The Heart Never Lies Capítulo 40

Capítulo 40.- De vuelta a casa.

-Recuerde, reposo y siempre alguien al lado por si necesita ayuda.

Asentí con una diminuta sonrisa, después de una semana en el hospital me habían dado el lata al fin. Tom me había obligado a quedarme en su casa cuando saliera del hospital. Según él, porque allí estaría más atendida, ya que era dónde más gente vivía. Había decidido no derramar ninguna lágrima más, no podía.

-No se preocupe doctor, estará bien atendida. Si ocurre algo vendremos cuanto antes.

El doctor asintió y Tom empujó la silla de ruedas en la que yo iba. Sí, era un fastidio, tenía que depender de la gente para todo, y no me gustaba depender de nadie.

-Ash, bienvenida a casa- dijo Tom tras aparcar y entrar en casa-. Te volvimos a preparar tu habitación, pero vas a necesitar ayuda, cuando quieras ir a cualquier sitio, llámanos.

-No te preocupes Tom, si no os aviso no sé ni cómo me moveré.

-Sé que odias que te tengan que ayudar, pero te vas a tener que aguantar.

-Lo sé- dije suspirando mientras Tom me cogía en volandas para poder subir las escaleras. Doug cogió la silla y la subió por detrás.

Me dejaron en la cama y me arroparon.

-Odio no poder hacer nada.

-Tranquila, pronto te quitarán las escayolas y podrás hacer vida normal.  Gio y yo vamos abajo a haber la cena, ¿te quedas tú Doug?

-Sí, me quedo yo Tom, no te preocupes.

Tom y Gio se bajaron y yo me quedé a solas con Dougie.

Durante aquella semana había salido para lo justo y necesario de la habitación, de hecho, se había quedado todos los días a dormir allí a pesar de la insistencia de todo el mundo en que debería de ir a dormir a casa. Él había sido quien me había hecho compañía. A veces había pensado que podíamos ser amigos, pero ese pensamiento se desvaneció enseguida con  una sola de sus miradas, porque ser solo su amiga no me serviría para nada, yo no me podía conformar con eso. Para mí, ser la amiga de Dougie, no tenerle de la forma que yo quería, era una tortura que no podía soportar, pero lo nuestro no podía ser.

-No hace falta que te quedes, puedes bajar, puedo quedarme unas horas sola.

-Sí hace falta, no porque no confíe en que puedas aguantar unas horas sola, si no porque creo que necesitas compañía.

Claro que necesitaba su compañía siempre la había necesitado, y él me conocía tan bien como para saberlo. Y aunque ser su amiga no me bastaba, parecía que era la única manera de tenerle cerca.

-Te voy a acabar aburriendo, seguro que en el hospital te aburrías.

-Nunca me aburres, además aquí hay muchas más cosas que hacer que en el hospital- dijo sentándose en la cama a mi lado.

Habían pasado tantas cosas en aquella cama que parecía mentira que ahora estuviéramos así. Ambos sabíamos ante aquella proximidad que no podíamos ser amigos.

-¿Qué te apetece hacer?- preguntó

¿Qué me apetecía? Besarle, decirle que le quería, miles de cosas y ninguna aceptable.

-Lo que tú quieras- me limité a contestar, y parecía que él sopesaba otras posibilidades.

-Haría cosas más divertidas pero con las pastillas no puedes beber así que… ¿Qué te parece si jugamos a las cartas?

-¿A las cartas?

-Sí, a las cartas. ¿Qué pasa, que no sabes?

-Pues claro que sé. ¿Pero cuál es el premio?

-Mmm… ¿Qué te parece si decide el móvil? Tengo una aplicación sobre pruebas y cosas de esas

-Está bien.

Doug sacó una baraja de cartas de la mesilla de noche y empezamos a jugar al póker. Yo no era muy buena, así que perdí la primera partida.

-Ahora te toca pagar tu apuesta, a ver que selecciona…- miró a la pantalla, primero con una sonrisa y luego incluso con miedo-. Dale un beso al jugador de tu derecha, y como no hay otro supongo que seré yo- dijo volviendo a sonreir.

Jodida sonrisa, no hagas eso. Puse los ojos en blanco, se notaba que él quería, y yo también. Se acercó a mí, como tantas veces había hecho hacía tantos meses, t cuando parecía que se lo iba a dar en los labios lo desvié a su mejilla.

-Ya he pagado.

-Pero…

-Decía un beso ¿no?- dije ya nerviosa por su proximidad.

-Sí, supongo que sí- dijo apartándose y yo suspiré, esperando que no se notara mucho.

Estar con Dougie tanto tiempo y tan cerca no podía ser bueno, porque el simple hecho de que estuviera aceleraba mi corazón, porque en cualquier momento podría pasar algo entre nosotros y aquello no podía ser.

-Chicos, la cena ya está lista- dijo Tom entrando por la puesta con unas bandejas en las manos.

