The Heart Never Lies Capítulo 71

Capítulo 71.- Felicidades.

“Felicidades” ese era el mensaje que había recibido de Danny por la mañana temprano y la verdad es que no encontraba posible sentido. Llevábamos ya tres semanas de vacaciones, pero en total las vacaciones se alargarían una semana más, como había podido descubrir. Habíamos visitado Estados Unidos, Francia e Italia en esas tres semanas, y la que quedaba la estábamos pasando en España, concretamente en Valencia.

Había tenido intención de llamar a Danny y preguntar por el mensaje, pero Dougie me mantenía ocupada, así que tampoco había tenido tiempo de preguntárselo a él, por lo que la duda estuvo presente durante todo el día.

Después de un día de compras, Dougie decidió que era hora de ir a cenar y para eso tuvimos que volver al hotel en el que nos alojábamos.

-¿No podemos ir así a cenar?- pregunté señalando mi ropa, que consistía en unos vaqueros, mis converses y una camiseta negra.

-Como poder se puede, pero quiero impresionarte.

-¿Entonces yo debería impresionarte a ti?- pregunté acercándome a él

-Tú siempre me impresionas- dijo juntando sus labios con los míos.

-Entonces si voy desnuda…- dije mientras me quitaba la ropa que llevaba, quedándome solo en ropa interior.

-Probablemente no vayamos a comer y me quede aquí contigo.

-Entonces será mejor que me cambie.

Mientras Dougie observaba mis movimientos sentado en la cama fui al armario en el que guardaba mis cosas. No quería ir muy arreglada, así que decidí ponerme un vestido de tirantes gruesos con rayas blancas y azul marino hasta la cintura, de la que salía una falda de este último color decorada por un cinturón marrón fino. Tenía los pies doloridos de andar todo el día así que me puse unas romanas bajas del color del cinturón. Una vez decidido lo que me iba a poner, entré en el baño y me vestí mientras pensaba en las cosas a las que todavía no encontraba sentido, destacando el sms de Danny al que decidí responder con otro sms aprovechando el momento de soledad.

“¿Y eso pecoso? Mi cumpleaños no es hasta el año que viene, no sé qué es lo que hay que celebrar”

Lo releí y cuando estuve segura de que Danny podría contestarlo lo envié. Guardé el móvil y mis cosas en el bolso antes de salir del baño ya arreglada.

Dougie me esperaba fuera sonriendo. Él tampoco iba excesivamente arreglado, llevaba sus vaqueros negros, una camiseta y una americana.

-Has conseguido impresionarme- me dijo cuando llegué a su lado y cogí su mano.

-Tú también lo has conseguido, bueno, siempre lo consigues.

El sonrió, y yo, como un espejo de su sonrisa, lo hice también. Juntos fuimos hasta la azotea del hotel. No supe cuáles eran sus intenciones hasta que vi una mesa perfectamente colocada con dos sillas, una enfrente de otra.

-¿Vamos a cenar aquí?- pregunté asombrada.

-Claro, tome asiento señorita Sands- dijo apartando mi silla para que me sentase, y así lo hice.

-Eres todo un caballero pero… ¿De verdad había que venir tan arreglados?- pregunté mientras él se sentaba.

-Claro, ¿qué clase de cena romántica sería si no?

-Dime la verdad, la idea es de Tom.

-¿Tan poco confianza tienes?

-No es cuestión de confianza, es cuestión de romanticismo.

-¿Yo no soy romántico?

-Lo eres pero la mayoría de las ideas románticas vienen de Tom, para que negarlo.

-Bueno vale, un poco sí, pero es que a Tom es al que se le ocurren las cosas más románticas así que acudo a él y así te impresiono. Pero la comida es elección mía.

-Tengo ganas de ver que has escogido para cenar.

-Pues, dado que aquí es más fácil encontrar comida española…

Empezó por coger una bandeja como la de los restaurantes de lujo, puso una en mi sitio, otra en el suyo y luego lo destapó. Había de todo, desde tortilla española a jamón.

Comimos con tranquilidad, hablando de todo un poco, entre sonrisas y miradas de amor, hasta que decidí preguntarle lo que me llevaba asaltando todo el día.

-Oye, ¿tú tienes alguna idea de por qué Danny me ha mandado un mensaje en que le ponía “felicidades?

Dougie al principio pareció tan confuso como yo, pero luego se atragantó con lo que estaba comiendo y se puso muy rojo. Yo me levanté, me agaché a su lado y le pasé un vaso de agua mientras daba golpecitos en su espalda hasta que se recuperó.

-Gracias cariño- dijo y, cuando iba a darme un beso, me aparté. Sabía lo que quería, que olvidara el tema.

-Tú lo sabes, así que me lo explicas.

-Vale, pero siéntate- dijo suspirando.

-Estoy bien de pie- contesté, ya que después del ataque de tos de Doug, había abandonado mi postura para ponerme de pie.

-Bien, entonces yo también- dijo antes de levantarse. Me miró a los ojos al principio pero después desvió la mirada.

