The Heart Never Lies Capítulo 41

Capítulo 41.- Día normal.

Completo silencio cuando abrí los ojos por la mañana. Bueno, no del todo completo, se oía agua caer, alguien se estaría duchando. Miré el reloj que había al lado mía en la mesilla de noche, las doce de la mañana, sí, en el hospital no había dormido. Solo dormía hasta tan tarde cuando me dormía excesivamente tarde, y no fue el caso de ayer.

Me incorporé como pude en la cama y contemplé la silla de ruedas que estaba al lado, podría intentarlo. Bajé las piernas al suelo y apoyé la mano buena en la silla, incorporándome, con tan mala suerte que la silla se movió y yo, sostenida solo por un pie, caí al suelo, y ya de ahí sí que no me podía mover, estaba encajada completamente entre la cama y la silla.

No había pasado nada de tiempo cuando Dougie entró en la habitación.

-¿Ash? ¿Pero qué ha pasado?

Le miré, iba con el pelo aún húmedo y únicamente una toalla alrededor de la cintura, nada más. Podía contemplar sus tatuajes, ahora llevaba alguno más en el brazo.

-M-me intenté le-levantar y me caí- dije tartamudeando nerviosa. Él así me ponía nerviosa, y más si teníamos en cuenta que estaba a escasos centímetros de mí.

-Anda  ven, te levantaré. ¿Por qué no has avisado a nadie?

Apartó la silla de mi lado y se agachó pasando un brazo por mi espalda y otro por mis piernas. Me levantó, haciendo que estuviésemos cada vez más cerca, ya podía tocar su pecho desnudo.

-P-pues po-porque pensé que e-estabais dormidos.

Joder Ash, ¿no puedes dejar de tartamudear? Pues no, y lo mejor es que se había dado cuenta.

-¿Estás nerviosa?- preguntó sonriendo, hacía tiempo que no le veía hacerlo.          Su sonrisa era perfecta, preciosa.

-No- dije esta vez sin tartamudear.

-Entonces, ¿por qué tartamudeas?- dijo mirándome a los ojos.

-Pues porque tengo frío- yo y mis escusas baratas.

-Ya claro…- dijo dejándome en la silla de ruedas-. Voy a llamar a Gio para que te ayude a ducharte y así se te quite el frío… No te muevas.

Salió, aún sonriendo, dejándome a mí allí, completamente roja. Jodido Poynter, ya que iba a estar yo podría ir un poco más tapadito… Aunque para que negarlo, me encantaba.

A los pocos minutos subió Gio a la habitación.

-¿Se puede saber que haces para que Dougie sonría de esa manera tan temprano?- preguntó mientras sacaba algo de ropa de la maleta para cambiarme.

-Ponerme nerviosa delante de él por su culpa.

-Ah… Así que supongo que tendrá que ver con cómo iba vestido…

-¿Vestido? Solo llevaba una toalla.

-A eso me refería. Pero si te encanta tonta.

-¿Y qué? Lo nuestro no puede ser- dije mientras guiaba la silla de ruedas al baño.

-Tienes una semana para pensar en todo esto.

-¿Por qué?

-Por que los chicos se van de gira en una semana, y no vuelven hasta dentro de dos meses.

-¿Dos meses?

-Sí, es mucho tiempo, pero una se acostumbra.

Me duché con la ayuda de Gio, ya que yo sola, tal y como estaba, no podái, y luego bajé las escaleras apoyada en ella con la pierna buena.

-¿Seguro que puedes? Puedo llamar a Doug o a Tom.

-Claro que puedo, no soy una inválida.

-Pues estás cerca.

Llegamos al sofá y me senté en uno sola, y supe que lo habían hecho así aposta.

Me pusieron la pierna en alto y enseguida vino Doug ya vestido, con unos vaqueros y una camiseta de tirantes con rajas rojas y blancas.

-¿Cómo se supone que has bajado?

-Pues a pie, Gio me ha ayudado.

-No te preocupes Doug, ha bajado bien.

No le dio tiempo a sentarse porque llamaron al timbre y le tocó ir a abrir.

-¿Cómo está la enferma?- entró gritando Harry al salón y se puso a mi lado.

-No estoy enferma, y estoy bien. Gracias- dije sonriendo.

-No hay de qué. Viene a verte mucha gente hoy.

Dougie entró al salón acompañado por Dan, Miriam y dos chicas rubias, a las que no conocía.

-¿Qué tal Ash?- me preguntó Dan-. Una pena que estés así, no podemos ir de fiesta.

