Capítulo 13.- For so many nights now I find myself thinking about her
now.
{POV
Natalie}
Un sonido atronador me despertó
aquella mañana. Sonaba como a metal contra el suelo. Abrí los ojos y ante mi vi que ya no estaba
en Corringham y que todo lo que había tomado por un sueño era real. Me levanté
y fui andando por la casa que estaba en
completo silencio. Parecía que todos seguían durmiendo.
Bajé las escaleras y fui a la
cocina. El día anterior no había cenado y la verdad es que me moría de hambre.
Me quedé en la puerta al observar el desastre que tenía delante. Todas las
cacerolas estaban tiradas por los suelos, menos en la que Harry intentaba hacer
unos huevos con bacon. Estaba saliendo humo de ella mientras intentaba recoger
las cacerolas del suelo. Yo me reí y fui a quitar la sartén del fuego antes de
que hubiera una desgracia.
—Buenos días, Harry— dije, ya
que al parecer no se había dado cuenta de mi presencia.
—Buenos días Natalie Kate, ¿te
he despertado?
—Mentiría si dijera que no. Eres
un desastre como cocinero.
—Mierda, ¿se han quemado?
—Se han quedado hechos carbón,
ni el gato los quiere.
—No digas gato que Tom quiere
uno y ya bastante tenemos en la casa con los lagartos.
—Pues a mí me gustan los gatos—
dije mientras tiraba lo que estaba en la sartén y hacía unos nuevos huevos con
bacon.
— ¿Sabes cocinar? Porque Danny
no nos dijo nada.
—Bastante mejor que tú, aunque
eso no es difícil.
—Un poquito de respeto, me muero
de hambre y Tom está encerrado en su cuarto como de costumbre.
— ¿Qué le pasa?
—Está deprimido por una chica.
Yo creo que deberías hablar con él.
— ¿Por qué yo?
—Porque yo ya lo he intentado y
créeme, mis consejos funcionan. Pero esta vez no y creo que necesita los
consejos de una chica. Dado que eres la única de esta casa, te toca. A menos
que quieras hacernos la comida eternamente.
La idea de hacer la comida cada
día para una tanda de vagos no me emocionaba así que sí, me tocaba hablar con
Tom. No para que se encargase del trabajo sucio él solito, si no para no
encargarme yo de él al completo.
—Pero no estará despierto—le
mencioné.
—Está despierto desde las siete
lamentándose con música triste, eso es lo que me ha despertado, si no seguiría
durmiendo tranquilamente.
—Vale, pues entonces desayunamos
y luego voy.
—Gracias Natalie Kate, si lo
consigues tendremos comida en la nevera.
—De eso nada, aunque lo consiga
no creo que a Tom le apetezca ir a comprar comida a una panda de vagos como
vosotros.
— Sigues sin tener respeto— dijo
negando con la cabeza—. Te olvidas de que he intentado hacer el desayuno.
—Para ti y porque si no hubieses
muerto de hambre. Además, si me descuido acabas con lo que queda en la nevera.
—La verdad es que esos son los
últimos huevos con bacon que quedan, habría comido galletitas.
—Considérate afortunado— dije
mientras llevaba los dos platos a la mesa, tras lo cual empezamos a comer.
—Esto está riquísimo Natalie
Kate, los mejores huevos con bacon que he probado nunca.
—Normal, si todos son como los
que he tenido que tirar…
—No, normalmente los hace Tom,
que también cocina de lujo, pero le salen mejor las tortitas. Cuando vayas a
comprar y todo se solucione le diré que las haga para que las pruebes.
— ¿Cómo que cuando vaya? ¿Te
piensas que he venido a ser la chacha de un grupo de rock? De eso nada, tú
vienes a comprar conmigo.
—P-pero…— protestó.
—De peros nada. Igual que puedo
hacer que Tom sea el de antes puedo hacer que no vaya a la compra y créeme
cuando te digo que sola no voy a ir. Si hace falta voy a un McDonald’s.
—Vale, vale, entendido. Creo que
vas a cambiarnos a todos nada más llegar.
—Lo que voy a hacer va a ser
cambiar lo vagos que sois.
Terminamos de comer y mientras
el vago de Harry veía la tele, fui a hablar con Tom, vamos, a hacer el trabajo
sucio. Llamé a la puerta pero nadie me respondió, así que me limité a abrir.
Tom estaba sentado en su cama mirando a una foto con la mirada más que perdida.
—Hola Tom— le saludé, aún en la
puerta. Él desvió la mirada de la foto para mirarme a mí.
—Oh Natalie, ¿qué querías?
—Harry me ha enviado a hablar
contigo, dice que necesitas la ayuda de una chica— dije mientras me adentraba
en la habitación antes de sentarme a su
lado en la cama. La foto que sostenía
era suya con una chica morena de pelo rizado.
— ¿Por qué sois tan complicadas?
—No somos tan complicadas, el
problema es que vosotros no nos entendéis. Te gusta, ¿no?
—Es mi mejor amiga desde que
vino nueva al colegio pero… He descubierto que la quiero y no precisamente como
amiga.
— ¿Y por qué no se lo dices?
—Porque… Mírame Natalie, ella no está
enamorada de alguien como yo. Además, me han dicho que tiene novio.
— ¿Quién te lo ha dicho?
—Danny.
—Maldito Danny… Pasa de lo que te diga, le
encanta vacilar a la gente. Si eres su mejor amigo te hubiera dicho que estaba
saliendo con otra persona, ¿no? Los amigos se cuentan esas cosas.
