The Heart Never Lies Capítulo 55

Capítulo 55.- Intentando olvidar.

Efectivamente, la fiesta no había acabado para Miriam cuando llegamos a casa. Tom, Gio, Danny y Geo se subieron a sus habitaciones a “dormir”, recalquemos esa palabra. Mientras, Dougie y yo nos encargamos de ayudar a Harry a acabar con la borrachera de Miriam. Dougie se dedicó a hacer un café, con los que descubrí que tenía práctica, mientras Harry intentaba sentar a Miriam en el taburete sin que se cayera, y yo, que estaba un poco perjudicada, buscaba bollos para desayunar.

-Toma Miriam, bébete esto- le dijo Dougie.

-¿Qué es? ¿Es vodka?

-Claro que sí, te va a encantar.

Y Miriam, más contenta que un niño con una piruleta, se bebió el café sin rechistar. Yo por mi parte encontré una caja de galletas que fui comiendo de dos en dos, y cuando Dougie vino a quitármela le metí a él dos galletas en la boca, cosa que hizo que sonriera mientras masticaba.

-Tú también estás un poco borracha, ¿quieres café?

-Estoy lo suficientemente sobria como para rechazarlo, sigue sin gustarme mucho.

-Ash, ¿puedes ayudarla a darse una ducha?- me preguntó Harry.

-Pues claro, vamos Miriam- dije cogiéndola por los brazos con la ayuda de Harry, que me ayudó a subirla por las escaleras hasta el baño, donde la metí en la ducha directamente y la enchufé con el agua fría, ella pareció reaccionar y tras quitarse la ropa empapada me quitó la ducha y me enfocó directamente a mí con el agua fría.

-¡Harry!- grité, y el aludido vino corriendo y contempló la escena- ¿Crees que puedes ocuparte de ella? No vas a ver nada nuevo que no hayas visto antes.

Salí del baño y fui hasta mi cuarto para cambiarme, pero Dougie, que venía por detrás en ese instante, me atrajo hacia su habitación.

-¿Qué haces? Iba a cambiarme.

-Bueno, te puedo dejar una camiseta…

-¿Qué insinúas?- pregunté.

-No insinúo nada de nada- dijo acercándome cada vez más a él, hasta que nuestros rostros quedaron a una distancia mínima, nuestros labios solo se rozaban ligeramente.

-Te voy a mojar, estoy empapada- dije intentando controlarme, pero el alcohol no ayudaba mucho.

-Me da igual- dijo pegando sus labios a los míos y abriéndose paso en mi boca, lentamente.

Era un beso delicado, como si temiera hacerme daño e incluso que me apartase, pero yo lo seguí, aunque no aumentó el ritmo. Pasó sus brazos por mis hombros y me quitó la chaqueta mojada, que cayó al suelo a mis pies. Sabía cuál era su objetivo y pensaba llevarlo hasta el final. Así que entre beso y beso su camiseta acabó junto a< mi chaqueta, a mis pies. Él pasó sus brazos, que se hallaban en mi pelo, por la espalda, bajando la cremallera del vestido, que cayó a la vez que sus pantalones que logré desabrochar con dificultad. Cogió mis piernas con delicadeza, levantándome del suelo para ir directos a la cama, donde me tumbó y quedó él arriba, acariciando con ternura cada parte de mi cuerpo y repartiendo besos.

Pero todo esto era demasiado perfecto, demasiado para que el miedo no me asaltara de repente. Quitó lentamente mi sujetador y sus besos y caricias fueron descendiendo hasta mis pechos, fue entonces cuando el miedo volvió a mí, cuando recordé todo y temí que me pasara lo mismo, aunque confiaba plenamente en Dougie, aquellos recuerdos, aquellas pesadillas,  me impedían seguir, quería superar mis miedos, seguir con aquello, y recé porque Dougie no notara las lágrimas que habían comenzado a descender por mis ojos, así que cuando fue subiendo por mi cuello, alcancé su boca antes de lo prevista, con urgencia, esperando que no notara nada, pero Dougie se dio cuenta enseguida, quizá porque no podía controlar del todo mis sollozos, así que, costándole mucho, se apartó y me miró a los ojos llorosos.

-Ey, ¿qué te pasa?- pregunto pasando sus dedos por las lágrimas, eliminándolas.

-Nada- dije volviendo a besarle, pero se volvió a separar con gran esfuerzo.

-No digas que nada, ¿por qué lloras?

-No es nada- volví a repetir-, sigamos- dije intentado besarle pero me apartó con mucha delicadeza.

-No voy a seguir- dijo colocándose a mi lado, arropándome con la manta-. No pienso seguir si sigues sin estar preparada.

-De verdad que quiero, y sé que tú también.

-Claro que quiero, pero no así, no estás preparada.

-E-es que…- comencé a decir pero lloré con más intensidad y él me abrazó.

-Cariño no llores, no te voy a forzar, ni te voy a hacer daño.

-Y-ya lo sé, p-pero los recuerdos…

-Shhh… Ya- dijo acariciando mi pelo.

Tardé un rato en calmarme entre sus brazos, que tantas veces me habían consolado en crisis como estas.

-¿Ya estás mejor?- me preguntó mirándome a los ojos.

Asentí y le di un pequeño beso. Supe que iba a replicar así que le puse un dedo en los labios.

-Gracias.

