Lo era? ¡Dios Harry, ya estás delirando! Agité la cabeza de un lado a otro para aclararme.
— ¿Cómo que no? Vámonos antes de despertarla.
—Espera, sujeta esto.
Le hice sujetar las dos pizzas y fui a arropar a Natalie. Una manda no brinda protección, pero te salva de un catarro en invierno, lo decía mi abuela. Realmente no, pero eso daba igual. Salí de la habitación y cerré la puerta.
Doug y yo fuimos a mi habitación y sentados en la cama empezamos a engullir pizza. Mi habitación era la menos afectada tras la limpieza, tan solo había unos cuantos trastos apilados cuidadosamente en una esquina y Esmeralda, mi pelota, a los pies de mi cama.
— ¿Sabes por qué se ausentó Danny tantos días a parte de por ir a buscar a Natalie Kate?
Dougie asintió y, aunque no parecía dispuesto a hablar, decidió hacerlo.
—Si te lo digo es para que no les saques el tema, ni a ella ni a Danny. Su padre ha muerto—dijo estas últimas palabras después de la pausa dramática que hay que dar antes de anunciar una muerte, la pausa reglamentaria.
—Pero si Danny…
—Ya, Danny hizo como que no existía sólo porque le dejó tirado con su madre mientras se iba con Kate, pero sé que le importa de verdad. Por eso Kate está aquí, se ha quedado sola y su madre está en Bolton, eso está muy lejos.
— ¿Y tú de que la conoces? A parte de Corringham, sé que no la conoces de vista.
—Cuando ella llegó se perdió y acabó en la pista de skate. Yo estaba allí y caí encima de ella, que tenía un humor horrible, pero decidí ser amable con ella y al final se acabó convirtiendo en mi mejor amiga, bueno, la única que tenía. Ella me regaló a Zukie, el bajo y la oportunidad de estar aquí. La debo mucho.
— ¿Sabías que era la hermana de Danny?
— ¿Quién iba a imaginarlo? Hay mil Jones en este planeta y ella no se parece a Danny en nada. Creo que ella heredó la inteligencia.
—Eso no es difícil teniendo de hermano a Danny.
Los dos reímos y en ese momento, apareció el rey de Roma.
— ¿Y Nat? ¿Qué habéis hecho con ella? No me fio de vosotros.
—Durmiendo. La hemos dejado descansar y tú deberías hacer lo mismo— dijo Doug.
— ¿Ya habéis limpiado el cuarto?
—Sí, sin tu ayuda por cierto. La pregunta a responder aquí es, ¿dónde tenías pensado que durmiera si no limpiábamos? ¿En el sofá? —Dougie otra vez, yo asistía como espectador y asentía de vez en cuando.
—En mi cuarto, al sofá habría ido yo.
—Eres un puto vago Jones, pero no te preocupes, ya hemos hecho el trabajo sucio y tu hermana está descansando. Para que luego digas que no te fías de nosotros.
—Es que sois unos salidos— dijo antes de irse.

La verdad es que en el fondo tenía razones para preocuparse.

¡Hola Galaxy Defenders! Bueno, como por twitter ya me estaban presionando porque yo presiono y no subo, pues subo después de una semana, como en las series- Izzy siéntete aludida-.
Espero que os guste el capítulo, he añadido bastantes cosas para que no quedase tan corto y tan soso, era un capítulo aburrido de verdad. Si leyérais lo que había escrito dejaríais de leer. El caso, está cambiado y espero que el cambio os guste-bendita inspiración-.
Como siempre, los comentarios me hacen feliz y, LOS COMENTARIOS SON GRATIS, creo que todavía no lo sabéis pero si, son gratis. Gran revelación, ¿verdad? A ver si sirve para algo. Además de ser gratis, hago otra revelación: me hacen feliz, y las críticas desde el respeto me ayudan a mejorar- esos comentarios de pUuEeSh bAallAh mIiErDaAh, no ayudan ni hacen nada positivio para la humanidad. Bueno, no os doy más la murga, el tema comentarios da para una entrada entera. Si no queréis hacerlos o no tenéis cuenta de google o de las opciones que habilitan para comentar, se puede comentar como anónimo, y si no, podéis dejarme vuestra opinión en twitter (@DearWeirdMaria) o cualquier otro medio. Ya os dejo, i promise. Sed felices y, ¡hasta la próxima! <3 

miércoles, 16 de julio de 2014

Not Alone Capítulo 11

Capítulo 11.- Leave behind all the things I miss next stop isn’t where you think it is.