—Aunque eso sea mentira, yo no puedo gustarla
de esa forma.
— ¿Por qué no? A veces el amor nos impide ver
la realidad. Mira, puede que no la conozca, pero cuando una chica mira a un
chico de la forma en la que ella te mira en esa foto es porque le quiere de
verdad. Tienes que decírselo, el no ya lo tienes.
—Pero yo no sé decir esas cosas, no se me da
bien.
—Se te da bien cantar y componer, ¿no? —el asintió—. Hazle una canción con todo lo
que sientes y díselo. Eso sí que puedes hacerlo. Lo que no debes hacer es
seguir así, los chicos están desesperados.
—Porque no hay comida en la nevera, ¿no?
—En parte sí, pero eso lo tengo solucionado,
voy a ir a comprar con Harry.
— ¿Se ha ofrecido voluntario?
—Le he obligado, así que haz que esto sea de
provecho y dile todo lo que sientes a…
—Giovanna— completó él por mí.
—Es un nombre bonito. Ya verás como sale
bien, Tom.
—Muchas gracias Natalie, en serio— dijo
abrazándome. Yo le abracé también.
—Bueno, te dejo componer esa canción. Quiero
verla terminada.
El asintió y yo salí de su habitación. Volví
a la mía donde me puse unos vaqueros, una sudadera ancha y mis vans. Me arreglé
un poco el pelo y bajé al salón, donde había dejado a Harry hacía un rato.
Seguía en la misma posición en la que lo dejé.
— ¡Eh! Hay que hacer la compra.
Él se sobresaltó y al verme preparada, subió
a vestirse corriendo.
— ¡Enseguida vuelvo! —gritó desde lo alto de
las escaleras.
Tampoco le iba a costar mucho cambiarse de
ropa. Era invierno y mientras yo llevaba mil capas de ropa, él llevaba un fino
pijama. Me senté y yo también me puse a ver la tele. Fútbol, no me gustaba
nada. Cambié el canal a la MTV y los vi a ellos, su videoclip. Me había negado
a verlos mucho tiempo, pero había aparecido ante mí finalmente. No era Five Colours in her Hair, era
That Girl.
No podía parar de reírme
con él. Harry intentaba coger una chocolatina de la máquina expendedora cuando
llegó una chica, hecho que hizo que mi hermano se cayera.
— Eh,
ya estoy Natalie Kate.
—Espera,
estoy viendo vuestro videoclip.
—No, no
lo hagas por favor.
— ¿Por
qué no? Si aquí el que intenta ligar con ella es mi hermano. Sois unos malotes,
¿eh?
—
Muchísimo. ¿Por qué no ves otra cosa?
—Porque
es lo que ha decidido la tele y yo me quedo a verlo.
—Estupendo—
dijo sentándose a mi lado a terminar de verlo.
Yo me
reía con cada una de sus tonterías y Harry lo hacía conmigo.
—Y…
collejón para Dougie— dijo Harry, poniendo punto final al videoclip.
Tras
esto apareció en pantalla el videoclip de unas chicas ligeritas de ropa. Harry
parecía con intención de quedarse, así que le agarró del brazo con intención de
levantarle, pero él no se movía.
—Harry,
muévete, vamos a comprar.
—Pero
esa canción me gusta.
—Te
gusta el videoclip, que no la canción— dije apagando la tele.
—Las
pagarás— me amenazó frunciendo el ceño. Sabía que iba a por mí, así que huí de
allí subiendo las escaleras de dos en dos, pero él iba más deprisa que yo.
Realmente subir las escaleras de dos en dos es mucho más lento para alguien con
unas piernas tan cortas como las mías, pero da la sensación de que se avanza
más deprisa al saltarse un escalón.
Me
escondí en mi habitación una vez llegué al piso superior, e intenté cerrar la
puerta, pero su pie me lo impidió. Abrió la puerta y me acorraló en una pared,
sujetando mis brazos en alto con sus manos.
—No
puedes escapar ahora.
—No te
temo Judd, sé que puedo contigo
—No
puedes, así que promete que no apagarás la tele cuando vea algo.
—Jamás.
Harry
sonrió y nos miramos a los ojos, desafiantes, o esa era la intención. Su mirada
oceánica me atrapó, dejándome indefensa, y fue entonces cuando sentí algo que
no había sentido nunca, algo que no sabía descifrar si era bueno o malo, pero
que solo me había ocurrido con él.
Sus
manos sujetaron con menos fuerza mis muñecas y nuestras respiraciones se
aceleraron a causa de nuestra cercanía.
Parecía
que ninguno quería parar ese momento, que ninguno quería dejar de acercarse más
al otro. Nunca había estado tan cerca de un chico, no tanto para que ocurriese
eso. La cuestión era, ¿ocurriría? No lo sabía.
¡Hola Galaxy Defenders! Bueno, aquí estoy una semana más con un capítulo, os he dejado con las ganas del siguiente, ¿no? Era la intención, si no lo he conseguido me sentiré defraudada.
La intención era subir mañana pero bueno, como soy un poco inconstante y me voy, lo tenéis antes de tiempo, aunque no sé si os ha dado tiempo a leer el anterior a todos. El caso, espero que os guste.
No soy mucho más pesada, como siempre COMENTARIOS, son gratis y en otras entradas ya os he dicho las mil formas que tenéis para decirme que os parece así que no me repito. Hasta la próxima entrega, @DearWeirdMaria se despide. Sed felices <3