-¿Por qué?

-Por todo, por estar a mi lado en estos momentos, por darme tiempo.

-No tienes por qué darlas, lo hago porque te quiero.

-Yo también te quiero- dije con una sonrisa antes de dormirme entre sus brazos.

Soñé y esta vez no era ninguna pesadilla, algo que suponía una novedad en el mundo de mis sueños, ya que cada noche tenía una pesadilla, todas relacionadas con el mismo tema. En lugar de mi pesadilla de todos los días, soñé con Dougie, sintiéndome otra vez entre sus brazos, haciéndome suya, otra vez como una solo, y no había miedo que lo impidiese, ni daño.

Cuando me desperté, las condiciones en las que estaba la habitación parecían indicarme que no había sido un simple sueño, pero recordé lo que realmente sucedió. Dougie dormía a mi lado, a punto de caerse de la cama, con la manta prácticamente fuera de su cuerpo, ya que yo estaba completamente envuelta en ella. De repente, mientras le observaba, dio la vuelta hasta donde yo me encontraba, haciendo que los dos cayéramos al suelo, lo que hizo que él se despertara.

-¿Dónde estoy?- preguntó desorientado, mirando a todas partes.

-Ahora mismo en el suelo- respondí entre risas.

-¿En el suelo?

-Has rodado desde un extremo de la cama a otro y me has tirado a mi.

-Ya me ha pasado alguna vez… Lo siento.

-No pasa nada- dije acariciando su flequillo rubio.

-Toma- dijo mientras me tendía su camiseta que acababa de recoger del sueño- Quizá quieras ponerte algo seco- dijo con una sonrisa.

-Y yo que pensaba que te gustaba más sin ropa…

-Y es verdad, pero no me gusta que los demás te vean así, son una panda de babosos todos.

-¿Insinúas que tenemos que bajar?

-Insinúo que en cualquier momento alguien va a venir a ver qué pasa, y aunque no te des cuenta, eres muy deseable.

-Entonces debería decir que te pusieses tú también algo encima…-dije mientras él se acercaba a mí y me besaba apasionadamente, girando, haciendo que yo quedase arriba, acariciando su pelo. En ese momento la puerta se abrió.

-Upss… Lo siento- dijo una voz que reconocí como la de Miriam.

Dougie y yo nos separamos y reímos, no, no íbamos a poder estar juntos sin que nadie nos interrumpiera.

-¿Qué te dije? En esta casa no hay intimidad. Ya sabes lo que va a pensar Miriam de esto.

-Sabes que podía haber pasado- dije seria de nuevo.

-No te voy a forzar Ash, solo cuando no pienses en eso cada vez que te acaricio, cada vez que te beso, solo entonces pasará.

-Pero…

-Sé que no es fácil, tómate el tiempo que necesites.

-No quiero que te vuelvas a alejar.

-No lo haré, te necesito demasiado- dijo sonriendo.

Ambos nos levantamos y nos vestimos, yo con la camiseta que me había dado él antes, ya que supuse que o Miriam o Harry estarían en mi habitación. Bajamos al salón, donde con toda seguridad, Tom y Gio estarían. Miré el reloj, eran las 9 de la noche, costaría recuperar el hábito habitual de sueño teniendo en cuenta que nos dormiríamos sobre las 8 de la mañana, pero aún así, Tom y Gio estaban abajo tomándose unas tortitas, su desayuno.

-Buenas noches- les dijimos sentándonos a su lado en las sillas de la cocina.

-Creo que eso es más apropiado que días- dijo Tom- Son las 9 y los demás siguen durmiendo.

-Miriam ya estaba despierta.

-¿Y está sola arriba?

-Yo creo que estará con Harry- dijo Dougie y la verdad es que todos estábamos de acuerdo.

-Llevan mucho tiempo así, lo tienen que arreglar, es lo mejor- dijo Gio.

-Lo harán Gio, aunque Miriam al principio se niegue.

-Eso es porque Harry es muy sexy y muy insistente- dijo Dougie.

-Si se quita la camiseta delante de ti volverías con él- dijo Tom.

-Claro que sí, aunque nunca le dejé.

-¿Me pones los cuernos?- pregunté fingiendo sentirme ofendida.

-Es a Harry a quién le pongo los cuernos contigo, pero él no lo sabe, no le digas nada- dijo poniendo su dedo en mis labios mientras me acercaba a él y me besaba con una sonrisa. Tom y Gio no pudieron evitar reírse.

¡Hola, hola lagartos de limón, lagartos de naranja! Sé que dije que hoy no iba a subir pero he sacado un rato de mi ajetreado día de hoy (después de indignarme mucho con el instituto) para subiros este cap. Si os gusta es porque hay casi secso, que noooo, todavía no hay secso, secso @CeliaGGH, para eso tendrás que esperar.

He subido principalmente por las amenazas de muerte de @McPiilar que quiere cap diario también, y, como empiezo mañana y no voy a subir tan seguido pues os subo lo más seguido posible hasta que empiece. Mañana empiezo pero al ser el primer día creo que podré subir, tendréis suerte, aunque será un cap más corto peero os puede gustar más, en especial a @McMiriam1D

No me dejo nada y tengo un poco de prisa so... @DearWeirdMaria se despide, ya sabéis, COMENTAR, y cualquier duda twitter. Besos lagartos.