Capítulo 1.- Nada mejor que la amistad.
Hablando con Tom casi había conseguido olvidar a Jerry, pero su recuerdo volvía, solo tenía una certeza, que tenía que olvidarlo como fuese.
-¡Gio, ven aquí tengo una sorpresa!- gritó Tom cuando entramos en su casa.
-¿Qué pasa?- preguntó la aludida bajando por las escaleras.
Entonces me vio y tras abrir los ojos como platos al verme, bajó las escaleras corriendo para abrazarme.
-¡Ashley! ¡Que sorpresa!- dijo mientras me abrazaba. Luego se apartó un poco y vio mi cara.- ¿Qué te ha pasado cielo?
-Yo…- pero no me sentía con fuerzas de volver a recordarlo, así que fue Tom quién habló por mí.
-¿Te acuerdas de Jerry? Le ha pillado con otra. Y como no tenía a donde ir la he dicho que podría quedarse.
-Yo no quiero ser un estorbo.
-No eres un estorbo, además esta casa es muy grande.- dijo Gio apoyando a Tom.
-Entonces está decidido, te quedas.- dijo Tom.
-Anda ven, que te digo donde está tu cuarto y te doy algo de ropa para que te cambies.- dijo Gio haciéndome subir las escaleras.
Tal y como parecía por fuera, la casa era muy luminosa. Gio me condujo a una de las habitaciones, una que estaba al fondo.
-Bueno, este será tu cuarto. Es el que queda libre cuando los chicos vienen, así que todo tuyo.
-Gracias, pero pronto buscaré una casa.
-Puedes quedarte el tiempo que quieras, así que no busques una casa porque pienses que eres una molestia. Voy a buscarlo algo de ropa para que te pongas.
-Vale.- dije mientras Gio salía.
Fui al baño de la habitación y me miré a la cara. Verdaderamente estaba mal. Tenía el rimel y el maquillaje corrido, por lo que una línea negra salía de mis ojos a mis mejillas. En ese momento, Gio volvió a entrar.
-¿Ashley?- preguntó.
-Estoy aquí.- dije saliendo del baño.
-Toma, esto es algo de ropa mía que creo que te estará bien. Para dormir solo te he podido encontrar esto.- dijo tendiéndome un montón de ropa.
Había un pantalón, una camiseta y en la parte superior había una camiseta de Star Wars, que supuse que era de Tom.
-¿Star Wars?- pregunté.
-es de Tom, y de sus preferidas, no le digas que te la he dado.
-Tranquila, mantendré el secreto.- dije riéndome.
-Bueno, dejo que te cambies y te duches.- dijo saliendo de la habitación dejándome a solas.
Cogí el montón de ropa y me fui a la ducha, a intentar relajarme y no pensar, pero no podía. Incluso debajo del agua caliente no podía evitar pensar en Jerry, en lo que había hecho. A pesar de recordarme a mi misma que tenía que ser fuerte o podía evitar soltar alguna lágrima.
Cuando estuve más relajada salí de la ducha y me puse la camiseta de Star Wars que Gio me había dejado. Como era de suponer, la camiseta me servía de vestido, me llegaba por encima de la rodilla.
Salí de la habitación y bajé las escaleras para reunirme con Tom y Gio.
-Ya tienes mucho mejor aspecto.- me dijo Gio mientras Tom salía de la cocina.
-¿Le has dado mi camiseta de Star Wars?- preguntó directo a Gio.
-La encontré yo, y ya sabes lo mucho que me gusta.- intervine yo, mintiendo.
-Bueno, cuídala bien, eres afortunada por llevarla puesta.- dijo antes de volver a desaparecer en la cocina mientras Gio y yo reíamos.
Tom volvió de la cocina con dos pizzas, pero yo apenas probé bocado, y ellos tampoco me insistieron.
Cuando terminé dejé a Tom y Gio abajo y yo subí a mi habitación a intentar dormir.
aaawww
ResponderEliminarme encanta !
:)
ResponderEliminar