Capítulo 69.- Reencuentro.
Dos meses. Eso
puede ser una medida de tiempo corta o larga, depende de la situación, pero a
mí se me habían hecho interminables. Bueno, a mí y al resto de nosotros. Los
chicos se habían ido esos dos meses de gira, a escribir y grabar su nuevo álbum
y más cosas del grupo. Tom había arreglado todo para hacer el mayor número de
cosas con el grupo en el menor tiempo posible aprovechando que el embarazo de
Gio todavía no iba muy avanzado. El resultado de esto habían sido dos intensivos
meses viajando de un sitio a otro.
Mientras ellos se
ocupaban del grupo nosotras nos habíamos mudado todas a casa de Gio durante
este tiempo con el fin de ayudarla todo lo posible, y también de hacer la
espera más amena, aunque sin mucho éxito. Esta era la parte más dura de vivir
un sueño como el de McFly y, aunque costaba, no iba a ser yo la que hiciera que
renunciaran a ello.
Todos los días
sin falta había hablado con Dougie aunque fuese un poco, y ese había sido mi
apoyo estos dos meses. Hoy le volvería a ver, sí, hoy volvían a casa y, a
diferencia de las otras veces que fue una sorpresa, hoy iríamos a recogerlos al
aeropuerto. El por qué de esto era Tom, que creía que lo más conveniente era
que Gio lo supiera, y si Gio lo sabía, nosotras también.
En poco tiempo
saldríamos hacia el aeropuerto, así que decidí ir a darme una ducha. Una vez
estuve arreglada, bajé a comer algo con las demás.
-Mirad que
sonriente viene Ashley- gritó Miriam cuando bajé.
-Eso es porque
hoy vienen los chicos. Todas estamos felices- dijo Geo.
-¿Has oído
pequeño? Hoy viene papá- dijo Gio hablando con su vientre abultado de cuatro
meses.
Hacía semanas que
hablaba a su tripa como si la escuchase, y eso nos hacía sonreír un poco a todas,
que le seguíamos el juego.
-Y tío Harry, que
va a ser tu mejor tío- dijo Miriam hablándole también.
-De eso nada, tío
Dougie va a ser el mejor- defendí yo.
-¿Y tío Danny
qué? Le va a mimar como ninguno.
-El mejor va a
ser su padre. Cuando vosotras os animéis seguro que también son unos padres
geniales.
Yo suspiré
mientras comía ensalada. Claro que Dougie sería un padre genial, y lo hubiese
sido de no ser porque aquel niño no llegó a nacer. A veces pienso que hubiese
pasado si hubiese nacido, si las cosas serían como ahora.
-Creo que podemos
esperar unos años más para eso, mientras nos conformaremos consintiendo a
vuestro pequeño o pequeña- dijo Geo para quitar hierro al asunto e intentar que
yo no me pusiese a llorar.
Terminamos de
comer y en dos coches fuimos hasta el aeropuerto. Yo fui en el mío con Gio y
Miriam en el suyo con Geo.
-Hablé con Tom y
me dijo que Dougie está muy bien de la herida. Supongo que a ti no te saca el
tema.
-Supones bien, me
evita el tema cada vez que pregunto.
-Le han tenido que
cuidar muy bien, no te preocupes, vendrá mejor que nunca, y deseando verte.
-Cuando le vea me
va a dar igual la gente, los paparazzi y todo lo que haya allí porque con verle
seré más que feliz.
-Sé lo que
sientes. Saluda a Dougie de mi parte cuando puedas.
-¿No vas a
hacerlo tú?
-Dudo que os
separéis un solo instante.
Sonreí porque sabía
que llevaba razón y continuamos rumbo al aeropuerto.
Llegamos pasados
unos minutos, aunque habíamos llegado con bastante tiempo y nos tocaba esperar,
una espera más que interminable. Estaba nerviosa y, cuando estaba nerviosa
comía, así que fui a la máquina a por una bolsa de M&Ms.
-¿Queréis?
-No, detesto los
M&Ms, soy más de Lacasitos- dijo Miriam.
-Yo sí que
quiero- dijo Gio-. Tenía antojo de chocolate.
Juntas nos
comimos la bolsa entera antes de que ellos vinieran y, cuando no quedaba comida
y empecé a morderme los labios, la pantalla puso que el equipaje ya se había entregado.
Entonces, entre la multitud, divisé las cuatro cabecitas que estaba esperando y
entre ellas estaba aquella que destacaba por su pelo rubio y sus ojos azules,
él. En cuanto lo divisé me levanté del asiento que ocupaba antes que el resto y
fui a su encuentro. Ellos nos buscaban pero no nos veían, no hasta que aceleré
el paso hasta casi correr para ir a su encuentro. En ese momento Dougie me vio
y también aceleró el paso todo lo que le permitía su maleta. Fue un camino
larguísimo pero a casa paso estaba más cerca de él. Ni siquiera me paré cuando
estuve enfrente suya, choqué y le abracé con todas mis fuerzas. Él hizo lo
mismo, ya que había soltado la maleta. Las lágrimas de felicidad salían y
mojaban su camiseta.
-No me puedo
creer que estés aquí, te he echado tanto de menos- susurré.
-Y yo a ti, no
sabes cuánto- dijo mientras acariciaba mi pelo.
Dejamos de
abrazarnos y mientras yo me ponía de puntillas y él agachaba la cabeza,
juntamos nuestros labios una, dos, diez, veinte veces, poco importaba. Después
de dos meses le tenía allí y me daban igual los paparazzi. Éramos conscientes
de que todo el mundo nos miraba, pero estábamos felices. Decidimos poner fin a
los besos y pasó su brazo por mis hombros mientras yo pasaba mis brazos por su
cintura, observando a los demás y sus reencuentros.