—Natalie, ¿nos vamos?
Danny se apoyó en el marco de la puerta, expectante. Yo ya tenía todo recogido en dos pequeñas bolsas, todas mis pertenencias. Mi habitación estaba completamente vacía y en mis manos tenía una foto con Joanna y Dougie que rápidamente guardé en mi mochila.
El funeral de mi padre había sido hacía dos días. Tan solo habíamos ido Danny, Joanna, que fue para hacernos compañía, y yo. Fue un funeral pequeño, pero era lo que nos hacía falta, decirle adiós definitivamente y pasar página. Aún así, seguía doliendo.
Habíamos llamado a mi madre después del funeral para darla la noticia y había insistido en que volviese a Bolton con ella. Pero Danny tenía otros planes y pensaba llevarme a vivir con él y con su banda a Londres. Mi madre, tras muchas pegas y una hora y media de conversación con Danny de la que yo apenas fui consciente, accedió.
Y ahí me encontraba yo en ese momento, con todo recogido para dejar una vida atrás y volver a otra. Mi vida últimamente se basaba en despedidas, algunas temporales y otras permanentes. No podía dejar que esto último me hundiera.
Tomé aire y miré por última vez el cuarto que había sido mío durante dos años antes de responder.
—Nos vamos—dije finalmente.
Danny cogió mis bolsas y nos montamos en un taxi que nos esperaba fuera y que nos llevó hasta el aeropuerto, donde rápidamente cogimos un vuelo rumbo a Londres. Mi hermano al parecer tenía prisa por volver y ya había oído como hablaba con sus compañeros, que debían necesitarle para algo.
Yo le había dicho mil veces a Danny que iba a ser una molestia, pero él lo negaba, aunque eso no me hacía sentir mejor.
—Los chicos están desenado conocerte. Creo que les he hablado mucho de ti.
— ¿Eso es malo?
—No es por ti, es por ellos. Son unos pervertidos de mierda y encima sin novia. Temo lo que puedan hacer contigo.
—Se cuidarme sola, Danny. Además, creo que deberías meterte en ese saco de pervertidos.
—Pero yo soy tu hermano, es distinto. No voy a intentar nada contigo.
— ¿Eso quiere decir que si no lo fueras lo intentarías?
—Que va, no eres para nada mi tipo-
—Idiota- dije acompañando el insulto de un codazo.
El viaje a Londres fue muy corto y pronto estuvimos en un taxi camino a la casa que mi hermano compartía con su grupo. La verdad es que me daba un poco de miedo ver con quien iba a convivir durante vete tú a saber cuánto tiempo.
El taxi paró enfrente de una casa enorme y Danny salió del coche, por lo que yo salí detrás de él. Después de coger las maletas, el taxi se fue y yo me quedé mirando boquiabierta la casa.
— ¿Esta es tu casa?
—Bueno, ahora es tu casa también.
—No me habías dicho que eras rico, hermanito.
—Y no lo soy, pero hay otros tres que me ayudan a pagarla. ¿Pasamos?
Sonreí y asentí. La verdad es que hacía mucho frío. Normal, ya faltaba poco para invierno. Danny abrió la puerta y pasamos. Nada más entrar había unas escaleras, así que dejó mis pocas pertenencias al lado antes de conducirme a otra sala, justo a la derecha de las escaleras.
—Bueno Nat, este es el salón de tu…
Se calló en cuanto vio lo que había frente a nosotros. Un chico rubio corría a la velocidad de la luz perseguido por otro moreno que a su vez era perseguido por otro rubio. Lo gracioso de esto es que corrían en círculos alrededor del sofá.
— ¡Ven aquí, cariño!
— ¡Niños! ¡Dejad de hacer el mongolo que Danny está a punto de llegar!
— ¡Dile que me deje Tom!
Esa voz… La conocía demasiado bien, pero no, no podía ser él, ¿o sí? Lo iba a comprobar enseguida.
— ¡Hey! ¡Hay visita gandules!
El primer rubio paró en seco al oír a mi hermano y con ello, los otros dos se chocaron contra él y cayeron al suelo los tres juntos.
— ¡Me estáis aplastando!
— ¡Es que Tom no se quita de encima de mí!
—Ya voy, ya voy.
Todos se pusieron de pie y se peinaron su pelo, el cual llevaban igual que mi hermano: lacio y pegado a la cara.
Fui observándolos uno a uno, o esa era la intención, porque solo vi al primero de ellos. Él también me vio a mí.
— ¿Kate? —preguntó confuso mirándome a mí y a mi hermano alternativamente.
— ¡Lee! — exclamé antes de salir corriendo y abrazarle con todas mis fuerzas ante la atenta mirada del resto.
