Capítulo 68.- De vuelta a casa.
No había sido una
buena idea pasar por el trabajo hoy. Eso me dije a mi misma frente a la máquina
de cafés, tomándome el sexto del día. Estaba agotada, no había dormido nada y encima, según la
llamada que recibí de Tom, a Dougie le habían dado el alta y ya estaba en casa.
Era una buena noticia, sin duda, pero quería estar desesperadamente con él.
Miré el reloj resignada y volví a mi mesa de trabajo.
-¿Cuántos van?-
me preguntó Miriam.
-Seis, ¿se nota
demasiado que no puedo mantenerme en pie?-Mucho. Dime una cosa, ¿cuánto has
dormido en total estos dos días?
-Cuatro horas en
total a lo mejor.
-¿Cuánto te queda
para terminar?
-Nada, estoy
adelantando trabajo para mañana.
-Bien, pues
vámonos. Vas a casa, descansas y mañana sigues.
Asentí y me
levanté después de apagar el ordenador para ir detrás de Miriam. El café y la
música a todo volumen del coche de Miriam ayudaron a que no me quedase dormida
durante el trayecto a casa. Miriam decía que iría a casa a descansar, pero
sabía perfectamente que no iba a tener mucho tiempo para descansar. Tras llegar
a casa aparcó directamente para bajarse ella también del coche.
-¿Está Harry en
casa?
-Sí, se ha
quedado con Dougie hasta que llegases, me ha mandado antes un mensaje.
Entramos en casa
en la que, a simple vista, no había nadie, así que fuimos arriba a ver si
estaban allí, y así era. En nuestra habitación estaban Dougie y Harry jugando a
las cartas, aunque no parecía un simple juego de cartas, porque la apuesta eran
prendas de ropa y ambos estaban únicamente en bóxers.
-Menudo
recibimiento…- dijo Miriam que, obviamente, estaba encantada, y como para no
estarlo.
-Si queréis
uniros podemos vestirnos y volver a empezar, aunque como sois unas
gallinas…-dijo Harry cuando llegamos a su altura.
Me subí a la cama
y me puse al lado de Dougie, que estaba tumbado. Sin la camiseta pude ver la
venda en su abdomen sobre la herida, pero antes de sentirme culpable se acercó
rápidamente a mis labios, con urgencia. Yo solo pude responderle con la misma
intensidad, hasta que Harry carraspeó y yo me separé.
-Te he echado de
menos- susurró, aunque todos lo escucharon.
-Te ha echado de
menos porque lo que quería era que jugaras tú también y que perdieras para
verte desnuda.
-Mentiroso. Ese
eres tú, que andas muy necesitado.
-Ah, ¿sí?-
preguntó Miriam-. Yo me apunto a jugar. ¿Qué dices tú Ash?
-Yo solo juego si
juega Ash- dijo Dougie.
-Antes no decías
eso.
-Porque has
insistido mucho y porque eres un aburrido.
-Bueno chicos, si
queréis que juguemos tendremos que poner las condiciones.
-Dime cariño,
¿cuáles son tus condiciones?
-Primero, ¿juegas
Ash?
Todos esperaban
que lo hiciera, y poco importaba mi cansancio entonces, así que asentí.
-Vale, si ganamos
nosotras tendréis que hacernos el desayuno todas las mañanas.
-Dougie eso ya lo
hace, y tiene que guardar reposo.
-Jo, entonces las
apuestas no van a ser divertidas… Bueno vale, el que gane después decide que
quiere que haga el resto.
-Me parece justo.
Yo voy a vestirme- dijo Harry.
-¿Para qué?
Puedes dar tu ropa igual.
-Para sorprender.
Y tú, vístete también Dougie- dijo antes de entrar en el baño con su ropa.
Dougie bajó las
piernas de la cama con dificultad y se agachó para recoger la ropa. Le dolía, y
eso se veía.
-Doug, no hagas
esfuerzos, yo te ayudo- dije haciendo que se pusiese recto.
-Puedo yo…
-No, no puedes,
sé que te duele, así que ya que quieres jugar así me dejas ayudarte.
-Nunca pensé que
me fueses a ayudar a vestirme- dijo mientras intentaba subir sus bermudas por
sus piernas, una de ellas escayolada.
-Todo esto es mi
culpa, es lo mínimo.
-Creo que no he
escucahdo bien- dijo cuando el fin le subí los pantalones.
-Has escuchado
bien. Es mi culpa y lo sabes.
-Pues no, no lo
sé, porque es mentira. No es tu culpa.
-Chicos…- intentó
interrumpirnos Miriam cuando Harry salió del baño.
-¡Sí lo es! Si me
hubiese ido con Jerry no te hubiese pasado esto.
-No hubiese
permitido que hicieses eso y lo sabes.
Harry y Miriam en
ese momento en el que no sabían que hacer se escondieron en el baño, aunque de
eso no me enteré inmediatamente.
-Claro que lo sé,
pero, ¿y si te hubiese dicho que no te quería?
-Ni aún así,
porque sé que es mentira.
-¿Cómo lo sabes?
No respondió, en
su lugar se levantó, incorporándose con las manos. Yo fui hacia él dispuesta a
impedirlo.
-¿Qué haces?
Tienes que reposar.
-Demostrarte que
me quieres.