Tom levantaba a
Gio del suelo mientras se daban un beso para después dejarla en el suelo y
acariciar su tripa. Harry y Miriam hacían lo mismo que Danny y Geo, abrazarse y
besarse.
-¿Qué tal está
Gio? ¿Y el bebé?
-Los hemos
cuidado muy bien a los dos, están muy bien. Me ha dicho que te salude de su
parte.
-¿Y eso por qué?
-Porque sabe que
no pienso separarme de ti en todo el día.
-Yo tampoco- dijo
apretándome más contra él.
-Tengo una
pregunta- el me miró expectante-. ¿Qué tal estás?
-Mejor que nunca
ahora que te tengo aquí conmigo.
-No enserio, ¿qué
tal la herida?
-Ya está muy bien
enserio, casi ni me molesta. ¿Te hace más feliz?
-Mucho más- dije
y le di un pequeño beso en los labios, o esa era la intención, ya que no dejó
que fuese así atrapando mis labios. Había sido mucho tiempo sin tenerle ahí,
sin besarle.
-Mmm… Chicos,
¿habéis terminado?-oímos una voz a nuestro lado y nos separamos. Todos estaban allí
sin separarse de sus parejas, esperándonos.
-No, pero ya
seguiremos luego. ¿Tenéis prisa?- dijo Doug.
-No, ninguna-
dijo ironizando Danny-. Solo que estamos rodeados de paparazzi por todos lados
que ya tendrán más que suficientes fotos de vosotros cariñosos de más. No me
apetece que os liéis en pleno aeropuerto.
-Vale, vale, nos
vamos. Que borde has venido pecosín- le dije yo.
-No ha venido
borde, es bordo conmigo porque quiere irse con Geo a la cama.
-Pues sí, ¿vale?
Así que si circulamos me hacéis un favor.
Geo se puso roja
y los demás reímos mientras caminamos hacia los coches. Fuimos a casa tal y
como habíamos venido, solo que ahora con los chicos, unos cuantos de kilos más
y mucho más felices.
-¿Vais a pasar
por casa o vais directamente a la vuestra?- preguntó Tom.
-¿Tienes las
cosas en su casa?- me preguntó a mí, que era la que conducía.
-Sí, ¿qué pasa?
-Que entonces
tendremos que pasar a casa de Tom para que las recojas.
-Las puedo llevar
con los días a casa, no hace falta que sea hoy.
-La verdad es que
sí hace falta.
-¿Ah sí?
-Es una sorpresa.
Si esperas un poco te la digo.
-No me gusta que
me dejes con la duda.
-Lo sé, pero
merecerá la pena, confía en mí.
-Ya lo hago- dije
con la sonrisa.
Llegamos a la
casa a la vez que llegaba Miriam en su coche con los demás. Todos se quedaron
abajo menos Danny y Geo que se excusaron para subirse a una de las habitaciones,
así que cuando Dougie me fue arrastrando para subir las escaleras que momentos
antes habían subido Danny y Geo, rieron al igual que lo hicieron con ellos.
Con todas las escaleras
dejadas atrás llegamos a la habitación que había ocupado durante esos dos
meses, que era la que había compartido con Dougie durante tanto tiempo.
-¿No te trae
buenos recuerdos esta habitación? Porque a mí sí- dijo rodeando mi cintura por
la espalda.
-Muy buenos, cada
parte de esta habitación me recuerda a ti- dije dándome la vuelta para mirarle.
Él volvió a
atrapar mis labios entre los suyos antes de tumbarme en la cama con rapidez. Fue
descendiendo por mi cuello, acariciándome a su paso.
-¿Lo de recoger
las cosas no sería una excusa?- pregunté en un susurro.
Él entonces dejó
de besarme, sin soltarme en ningún momento, para poder mirarme.
-Soy un estúpido,
no tenemos mucho tiempo y yo entreteniéndote… Pero es que ha sido demasiado
tiempo.
-No me importa
que me entretengas en absoluto, puedes hacerlo cuando quieras- le dije
dispuesta a besarle de nuevo, y él me siguió.
-Me estás
poniendo las cosas muy difíciles.
-¿Quién eres tú y
que has hecho con el Dougie Poynter que siempre tiene ganas de sexo?
-Está aquí, créeme,
y como sigas así saldrá y el Dougie Poynter que intenta darte una sorpresa se
irá.
-¿Qué clase de
sorpresa?
-¿Si te digo que
vamos a tener tiempo de sobra para estar así en las próximas semanas a cambio
de contenernos ahora que me dices?
-Mmm…Suena
tentador.
-Bien, pues
entonces recoge tus cosas, porque nos vamos de vacaciones.
¡Hola pequeños lagartos lectores de este fic! Hoy es mi último día de vacaciones así que he sacado un rato de mi libertad para subir cap ya que seguramente hasta verano podéis despediros de mi fic, porque mañana empiezo y bueno, Bachillerato se encargará de comer la libertad que tenga, que va a ser ninguna, básicamente. Espero que @CeliaGGH no muera porque he subido cap.
Este cap es un poco mejor que los anteriores yo creo y, como sabéis ya quedan menos de diez capítulos para el final, que seguramente subiré ya en verano para empezar con el nuevo fic que estoy escribiendo en verano que todo el mundo tiene tiempo.
Lo de siempre, no me enrollo más pero quiero COMENTARIOS, que son gratis y se puede comentar sin estar registrado, aunque sale como anónimo. @DearWeirdMaria se despide. Sed felices y que la suerte esté siempre de vuestra parte, ¡QUE EMPIECE EL TERCER TRIMESTRE!.