—Kate, ¿qué haces aquí? Te he echado de menos— dijo después de un rato abrazándonos. Me separé de él.
—Esa pregunta debería hacerla yo lagarto, ¿seguro que esta es tu casa Danny?
—Seguro. Pero esto… ¿os conocéis? Porque creo que os estáis equivocando de persona. Él no se llama Lee, es…
—Dougie Lee Poynter, lo sé Danny.
—Y ella Natalie Kate Jones, también lo sé— dijo Lee.
— ¿De qué narices conoces a mi hermana, rubio?
—Pues…— comenzó a decir Lee, sin saber cómo explicarse. Decidí salvarlo.
—Dougie vivía en Corringham antes de entrar en tu banda Dan. Yo fui la que le convenció para entrar en la banda así que si hoy le tenéis de bajista es gracias a mí.
—Así que al final era tu hermano— dijo Lee— Pero, ¿qué haces aquí?
—Es… Difícil de explicar— dije cambiando la cara. Mi hermano se dio cuenta así que cambió de tema.
—Bueno Nat, ya que conoces al enano, te presento. Natalie, este es…
Enfrente de mi tenía a un chico moreno con las puntas rubias y unos ojos azules preciosos, incluso más que los de Dougie. Nos miramos las camisetas. Ambos llevábamos una camiseta de The Beatles así que nos señalamos y nos miramos a los ojos.
— ¿Canción favorita? — preguntamos los dos a la vez.
—Hey Jude— respondimos los dos, otra vez al unísono. Sonreímos.
—Soy Natalie Kate Jones, pero me puedes llamar Nat.
—O Kate— soltó el lagarto de fondo.
—Yo soy Harry Mark Christopher Judd, pero me puedes llamar Hazz. Encantado.
—Igualmente— dije, y nos dimos dos besos.
—Y bueno, por último, el hombre que hizo posible que hoy seamos una banda.
—Soy Thomas Michael Fletcher, pero me puedes llamar Tom, todos lo hacen.
—Encantada— dije dándole dos besos también a él.
—No sé para qué me esfuerzo en presentaros si ya lo hacéis vosotros solitos…
Todos se rieron, incluida yo. Creía que eso no podía ser posible, pero sentí que con ellos mi vida podría ser un poquito más feliz.
—Danny, tenemos que arreglar una cosa de la nueva canción. Hemos intentado que Harry cante pero no salió muy bien.
— ¿Ahora? Quería enseñarle a Nat su cuarto.
—No te preocupes Dan, ya voy yo. Te necesitan a ti.
—Vale enano. Pero como vea que intentas algo con mi hermana te corto los…
—Entendido. Ven Kate, te enseño tu cuarto.
Yo le hice caso y le seguí. Fui a coger mis bolsas de la escalera pero él se me adelantó.
—Hey, yo puedo sola. Que Danny no me haya dejado, vale, ¿pero tú?
—Soy un caballero, querida tomate, y tú eres una invitada.
—Eres un lagarto, no un caballero, y yo ya no soy un tomate.
—Es verdad, te has puesto los cinco colores, como nuestra canción.
—Exactamente, aunque al principio no sabía que era tuya.
—Técnicamente no es mía, es del grupo.
Yo sonreí ante aquello. Lee, tras terminar de subir las escaleras, se paró en una habitación llena de trastos. No sabía ni como eso podía ser una habitación.
—Emm… Esta es tu habitación, pero todavía tenemos que recoger y esas cosas.
— ¿Esto es una habitación o vuestro cubo de basura particular?
—Cuando llegamos era la mejor habitación de la casa. Como todos nos peleábamos por ella, papi Tom decidió dejarla para uso común y así ha quedado.
—Pero, ¿aquí hay cama?
— ¿Ves todas esas cajas y mantas? Ahí debajo está.
—Creo que podría dormir en el sofá hoy.
—De eso nada. Voy a pedir ayuda, espera un momento.
Salió y me dejó sola entre aquella montaña de basura. Dejé mis maletas en el pasillo ante la imposibilidad de dejarlas en mi habitación. Al cabo de un rato Dougie subió con Harry, los refuerzos.
—Bueno, vamos a hacer que esto parezca una habitación.


¡Hola Galaxy Defenders! Aquí tenéis otro capítulo más de este fic, que espero que os guste. Como veis ya están todos juntitos y en compañía así que empieza la parte guay de este fic. Sí, después de 10 capítulos porque me lo estoy tomando con calma, mucha calma. 
Si os gusta, que espero de corazón que así sea, no dudéis en dejar COMENTARIOS, que son  gratis y me hacen feliz. Si queréis hacer sugerencias o comentarios, sin faltar al respeto, acerca del fic, también sois bienvenidos como siempre, desde aquí o en mi twitter @DearWeirdMaria.
Y no os aburro más por hoy. Sed felices :D