-Nunca dije que
no lo hiciera- dije ya con lágrimas en los ojos.
-Ven aquí- dijo
abriendo los brazos. Yo me refugié en ellos, abrazándole con fuerza, quizá
demasiada, aunque a él no pareció importarle-. Escúchame, ¿vale? Lo haría mil
veces más si fuese necesario. No pienses nunca que voy a quedarme de brazos
cruzados mientras ese capullo te hace daño. No quiero volver a escucharte decir
eso, nunca.
-Prométeme que
tendrás cuidado y no te pasará nada. No podría vivir con eso.
-Te lo prometo,
pero ahora relájate un poco, ¿vale?- dijo apartándome un poco. Cuando me iba a
besar la puerta del baño se abrió.
-Bueno vale
tortolitos, ¿queréis jugar o no?
-¿La verdad? No.
-Oh venga, solo
un rato, luego duermes.
-¿Tienes sueño?-
preguntó Dougie antes de darse cuenta-. Si lo sé no te dejo dormir en el
hospital.
-¿Cómo me lo ibas
a impedir? Me iba a quedar de todos modos.
-Bueno, ¿jugamos?
Asentí y
empezaron a repartir las cartas para jugar al póker. Yo era malísima, así que
era la que más ropa había perdido al cabo de un tiempo. Con unas cuantas
partidas más, retrasando mucho el momento de quitarme prendas de ropa vitales,
llegó el momento de elegir entre mi camiseta y mis pantalones. Me decidí por lo
segundo, ya que con la camiseta básica que me quedaba me podía cubrir un poco.
-Te toca
enseñarnos tus encantos Dougie- dijo Harry provocador cuando Dougie perdió una
de las partidas. Se quedó con la camiseta, quitándose los pantalones como pudo
porque, aunque le ofrecí ayuda, no la quiso.
Al final me tocó
desprenderme de todo lo que me impedía estar en ropa interior para quedarme
únicamente con aquel conjunto de rayas rojas y negras que tanto gustaba a
Dougie.
-Creo que a
alguien le quedan dos prendas para perder…- dijo Harry.
-No, ya he
perdido, directamente. No voy a jugar más.
-Gallina…
-Harry, que más
te da, has ganado. Déjala descansar- dijo Dougie defendiéndome.
-Podéis quedaros
a dormir si queréis, hay varias habitaciones libres con camas de sobra. Si
queréis os acompaño.
-Cariño, ellos
pueden solos, tú quédate aquí conmigo.
-Sí, nosotros
vamos a… seguir jugando- dijo Miriam cogiendo a Harry de la mano y saliendo de
nuestra habitación antes de cerrar la puerta.
-Quizá debería
dormir yo también en otra habitación.
-¿Qué tontería es
esa?
-Porque ya sabes
que yo me muevo mucho cuando duermo y puedo hacerte daño- dije antes de
bostezar.
-Anda ven aquí-
dijo después de quitarse la camiseta, abriendo sus brazos.
Yo, que aún
estaba en ropa interior, y así iba a dormir, me acomodé en su brazos,
intentando no hacerle daño.
-¿Te hago daño?-
pregunté alzando la cabeza para mirarle.
-No tranquila,
nunca he estado mejor.
Y antes de poder
decir nada me besó, aunque no fue un beso cortito de buenas noches, se dejó
llevar completamente y, cuando hacía eso, yo hacía lo mismo. Pasé mis manos por
su pelo una y otra vez mientras él con su mano acariciaba mi abdomen. Siempre
quería acabar igual, aunque quizá no se hubiese dado cuenta, pero me moría de
sueño, así que, con todo mi control, me separé de él.
-Lo siento,
tienes que descansar- dijo acariciando mi pelo-. Pero no vuelvas a dormir tan
poco, luego no te sienta bien.
-Claro, eso es
porque luego no puedo hacer lo que quieres hacer.
-En parte.
También es porque me preocupo por ti.
-Si yo hiciera
eso me iría a otra habitación y no te haría daño.
-No seas tonta,
te preocupas por mí, si no, hubieras dormido algo.
-Bueno, creo que
debo dormir.
-Te dejo dormir.
Buenas noches.
-Buenas noches.
Y después de
aquello, cerré los ojos y tardé un par de minutos en dormirme entre aquellos
brazos que tanto me calmaban.
¡HOLA LAGARTOS! ¿Qué tal las vacaciones? Cortas, lo sé. Aquí estoy un día más con un capítulo que tiene de interesante lo que los monólogos de filosofía de la Celestina, pero aún así, como es una chorrada enorme y no es triste, espero que os guste. El siguiente es un poquito mejor.
Como podéis comprobar para vuestra desgracia no, no hay secso (sé que esto a @CeliaGGH la va a decepcionar mucho).
CHANANANANANA Ya hemos entrado en la cuenta atrás de los últimos 10 capítulos, que tengo que decir, creo que pasa en estos 10 capítulos lo que no ha pasado en todo el fic (siempre me acelero) así que espero que os guste lo que queda por venir.
¡COMENTARIOS QUE SON GRATIS Y NO HACE FALTA ESTAR REGISTRADO! Igual que a vosotras os gustan mis caps a mi me gusta leer vuestros comentarios, me ayudan a saber que queréis y a mejorar para los próximos fics.
Y no meto más rollo, @DearWeirdMaria se despide. Sed felices <3