-¿Qué es?- dijo Dougie husmeando por encima de la bandeja y Tom le dio en la nariz, ante lo que yo me reí.

-Comida, que conste que hoy comes con ella para hacerla compañía, pero mañana los dos abaja con el resto, ¿entendido?

-Sí mami Tom- dijimos los dos a la vez.

-Te he hecho una tortilla, esa comida de hospital tenía una pinta horrible.

-Gracias Tom- dije con una sonrisa incorporándome.

Me puso la bandeja encima y puso otra a Dougie que seguía sentado a mi lado.

-Ya sabes, sí te encuentras mal o algo lo dices.

Asentí y él salió de la habitación. Intenté coger el tenedor con la mano derecha, que era la escayolada. Lo conseguí con dificultad y empecé a cortar la tortilla.

-Si no puedes te ayudo- se ofreció Dougie.

-No gracias, puedo sola.

-Ash…

-Doug, no me gusta sentirme una inútil que no puede cuidar ni de ella misma, y ahora mismo es así como me siento.

-Vas a tener que aceptarlo por un tiempo, hasta que puedas moverte.

-Lo sé, pero no me gusta estar así.

-Intenta no amargarte, todos estamos aquí para ayudarte.

Asentí y me llevé otro trozo de tortilla a la boca. Odiaba aquella situación, siempre había sido muy independiente y ahora me encontraba aquí, entre cuatro paredes, con cuidado permanente y sin poder moverme.

Nos terminamos la cena sin decir nada más y Dougie cogió las bandejas para irse.

-Te dejo descansar, debes estar agotada.

Asentí tumbándome mientras él salía de la habitación. Allí en la oscuridad de lo que volvía a ser mi habitación me quedé profundamente dormida.

{POV Dougie}

Llegué a la cocina dónde estaban Tom y Gio y dejé las bandejas en el fregadero para limpiarlas.

-¿Ya la has dejado durmiendo?

-Sí, sé que no ha dormido mucho estos días.

-Y lo dices tú que no has dormido nada.

-He dormido algo.

-Pero no lo suficiente. Sé que estás preocupado por ella, pero tienes que descansar.

-Es que…

-Venga, ven aquí y dime que ha pasado ahí arriba.

Hice caso a Tom y me senté con ellos.

-Pues nada, lo mismo que lleva pasando toda la semana.

-Así que es eso…

-¿Qué quieres que haga? Quiero que sepa que estoy aquí, pero me duele tenerla tan cerca y no poder hacer nada.

-Dale tiempo Doug, sabes que al final acabará pasando algo.

-No creo, Tom, ella no quiere nada, llevamos tres meses separados.

-No aguantará mucho más, te lo digo yo, no quería volver contigo por lo del bebé.

Había intentado enterrar eso, enterrar la idea de que el hijo del que no supe existencia hasta su muerte había muerto, que nunca iba a nacer, pero no siempre se podía evitar ese tema.

-Tengo la sensación de que todo esto es mi culpa.

-¿Otra vez? Doug, fue un accidente, nadie tuvo la culpa.

-¡Sí! Yo tengo la culpa de que esté sufriendo, de que no estemos juntos.

-Doug, vete a descansar anda, lo necesitas- dijo Gio haciendo que me levantara y llevándome hacia la puerta. Yo subí las escaleras pesadamente.

Siempre que iba hacia mi habitación pasaba por la suya, así que abrí con cuidado la puerta y pasé. Estaba ya dormida, respiraba lentamente, tranquila como nunca la había visto, solo así en sus sueños. Antes de irme a dormir, me acerqué a su rostro, y con toda la delicadeza del mundo, rocé ligeramente nuestros labios, lo suficiente para que aquella descarga eléctrica que provocaba su contacto recorriera mi cuerpo. Salí de allí y me tumbé en la cama aún con aquella sensación.

¡Hola lagartos! Bueno, aquí un cap un poco más feliz, digo un poco porque bueno, no doy malas noticias ni demás aunque tampoco es muy interesante (seguro que a todas os parece interesante, al menos a @CeliaGGH) Pero ya vendrán los caps más interesantes. Comentarios al respecto, me gusta saber vuestra opinión, ya sabéis.

Este es el último cap que tenía escrito en uno de los cuadernos, quedan unas páginas de otro cuaderno y otro cuaderno prácticamente entero por subir, así que tenéis fic para rato, la verdad es que no esperaba llegar este año a este número de caps, pero me tenía que poner las pilas.

Mañana creo con seguridad que subiré, no lo tengo tan claro de subir el lunes, así que si veo que tengo planes que me impidan subir mañana intento subiros dos.

Gracias por los comentarios lovers, enserio, me animáis un montón, me encanta leerlos y responderlos, ya lo sabéis.

Antes de aburriros más, @DearWeirdMaria se despide. Bye lagartos.