-Danny es un bocazas, no debería…

-Dougie, al grano- dije ya más que impaciente.

-Esto no se me da nada bien, y si la lio…

-Dougie…

No me dejó decir nada más porque puso su dedo sobre mis labios. Tras unas cuantas miradas más al suelo y a mí puso rápidamente una rodilla en el suelo. Cuando metió la mano en el bolsillo de su chaqueta supe exactamente que iba a hacer. Conocía esa postura a pesar de que esta era la primera vez que no la veía a través de una pantalla.

-Dijiste que el día que te lo preguntase sabría la respuesta. Hoy es el día y necesito esa respuesta-sacó una cajita y la abrió, mostrándome un precioso anillo con un discreto diamante, él sabía de sobra que yo no era de joyas llamativas-. Así que… ¿Q-quieres casarte conmigo Ashley?

Yo estaba en estado de shock, le miraba sin responder, perpleja. Era una de las cosas más bonitas que me habían pasado y supe por qué se había decidido a dar el paso. Las cosas entre nosotros nunca fueron fáciles, y a pesar de que no todo fue felicidad, seguíamos juntos porque nos queríamos, y eso era lo único que importaba.

Dougie estaba muy nervioso ante mi silencio, lo notaba, parecía que en cualquier momento se iba a derrumbar. ¿Qué hacer cuando tienes en tus manos la oportunidad de herir los sentimientos de alguien, destrozar un corazón, con un simple no?

-Dougie…- susurró.

Se quedó más blanco de lo que era y se levantó, poniéndose a mi altura, pensando que iba a rechazarlo.

-No pasa nada, lo entiendo y…

-Shhh, no me has dejado terminar- le interrumpí y él me miró de nuevo expectante y ahora quizá, con un poco más de esperanza.

Esperé un poco más a pesar de que tenía clara cuál iba a ser mi respuesta, pero Dougie no estaba para esperar. Estábamos cerca y notaba sus latidos acelerados.

-Ashley por Dios, dime ya la respuesta, me mata esta espera.

-¿De verdad pensabas que podía decirte que no?

-¿Eso es un sí?

-Es un por supuesto- dije con una enorme sonrisa.

Él sonrió de aquella manera que tanto me gustaba, me agarró por la cintura y me levantó del suelo. Comenzó a darme miles de besos en los labios mientras daba miles de vueltas. Probablemente debería de marearme, pero poco importaba, era la persona más feliz del mundo.

Pasado un rato me dejó en el suelo y sacó el anillo de la cajita para ponérmelo en el dedo anular.

-Ahora ya es oficial, muy pronto serás mi esposa- dijo sin dejar de sonreír.

-Con un anillo de plástico hubiese sido igual de oficial. O incluso uno de gominola.

-Puede, pero uno de gominola te lo puedes comer y ya no sería oficial.

-Mientras nosotros lo sepamos siempre será oficial. Te has debido gastar una fortuna innecesaria.

-Siempre igual con el dinero, no vas a cambiar nunca- yo negué con la cabeza-. Además, no ha sido tan caro como te esperas.

- Aún así, con mi sueldo no podría pagarlo, ¿verdad?- pregunté como la primera semana de vacaciones en Nueva York.

-¿Quién ha dicho que tengas que pagarlo? Yo te he pedido matrimonio, yo pago el anillo. Tú eres la que le da uso- respondió de manera semejante a aquella vez.

-Tranquilo, no me despegaré de él para que todo el mundo sepa que pronto seré la señora Poynter.

Dougie volvió a sonreír y agachó la cabeza para besarme lentamente.

-Por cierto, Danny sabía todo esto, ¿o me equivoco?- pregunté cuando finalizó nuestro beso, mientras seguía con mis manos enroscadas en su cuello.

-No te equivocas, lo sabían todos. Lo tenía pensado desde antes de irnos de gira y…Bueno, me ayudaron un poco.

-Danny ya sabía mi respuesta, ¿por qué tú dudabas?

-No es lo mismo verlo desde fuera, me has hecho sufrir mucho.

-¿Ha merecido la pena tanto sufrimiento?

-Ya lo creo que la ha merecido- dijo, y volvimos a fundirnos en otro beso.

¡Hola lagartos lectores de este fic! Como esta tarde estaba muy aburrida (después del jaleo de la belieber) me he puesto a copiar/reescribir el cap del fic para que aquellos a los que os gusta y queréis leerlo seais felices (?).

Creo que este cap os va a gustar (aunque a mi me ha costado lo mío conseguir que al final me guste un poco) y como podéis comprobar, esto ya está acabando *sad faces* pero don't worry be happy, otro fic está de camino (aunque no tengo mucha inspiración para escribir).

Hoy no me enrollo mucho y me despido diciendo lo de siempre, ¡COMENTARIOS QUE SON GRATIS Y ME HACEN FELIZ! @DearWeirdMaria se despide. ¡Anillos de gominola (Dougies no incluidos) para todos! Sed felices. xoxoxoxoxo