Capítulo
16.- Confesando.
El sonido de un despertador me despertó aquella mañana. Me
estiré y alargué el brazo para pararlo, pero no estaba donde lo solía dejar. Se
me había olvidado que estaba en casa de Miriam, y el despertador estaba en el
otro lado, don de dormía Doug. Me giré y le contemplé, estaba revolviéndose.
Sonreí mientras pasaba la mitad de mi cuerpo por encima del suyo para agar el
reloj. Lo paré y abrió los ojos.
-Buenos días… -me susurró con una
sonrisa.
-Buenos días- dije dándole un pequeño
beso, no había necesidad de aguantárselo.
-Me encanta despertar así.
-Te voy a durar poco, tengo que ir a
trabajar- dije levantándome y vistiéndome.
-¿En serio?
-Sí, no todos somos estrellas del rock
como tú.
-También trabajo, pero lo mío es más seguido.
-Lo sé.
-Quédate la camiseta puesta- dijo
cuando me la iba a quitar.
-Sospecharán…
-Sencillamente me da igual, entre antes
lo sepan mejor.
-Bueno vale… ¿Pero qué te vas a poner
tú?
-La chaqueta, me la brocho y listo.
Le di un último beso antes de salir por
la puerta pero Miriam abrió la puerta en ese momento.
-Upps… Os dejo solos- dijo y cerró la
puerta. Ambos nos reímos.
-Definitivamente no vamos a durar nada-
dije yo.
-Es demasiado difícil teniéndote cerca.
-Tampoco es que tú me lo pongas fácil.
-Vale, veo que tienes recursos para
contraatacar.
-Claro que sí. Bueno, creo que es hora
de explicárselo a Miriam.
-Vale, venga vamos- dijo incorporándose
de la cama. Le cogí la mano y fuimos al salón, dónde estaba Miriam sentada en
el sofá. Sonrió al vernos.
-Sabéis que lo sabía ¿no? Bueno, todos
lo sabíamos.
-¿El que sabíais?- pregunté mientras
Doug y yo nos sentábamos a su lado.
-Que acabaríais juntos. Y no os daba más
de una semana.
-No se lo digas a los chicos, ¿vale?
-¿Por qué?
-Queremos ver cuanto tardan en darse
cuanta y cuanto aguantamos disimulando.
-Vale, yo no se lo diré. Pero me da a
mí que lo tenéis difícil.
-Si se enteran antes mejor que mejor-
dijo Dougie.
-Fue tu idea, te lo recuerdo.
-Bueno, creo que algunas tenemos que
trabajar a pesar de todo- dijo mi amiga mirándome.
-Sí, yo ya estoy lista.
-¿Te dejamos en algún sitio Doug?
-Si no os viene muy mal en casa de Tom.
-Si salimos ahora nos da tiempo.
Nos pusimos en pie, Doug se puso su
chaqueta y pusimos rumbo a casa de Tom. Cuando Doug bajó se asomó por la
ventanilla y me dio un último beso antes de entrar en la casa de mi amigo.
-Me alegro mucho de que al fin hayáis
dado el paso. Se os ve felices.
-Lo estamos intentando, pero sí, se
puede decir que la vida me vuelve a sonreír.
-No sé si eres consciente, pero eres la
chica más envidiada de todo Londres.
-Posiblemente.
-En la redacción di que te la has
comprado, la camiseta quiero decir. No creo que quieras contar que el mismísimo
Dougie Poynter te ha dado su camiseta porque estás saliendo con él. Hay un
montón de fans y esa camiseta es muy conocida en él.
-Entendido.
Cuando llegamos a la redacción pude
comprobar que había más fans de las que parecía. No sabía como podía ser un
grupo tan conocido y yo conocerlos de tan poco. Pero había conseguido lo que
ninguna conociéndolos, ser la novia del famosísimo Dougie Poynter, aunque quizá
el adjetivo de novia venía muy grande a lo nuestro, pero parecía que en cuanto
supiesen de lo nuestro me matarían si pudieran. Iba a ser difícil pero no
siempre es fácil, al menos no tanto como en las películas, la vida real era muy
complicada.
Había
prácticamente acabado ayer la entrevista a McFly, solo quedaban los últimos
retoques para que fuera perfecta. Era una revista semanal que hablaba de todo
un poco, y había bastantes trabajadores por lo que el trabajo se repartía
bastante.
El día acabó pronto y Miriam me llevó a
casa de Tom a la hora de comer. Tenía que conseguir una casa y un coche como
fuese, últimamente no hacía más que depende de todo el mundo.
Abrí la puerta de casa y pasé cerrando
de un portazo.
-¡Chicos ya estoy en casa!- grité y me
dirigí a la cocina. Tom, Gio y Doug estaban sentados en la mesa. Al lado de
Doug había una silla vacía y un plato de pasta.
-Hola, ¿qué tal os ha ido el día?-
pregunté mientras me sentaba.
-Bien, Doug y yo hemos estado
componiendo algo- dijo Tom con indiferencia-. ¿Y a ti?
-Bien, ya he acabado vuestra
entrevista. La he dejado lo mejor posible- dije sonriendo, no podía quietarme
la sonrisa de la cara teniéndole allí a mi lado.
-Genial- dijo Tom.
Al mirar hacia la mano de Gio vi que un
anillo con una piedra preciosa brillaba en su dedo anular. La miré a la cara y
sonreía como lo estaba haciendo yo.
-¡Felicidades! Me alegro muchísimo de que
os vayáis a casar.