-Sí, una pena, iros vosotros, yo no puedo impedir que vayáis de fiesta.

-Bueno Ash, te presento a Geo, mi novia- dijo pasando el brazo alrededor de la chica rubia más alta, iba con tacones y así era más alta que Danny.

-Vaya, tenías razón. Encantada, siento no poder levantarme- dije con una sonrisa.

-Igualmente. No te preocupes, Danny me lo contó todo- dijo ella con otra sonrisa.

-Y bueno Ash, esta es Jazzie, supongo que sabes quién es- dijo Doug, que le apartó el pelo de la cara con delicadeza.

No, la verdad es que no sabía quién era, y las ideas que pasaban por mi cabeza me hacían estar tremendamente celosa, algo nada bueno.

-Encantada- dije otra vez con una sonrisa nada parecida a la anterior.

-Igualmente. Dougie me habla mucho de ti, pero no te preocupes, no hace más que decir lo…- Dougie la acalló con una simple mirada-. Todo cosas buenas.

Dougie miró hacia otro lado y yo sonreí ligeramente. Los recién llegados se fueron sentando como pudieron, Danny, Geo y Miriam a mi lado,  Jazzie con Tom y y Gio y Doug quedó en el suelo al lado de Jazzie.

Comimos tranquilamente y luego estuvieron un rato charlando entre ellos, yo me limitaba a escuchar. Danny, como no, pasado un rato, preparó bebida, pero yo no podía tomarla por las pastillas para el dolor. Tras beber todos se pusieron a bailar, menos yo, claro, que cada vez que veía las cercanías entre Doug y Jazzie me ponía enferma, aunque en todo ese tiempo no se habían besado todavía.

-Venga Ash, ven a bailar- dijo Harry agarrando mi mano buena.

-¿Enserio Harry? No puedo ni andar, voy a poder bailar…

-Todo es posible.

-No, venga, ve a bailar con Miriam, no pierdas el tiempo conmigo.

-Ash, ¿qué te pasa? Te noto rara- dijo sentándose a mi lado.

-Estoy bien, tranquilo, solo un poco cansada.

-Que cabezota eres pequeñaja, yo sé que a ti te pasa algo que tiene mucho que ver con el rubio- me susurró.

-No es nada, enserio, no te preocupes.

No quería darle importancia a aquellos estúpidos celos que tenía, porque era estúpido sentirlos a pesar de estar completamente enamorada de él, porque ni si quiera estaba segura de si tenían algo.

-Ash por favor, se te ve, no paras de mirarle. ¿De verdad sabes quién es Jazzie?

-Pues no.

-Ahora todo tiene sentido- dijo riéndose.

-¿Me vas a decir quién es?

-No, porque creo que eso lo tienes que hablar tú con él, y ya te toca hablar con él de varias cosas.

-¿Qué quieres que le diga? Solo quiero que sea feliz.

-Y él quiere ser feliz contigo.

-Bff… ¿Por qué tenéis que iros la semana que viene?

-¿Ya te lo ha dicho Gio?

-Sí, ¿por qué no iba a hacerlo?

-No lo sé. Es normal que nos vayamos, hemos estado mucho tiempo aquí y tú te fuiste.

-Lo sé, porque soy idiota, pero lo necesitaba.

Me apoyé en el hombro de Harry y al rato me quedé dormida, pese a lo tarde que me había levantado estaba agotada.

Me despertó Harry mientras me dejaba en la cama, pero volví a dormir sin saber siquiera la hora.

¡Hola lagartos! Poco tiempo tengo, así que voy a ser breve. Capítulo de transición, no espero que os encante porque no es gran cosa. El siguiente será mejor y más largo lo prometo, pero por ese motivo y otros distintos, lo subiré el martes, así que mañana no subiré cap, lo siento de veras.

Más cosas... Eso, que me comentéis, que sabéis que me encanta saber vuestra opinión y si me leéis, quiero saber la gente que me lee, y ya sabéis, lectores anónimos, podéis comentar me decís vuestro twitter y yo os aviso cada vez que suba cap, que cuando empiece las clases dejará de ser todos los días, aunque intentaré subir uno a la semana como mínimo. Vuestros comentarios son amor, así que ya sabéis, a comentar que es gratis y podéis comentar sin cuenta (ahora SÍ SE PUEDE) Mil gracias por animarme con cada comentario.

La pesada de @DearWeirdMaria se despide sin más dilación. Bye lovers.