-Gracias- dijeron los dos.
-La verdad es que no contaba con que me
dijera que sí- dijo Tom.
-No seas tonto, claro que lo haría,
aunque me lo hubieras pedido en un burger.
-Te quiero- le dijo Tom y se dieron un
suave beso.
Doug y yo nos miramos, y con esa mirada
bastó para saber que era inútil seguir ocultándolo, que ya lo sospechaban.
-Oye, ¿te puedo hacer una pregunta?- me
dijo Tom observándome detenidamente.
-Sí, ¿por qué no? Lo acabas de hacer-
todos rieron pero él prosiguió.
-¿Por qué llevas la camiseta de Doug?
Eso me pilló desprevenida, tanto a mí
como al aludido. Sabíamos que ocurriría, pero no podíamos saber que iba a ser
ahora. Me tragué el trozo de pasta que tenía en la boca antes de contestar.
-Pues…- pero Dougie me interrumpió
girando mi cara y besándome.
Un beso lento y
largo, demasiado teniendo en cuanta que estábamos siendo observados, pero
parecía que a él no le importaba, y a mi tampoco. El resto dejó de existir, ya
solo estaba él.
Nos separamos y ambos sonreímos.
-Así que… ¿Estáis juntos?-ambos
asentimos, podría decirse que sí que estábamos juntos-. ¡Me alegro muchísimo
por vosotros! Estaba visto que pasaría, ya os tocaba ser felices.
-Gracias- dijimos nosotros.
-Parecía que no ibais a dar el paso
nunca- dijo Gio.
-Nos conocemos desde hace cinco días,
además, estamos intentándolo- le aclaré.
-Pero si hay amor da igual el tiempo
del que os conozcáis.
-Eso es verdad.
-Además, creo que deberíais saber esto-
nos dijo Tom tendiéndonos una revista abierta.
La cogí y la observé detenidamente. “¿Dougie
Poynter tiene nueva novia?” ese era el titular, y una foto nuestra sonriéndonos
en grande de aqule día de la fiesta.
-Creo que era lógico que pasaría- dijo
Dougie-. ¿De Danny no dice nada?
-Sí, pero pone que es normal verle
acompañado de chicas distintas aunque ninguna es novia oficial.
El artículo señalaba que tras la crisis
por la ruptura de este con Frankie, parecía que había encontrado nueva novia.
Además, añadían quien era yo.
-Ya sabes que son solo rumores-añadió
Tom.
-Rumores que son ciertos- dijo Doug-.
Esto solo complica un poco el hecho de que salgamos a la calle ahora que te
conocen a ti. Probablemente vayan a preguntarte.
-¿Y qué les digo?
-La verdad, nosotros no solemos ocultar
las relaciones, es mejor así.
-Vale.
Recogimos la mesa tras terminar de
comer y nos fuimos al sofá del salón a ver una película. Me senté al lado de
Doug y él pasó un brazo por mis hombros. Tom regresó con Gio de la mano y se
fue a la estantería a buscar alguna película.
- ¿Queréis ver Harry Potter?
-Adoro Harry Potter, por supuesto que
sí- dije y el resto asintió.
Tom puso la
película y la empezamos a ver todos juntos, pero sobre la mitad de la película
llamaron al timbre.
-Como siempre, tan oportunos…-dijo Tom
levantándose mientras paraba la película.
-¡Venimos a montar una fiesta para
celebrar vuestra boda!- dijo Danny con gran alegría entrando en el salón
seguido de Harry.
Tom cerró la
puerta y Harry y Danny se nos quedaron mirando a Doug y a mí.
-¡Lo sabía! Parece que entonces vamos a
tener que celebrar más cosas.
-Pues la fiesta va a tener que esperar,
estábamos viendo Harry Potter.
-Pues nos quedamos a verla- dijo Harry
colocándose al lado de Doug y Danny a mi lado.
-Veo que se acabó la intimidad…- me
dijo Doug al oído, pero aún así ellos lo escucharon.
-Estabais vosotros muy felices de tarde
de parejitas, pero yo era tu pareja antes de que apareciese Ashley- le dijo
Harry revolviéndole el pelo.
-Y yo besé a Ashley antes que tú- le
dijo Danny, Dougie le fulminó con la mirada y luego rió.
-Eso es mentira, yo la besé antes, y
los dos lo sabemos.
-Chicos venga, que está roja- dijo Gio
interviniendo, dándose cuenta del rubor de mis mejillas.
Doug me miró, le sonreí y tras
acariciar una de mis mejillas se acercó a mí para besarme, peor Danny y Harry
lo impidieron.
-Nada de parejitas esta tarde.
-¿No es eso lo que veníais a celebrar?
-Sí, pero eso os lo reserváis. Gio ven
aquí, que no os vais a quedar tan tranquilos vosotros dos.
Me cambié el sitio por Gio y me quedé
al lado de Tom, apoyada sobre su hombro.
Otra vez viene la pesada de la escritora a comentar. Lo primero, espero que os guste el capítulo aunque no es gran cosa. Tenía que agradeceros todos los comentarios, porque fueron 4 en el blog y uno en twitter y sfbsdkgbjdf, que os dije que si veía 3 hacía un esfuerzo y os lo subía ayer, y lo intenté, pero cuando me fui me quedaba una hoja por copiar, así que os lo dejo hoy y ya no subo hasta mañana. Ya sabéis, 3 comentarios y subo cuanto antes. Os quiere @DearWeirdMaria pequeños polluelos.